Ghost visitaron Bilbao el domingo de resurrección, entre los días festivos de Semana Santa, actuando en la Sala Santana 27 tras anunciar días antes un cambio de emplazamiento, inicialmente el concierto iba a ser en el BEC de Barakaldo, pero al final el recinto se les hacía demasiado grande y la organización reaccionó rápidamente para alojarles en la conocida sala bilbaína, con un aforo más reducido, pero justo para el público esperado. Lo mismo pasó en Barcelona, otra de las fechas de la gira, al final se mudaron a la Sala Razzmatazz, en cambio para la tercera fecha, la de Madrid, el evento se realizó con normalidad en el Palacio de Deportes.
Ghost, como Volbeat, Airbourne o Alter Bridge, están al límite de sobrepasar los aforos de grandes salas y a las productoras de eventos les entran dudas de elegir el recinto adecuado, son cabezas de cartel de grandes festivales y sus giras son impresionantes, a ver qué pasa en los próximos años...
Como invitados en esta gira estaba el dúo americano Zombi, con sonidos instrumentales cercanos a clubs y música de djs dentro de una actuación nada esperable dentro de la escena metalera internacional, aun así, fueron recibidos con respeto, pero sin causar mayor atención, según observamos el público ni les hacía caso, la gente se ponía a hablar con los amigos y conocidos, mientras tanto, el dúo experimentaba con teclados, samplers, batería y bajo.
Sonidos experimentales que encajarían mejor en pequeñas salas y pistas de baile, más que en un concierto de esta envergadura fijo que sí, estamos hablando de un espectáculo de metal, señores!! A pesar de ello, cumplieron su cometido y ambientaron la espera del plato fuerte, sin ser recordados, lamentablemente si no pegan, pues no pegan.
Zombi
Nada que ver con lo que se nos veía encima, un millar de personas esperando religiosamente y con devoción al Papa Emeritus y sus monaguillos, un espectáculo con parafernalia, con un gran telón que simulaba una catedral, con imágenes de una virgen, el macho cabrío y como no, el propio Papa Emeritus, que gracias a las escaleras que había sobre el escenario, se le veía desde todos los rincones de la sala, también se aupaban los guitarristas, y poco más. comenzamos con una explosión de confeti de los cañones situados a ambos lados del escenario a la altura del foso.
Sonido nítido y perfecto, muchos catalogarán este concierto como el mejor del año, pero para un servidor que ha visto de todo, fue un concierto bueno, sin más, lo esperado de una banda de este nivel donde mantienen ese punto de originalidad, misterio y teatro, con un sonido personal y creativo que se han labrado en estos últimos años. Han sabido despuntar entre tanta copia y sonido lineal que nos encontramos día a día en la escena metalera nacional e internacional.
Un plantel de músicos con la cara cubierta con máscaras y trajes acordes al espectáculo, salían uno a uno a escena dejando al Papa Emeritus el último, bajando lentamente cada uno de los escalones que daban acceso al escenario. Era hora de presentar su último Ep “Popstar”, que sirvió como pistoletazo de salida empezando por “Square Hammer”, un estallido emocional para muchos, seguramente más a los que llevaban desde las dos de la tarde esperando entrar, estarían ciegos de emoción, la devoción que sienten por Ghost es máxima.
Por un lado, mucho movimiento por parte de los dos guitarristas y por otro, misterio e incógnita con esas máscaras de colores grisáceos. Continuaron con “From The Pinnacle To The Pit” y “Secular Haze” hasta que saludaron al respetable con un “... gabón Euskadi...”, llegando al patriotismo más cercano.
Luego aparecieron dos chicas vestidas de monja que habían sido seleccionadas entre el público presente, poniendo la pizca teatral y divertida al espectáculo por parte del Papa mientras sonaba “Bloody and Blood”, con un sermón en toda regla que paró el concierto por completo, un mensaje religioso e irónico a partes iguales. Tras acabar, sacaron el botafumeiro y lo fueron lanzando de un lado para el otro, esparciendo su humo con esos olores celestiales, “.. con clavi con dio..”.
Ghost
Primer cambio de ropaje, abandonando el traje celestial y religioso por otro más cómodo, un elegante traje de pantalón y chaquetilla, continuando con temas más melódicos como “Devil Church”, “Cirice” o “Year Zero”, con registros agresivos para ir hirviendo al respetable, que cada vez estaban más exaltados levantando los brazos constantemente.
Había unas columnas de humo donde se escondían nuestros protagonistas, un detalle visual que últimamente estamos viendo en los grandes conciertos, sin ir más lejos, en esta última gira de Amon Amarth.
Comprobamos como ese híbrido de sonidos que van desde Abba, Queen, Avantasia, King Diamong o Alice Cooper, se mezclaban en unos Ghost que tenían ensayado el concierto mil veces, tanto la música como la puesta en escena. Dejando espacio a piezas instrumentales de la talla de “Spoksonat”, espolvoreando su gran carga musical por nuestras cabezas, también “He Is”, donde su teclista fue el gran protagonista, continuando con más momentos sublimes, como cuando tocaron “Absolution”, dueños de estribillos que engancharon a sus incondicionales desde las primeras notas.
Y tras un levantamiento heavy, continuó con otro de sus sermones, este encaminado a la parroquia endemoniada y metalera, “Mummy Dust”, levantando las guitarras y la electricidad, directos al final del concierto donde la entrega fue máxima, pero antes un poco más de confeti para colorear la Santana 27 .
Entrando en dicha parte final, nos encontramos con “Guleh/Zombie Queen” y la esperada “Ritual”, un tema que tienen una melodía de esas que enganchan, dejándonos con la sensación de que este concierto terminaba en lo más alto, y así fue, se despidieron de nosotros... pero aún quedaba un bis, pero antes, el Papa Emeritus nos dio una charla sentado encima de los monitores, y preguntaba si queríamos algún tema mas. “Monstrance Clock” fue el elegido, levantando al público una vez más ya que nos tenían bien ganados.
Para muchos este concierto fue su primera vez, pero para otros como nosotros que les hemos visto en el Sonisphere en Madrid, el efecto que nos causaron fue normal y esperado, a pesar de ello, el mérito que tienen Ghost es para quitarse el sombrero, como en su día hacían los Slipknot... lo de diga Ghost, va a misa.