Amanece el tercer y último día de Viña Rock, el sol y las amenazas de lluvia reinan en lo más alto. Nos preparamos para la última jornada de infarto, puesto que  desde el bolazo de  Mafalda, el día sería una carrera de fondo.

Mala Reputación, Los Aslándticos, Desakato y Amparanoia, fueron dueños de las primeras horas, manteniéndonos inmóviles en los escenarios principales.

Decimos acercarnos al escenario Smoking para presenciar gran parte del concierto de Whisky Caravan los cuales, alentaron nuestras perspectivas en cuanto al relevo generacional del Rock se refiere, con un directo tremendamente certero.

Nuestras piernas, guiadas por nuestra ganas de escuchar un gran directo, nos llevan al concierto de Kase O, acertando de pleno, el ex - Violador del Verso, está en su mejor momento y un directo suyo es indispensable para cualquier amante de la música.

Por proximidad, volvemos al Smoking, el cual, nada que ver con el año pasado, ya cuenta con un foso más práctico para el desempeño de nuestro trabajo (Gracias por ello). Allí arriba a eso de las 23 horas, estaban los Sexy Zebras  su fuerza escénica, allí nos quedamos para aguantar la embestida del power trio madrileño.  

Llegaba el prime time y con él, uno de los grandes reclamos de esta edición: Soziedad Alkoholika , apabullantes para variar los vitorianos a la hora de presentar lo nuevo e interpretar los temas de siempre, nunca defraudan. Nos da tiempo a escuchar a  Toots & The Maytals, Frederick y su banda nos da buena cuenta de quien sigue mandando, 71 años después, en esto del Reggae.

Poco Viña Rock nos quedaba, a eso de la 1:30, teníamos la obligación moral de apoyar a la escena nueva, allí nos dirigimos, tocaba No Konforme, despojándose de la etiqueta de grupo revelación, nos presentaron sus credenciales para ocupar un puesto en la parrilla del 2018 en cualquiera de los escenarios principales.

Depues de las felicitaciones precisas, llegamos a tiempo del final del concierto de Fyahbwoy , "El chico del fuego" nos regala buena dosis de su curios dancehall, acabamos viendo a Los Manolos  entre vítores y bailes de los viñarockeros con más aguante.

Acaba esta edición del Viña Rock, la 22ª, la cual destacamos los problemas que cuenta cualquier masificación; robos, problemas en los accesos, falta de previsión en el número de servicios, exceso de recelo en las fuerzas de orden público… etc.

En lo técnico destacar, los problemas de sonido en los conciertos más multitudinarios y la falta formación de los trabajadores que coordinan la acampada.

En lo musical; nos quedamos con la amalgama que supone un festival así, la hábil manera de conjuntar tantos estilos en un mismo recinto. La extraordinaria generación de músicos procedentes de tierras levantinas, que año tras año, van subiendo el nivel de la música estatal.

Y si algo tenemos que destacar por encima de todo, son los viñarockeros, ese público irreductible, inherente a la cita, los cuales año tras año, sitúan estos días en su calendario, marcándolos a fuego para reencontrarse, para hacer de este festival el más puntero del estado. Así que todo poderoso ViñaRock, cuidad a los Viñarockeros y el ViñaRock cumplirá 122 años más.