¡Por fín! Llegó el día de inaugurar una nueva edición del azkena rock festival, y ya hemos perdido la cuenta. Este nos gustaba especialmente por la presencia de varias bandas, como los locales The SoulBreaker Company, o los siempre divertidos Tygers of Pan Tang. Pero sin duda alguna, el plato fuerte lo iba a poner su majestad John Fogherty.
¿Consiguió cumplir las expectativas, o pesaron sus 72 años?
EL AMBIENTE: Un diez.
La tarde comenzaba con la noticia de que The Meteors se caían del cartel por problemas logísticos, lo que suele suponer en la mayor parte de los casos que alguien ha metido la gamba con los billetes de avión, pasaportes o permisos varios. Así que los horarios variaron un poco y hubo algún que otro cambio de escenario, pero realmente no se notó en exceso la pérdida de una banda de cartel, ya que el ambiente Azkenero ofrecía ayer Viernes multitud de opciones a sus parroquianos.
A parte del divertido pero poco espectacular show de lucha mexicana, hay otros espectáculos memorables disponibles en la pequeña ciudad improvisada. Está el Wall of Death para ver cómo se juegan la vida unos motoristas muy particulares, o la carpa red hot, donde podrás convertir tu lengua en un guiñapo si quieres sufrir el extremo picante de sus tapas y pinchos variados.También está el cine, el mercadillo, la terracita, y los demás espacios habituales ya conocidas por los más frecuentes.
Por cierto, muy buena gestión de colas para el tema de pulserita y barras, y es que a pesar de que ayer había unas 20.000 personas vagando por Mendizabala, la única cola de más de 5 minutos era para recoger el vinilo y la camiseta de rocknrollers. El resto, de diez.
Ambiente. Foto: MusicSnapper
LA MÚSICA: Ganan los de casa por la tarde
Musicalmente hablando, Empecé mi azkena sorprendiéndome gratamente con Fetitxe, una banda que jugaba en casa y que reunió a un buen número de “madrugadores”, que no quisieron perderse ni las primeras notas. Sonó como un jodido trueno, impecable, potente y con mucha actitud. Sorprende lo del vocalista, que es capaz de sacar fuego y ceniza por la garganta sin apenas despeinarse, dando la impresión de que sus cuerdas vocales no tienen límite. Uno de los conciertos del día, sin duda.
Tras ellos me acerqué al escenario principal para ver a los Godfathers, pero tuve que salir huyendo en cuanto pude. Aburridos, rancios y poco entregados. No llegaron a conectar con el público en prácticamente ningún momento, que aprovechaba para hacer uso de la pulserita “cashless” y para departir con sus compadres de esto y aquello.
Así que cogí buen sitio para ver el segundo mejor concierto del día: The SoulBreaker Company. Los locales se marcaron, como siempre, un bolazo impoluto lleno de improvisación (o al menos eso me pareció a mí, humilde espectador), psicodelia, stoner y riffs pesados. Hubo tiempo hasta para alguna colaboración esporádica, como la del cantante de Arenna y Dr. Sax, en el último corte del show. Muchísima gente disfrutando de este señor concierto, ya no solo de cuerpo presente; aquello fue una fiesta.
Fetitxe. Foto: MusicSnapper
Con la temperatura ambiental bajando bastante y unas nubes amenazantes sobre nuestras cabezas, nos fuimos a ver los Tygers of Pan Tang, a los que les teníamos bastantes ganas. Un servidor los vio por última vez en el leyendas del rock de hace un porrón de años, 2010 si no me falla mi memoria de mierda, y me dejaron muy buena impresión.
Tras más de un lustro sin verlos, comprobé entusiasmado como la intensidad y las ganas siguen intactas. Sonaron algunos cortes clásicos de heavy ochentero, pero también temas de su nuevo disco, que la verdad tienen un pinta acojonante. De mérito lo del vocalista, que no se despeina para dar las continuas notas altas, o la pareja de guitarristas que hacen, básicamente, lo que les da la real gana con el mástil. Otro gran show para la memoria.
