Si alguna cosa me ha enseñado la vida es a ser coherente con mis ideas, y a estar donde creo que debo estar en cada momento. A las personas que se han atrevido a montar El Tojo Producciones las conocemos desde hace muchísimos años (si echo cuentas me asusto de lo vieja que soy). Y, además, habría que ser ciego para no ver que han sido muy valientes para darle forma a una gran idea. Por otro lado, puedo arder en el infierno (no creo) pero pondría la mano en el fuego sin dudarlo por esta productora. Estoy más que segura de que, en su trabajo cotidiano, va a imperar la profesionalidad, unida a un trato cercano, amable y honesto (las personas trabajan según cómo son).

Nos hacía falta una productora en Cantabria, y ya la tenemos. No puedo menos que desearles la mayor de las suertes posibles, y decirles, desde estas primeras líneas, que para lo que haga falta aquí estaremos. Deseo, de todo corazón, que se celebre no sólo el Tojo Fest 4.1, sino el Tojo Fest 5.8 y el Tojo Fest 20.9, los que tengan que venir serán bien recibidos. Deseo que tengan un futuro próspero y feliz, como bien acertó a decir Diego Lezcano, cantante de Saco Roto, y casi hermano de los organizadores de esta fiesta presentación de la nueva productora cántabra. ¡Larga vida a El Tojo Producciones!

Ahora voy a ser un poco menos transcendental, y voy a comentar que tampoco soy tonta, y que estuve encantada de la vida por asistir a esta fiesta de la mano de Repion, Poetas de Botella y Saco Roto, y de los DJ Theo, Ivan Oria y Luis Llata. A los DJ´s no me quedé, es complicado tratar de juntar el agua con el aceite (eran de techno). Pero, en cualquier caso, lo pasé estupendamente con los tres grupos de rock.

Los encargados de abrir la veda del Tojo Fest 4.0 fueron Repion, claro reflejo de que el relevo generacional existe, no hay más que quererlo ver. Este es un grupo que musicalmente se convierte en una apuesta segura. No encuentro ya las palabras para expresar lo mucho que me gustan, y lo sobresalientes que me parecen. Creo que su espectáculo hay que vivirlo en directo. De todos modos, me sobrecoge sobremanera el hecho de que cada vez que las veo han avanzado un pasito más allá.

Juegan con ventaja, van por delante, y no sé si son conscientes de ello o no, pero están mejorando de una forma exponencial. Pasas unos meses sin verlas y piensas: “Sabía que eran buenas, ¿pero tanto?”. Pues sí, lo son, y esa noche nos dejaron a todos los presentes boquiabiertos. Cuando están tocando se crea un clima muy intenso, y sus canciones tienen tanto empaque y contundencia. A veces, crean un silencio en el público a través del cual se podría oír la respiración de los presentes. A mí por lo menos me provocan el efecto de no querer prestarles atención nada más que a ellas, están tocando y no quiero saber nada más del mundo, quiero concentrarme en su espectáculo y disfrutarlo.

Ahora están presentando su último disco “Amapola Dueles” y en aquel concierto no faltaron ni “Las flores”, ni “Martes” ni “Catarsis”. Y, por supuesto, tampoco se echó de menos “La divina señal”, canción tremendamente arrolladora y con la que finalizaron su actuación.  Pero su anterior trabajo también estuvo presente con unas breves pinceladas, que se materializaron, por ejemplo, en “Efecto-2000” o “De Zombis”.

Probablemente una de las cualidades más notables de Repion sea su capacidad para crear unos temas contundentes, rotundos y decisivos, y otros más delicados y sutiles. En cualquier caso, tienen un talento que es como para quitarse el sombrero.

Después salieron a escena Poetas de Botella, grupo que suele mantener el tipo como pocos, y que da unos conciertos muy buenos de rock. La verdad es que no nos cansamos de verles en directo, porque siempre suman y aportan una chispa diferente. Y eso que ya han cumplido 10 añitos, y les hemos visto unas cuantas veces sobre un escenario (¡Y las que nos quedan! ¿A que sí?).

La constancia y el fruto del trabajo que han ido realizando año tras año, durante su carrera, queda materializado en unos discos cada vez más eclécticos y decisivos, y en unos directos en los que han ido ganando solidez y aplomo. Son muy jóvenes, pero lo han sido siempre, y todavía les queda mucha carrera por delante y tiempo para seguir rizando el rizo.

Sus canciones ya son nuestras, y nos alegramos de poder escucharlas y vivirlas cada vez que tenemos ocasión. Temas como “Principio del fin”, “Acción, reacción”, “Miénteme” o ”El gran final”, nos resultan tan cotidianos como el respirar. ¿Qué haríamos sin ellos? Pues nada, para qué nos vamos a engañar.

Nos vemos en el próximo concierto de unos Poetas de Botella siempre elegantes, siempre cumplidores, y que nunca defraudan.

Y el broche de oro al Tojo Fest 4.0 lo pusieron otros cántabros, que tienen carros y carretas de talento: Saco Roto. Letras irreverentes, sociales y combativas, guitarras afiladas, una voz muy resultona y una banda compacta, son sus principales señas de identidad. Y es que, al igual que decían en aquel anuncio antiguo de desodorante masculino, por donde pasan dejan huella. Aunque de viejos tienen más bien poco, ya que se muestran en los conciertos enérgicos, vitales y arrolladores. ¡No hay que perderse su espectáculo!

Lo que sí que es verdad es que Saco Roto ya tienen experiencia en anteriores formaciones, y han ido adquiriendo muy buenas formas. Por eso, igual alguien puede alucinar un poquito si lee que “Tiempos modernos” (2016) es su segundo disco, y “Golpea” (2015) es el primero. Algo de trampa tiene este cartón, ya que poseen una dilatada experiencia en la música, y por eso estos trabajos gozan de tan buena calidad.

Aquella noche pudimos escuchar buena parte de esas canciones como, por ejemplo, “Viejo loco”, con la que abrieron el concierto, “Huye”, “Ganas de guerra”, “No creo en ti” o “Golpea”, con la que cerraron. Además, el homenaje a Rosendo Mercado estuvo presente con “Flojos de pantalón”.

Para este concierto tan especial se subieron a apoyar a Saco Roto tanto Robe (vocalista de Poetas de Botella), como Rafa (de Yey Sax), y, como no podía ser de otra forma, Toño González (voz de Mi Pequeña Venganza y creador de El Tojo Producciones).

Estoy segura de que el resto de la noche también fue igual de brutal y épica, pero yo, hasta aquí puedo leer.