Tenemos la suerte de que los mallorquines La Gran Orquesta Republicana son una de esas bandas que, regularmente visitan Cantabria, al menos desde hace unos años.

Y digo afortunadamente, porque son una de esas formaciones tan completas que lo mismo te sacan una sonrisa, como te hacen reflexionar o bailar, todo ello sin olvidar la enorme calidad que atesoran. Coincidía su nueva visita a la Asociación Cultural Octubre con los días previos al 1º de Mayo y dentro de esta extensa gira que han llamada “Utopía” y que les está haciendo recorrer medio estado durante el mes de abril.

Como era de esperar, la nave estaba llena cuando, pasadas las diez de la noche, arrancaron su actuación, sin muchos preámbulos, con “Los nadies”, basado en los textos de Eduardo Galeano. Sin parar, interpretaron “Te quiero”, donde ya nos dimos cuenta del habitual vacile que tiene la sección de viento, para seguir con “Lo importante esta en tu cabeza”, recordando sus primeros tiempos.

La primera canción que cayó de su último trabajo fue “Sale el sol”, tras lo cual agradecieron nuestra presencia y se mostraron muy contentos de volver a Cantabria.Para seguir la actuación, interpretaron la poco frecuente “Desespero”, para animar aun más el ambiente, como ellos mismos dijeron, para seguir con “Imagina la victoria de los vencidos”, una de las habituales en su repertorio.

Siguieron refrescando algunos de sus éxitos como “Otra vez” o ese temazo que es el “El miedo global”, antes de recordarnos que llevan 20 años de trayectoria y que como reacción a la presencia real en su isla han compuesto canciones como “La huida”, en la que el cantante  le dedicó  unas palabras al rey con la boca tapada y sin que se le entiendes nada, en protesta por la actual censura.

Con la versión de “L´estaca” de Lluis Llach, en la que hicieron una reivindicación del mallorquín, se desató la locura, con toda la nave botando, antes de seguir con esa canción antimilitarista que es “Loco”, una de sus canciones más representativas.

Llega el momento de irnos a “El paraíso”, para seguir con ese temazo por un mundo sin fronteras que es “Mi territorio” y, tras despedirse de todos, interpretar “Quiero amor”. Tras una breve pausa, volvieron para interpretar “Caminante”, esa canción tan de triste actualidad, para girar hacia una parte más amables con “Optimista” y “Vida de colores”, que hicieron disfrutar a la gente y trasmitir muy buen rollo.

Tras decirnos que ahora tendrían que irse pero que para que iban a perder tiempo, siguieron con “Democracia”, esa critica a este sistema, para seguir con la versión del “Libre como un taxi” de Riki López.

Siguieron con otras dos versiones: la habitual y bailable “Dime que hice ayer” de Operation Ivy y el homenajes que han querido hacer a Chuck Berry con “No particular place to go”, pasado por el tamiz de Toy Dolls y adaptada al castellano.

Tras dejar de nuevo el escenario, regresaron con “Escribo”, de nuevo basada en un texto de Eduardo Galeano, antes de que, con el “Lado bueno”, se produjera el desmadre tanto abajo como en el escenario, con todos los músicos sin parar de moverse de sitio.

Llegaba el momento de recordar a esa “Republica III” que viene en su nombre, para seguir con la que, para mí, es la mejor canción de su último disco, “Capitalismo KO”, que ojala alguna vez se haga realidad.

Sabíamos que nos quedaba poco de concierto, así que había que disfrutar de lo que nos restaba, empezando con “El viaje”, antes de acabar presentándose con la canción que se llama como ellos: “La Gran Orquesta Republicana”, con todos los músicos sobre el escenario despidiéndose.
Una vez más, La Gran Orquesta Republicana dieron un muy buen concierto, muy entretenido y que se nos paso muy rápido, y es que cuando estas a gusto todo paraece ir más deprisa.

Sin duda, los mallorquines tienen en Cantabria muchos seguidores y buena prueba de ello es la gran afluencia de gente, y es que, cuando se hacen las cosas con calidad y estilo, lo normal es que coseches buenos resultados.

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