A los Shelters no pude verles mucho por solapamiento, pero los diez minutos que estuve escudriñando su actuación me pareció bastante infumable el tema. Había gente, pero poca reacción. A estas horas ya estábamos casi todos allí, y con ganas de fiesta además, pero esto supuso un pequeño bajón. Así que rápidamente, a primera fila para ver qué nos tenían preparados los King’s X.
Y de nuevo un pequeño subidón al comprobar que el trío llenaron el escenario en seguida, con pequeños toques bluseros gracias a las líneas vocales del irrepetible frontman, y a la base musical más rockera y cruda. El contraste es llamativo, entretenido y pegadizo. No entra en el “top 3 bolos del día” por la mínima, pero desde luego, dejó a mucha parte del público en estado de éxtasis.
Tras ellos, tocaba irse a por el obligado kebab, previa cola de media horita, dadas las horas: Era casi hora de cenar, y Cheaptrick + Graveyard + Fogerty haciendo cola para tocar.
Tygers of Pan Tang. Foto: MusicSnapper
CAE LA NOCHE: Fogerty arrasa ante 20.000 personas, pero se deja temas.
A Cheaptrick no era la primer avez que les veíamos en el azkena, así que el factor sorpresa no existió, pero fue un buen concierto, muy profesional, divertido y que contó con todos los grandes himnos necesarios. A destacar la actitud del carismático Nielsen, que se hinchó a arrojar púas al público como de costumbre, y hasta se acercó a las primeras filas momentos antes del concierto para saludar a algunos afortunados. Que conste en acta, que mientras lo hacía, se estaba lavando los dientes, creando lo que fue la imagen más curiosa del día sin duda.
Muchos artistas que habían tocado anteriormente estaban presenciando el bolo, como los Tygers o King’s X, y parecía hasta que tomaban notas. “Cuando yo llegue a esa edad quiero hacer estos conciertos…”
También hay que decir que lo de Robin Zander es de otro planeta, porque sigue teniendo la misma voz que hace treinta años.
En Graveyard me tomé un descanso, que uno ya va teniendo su edad, y cogí fuerzas para acabar el viernes por todo lo alto. El señor Fogerty estaba a punto de saltar a las tablas, a sus 72 tacos. Miedo y emoción a partes iguales.
Para empezar, pequeño reportaje en inglés sobre 1969, Woodstock y la Creedence. Podrían haberlo subtitulado, porque me dió la impresión de que allí no se enteró de la fiesta la mitad de la peña. Y más viendo la media de edad de los asistentes, bastante elevada, como es lógico. El vídeo se hizo un tanto largo, porque había ganas.
Cheaptrick. Foto: Rhythm and Photos
Tras ello, salió a escena el que para mí es uno de los mejores cantantes del rock de todos los tiempos, mientras unas pantallitas se abrían para darle paso en plan estrella del rock. Desde el principio cayeron todos los temas míticos de la Creedence, como “Lodi”, "Green River" o "Lookin' Out My Back Door".
Otros que cayeron fueron "Travellin' Band", “Born on the Bayou”, “Have you ever seen the rain”, Bad Moon Rising" y "Rollin' By The River". En fin, es tontería hacer un listado completo de los veinte temas que sonaron, porque todo el que conozca al grupo sabe cuáles son. La gran ausente, para mi, “Long as I can see the light”, que era además la que más ganas tenía de ver.
El septuagenario sigue impecable, está hecho un chaval. La voz conservada al 95%, y la actitud al 100%. El resto de la banda estaba compuesta por su hijo a la guitarra, que es muy bueno pero hace ciertas “interpretaciones libres” de los solos más míticos, y un trío de virtuosos a la batería, bajo y teclados, que contaron con sus respectivos momentos de gloria a lo largo del concierto. Desde luego, una banda de lujo.
Y la lluvia aguanto, pero amenazaba. Si le sumamos la tralla acumulada, da como resultado una huída premeditada y anticipada de la mayor parte del público, entre el que me incluyo. Los Hellacopters, para otro año.
EN RESUMEN: FOGERTY, SOULBREAKER COMPANY y FETITXE, lo mejor.