¿Cómo pueden congregar a día de hoy los de Boston semejante cifra de asistentes?. Obviamente con un repertorio basado en su etapa MTV, o sea del Pump en adelante. ¿Y cómo mantener al sector rockero más "auténtico"? Jugando con algunas perlas básicas de su primera época y alguna que otra sorpresa.
Y es justo reconocer que fueron capaces de contentar a ambas partes. Do The Music Do The Talking dio la sorpresa arrancando el bolo mientras todos los aposentados cómodamente en la grada se ponían de pie para no volver a regresar al asiento, y en un minuto tuvimos el resumen escenográfico del concierto. Tyler y Perry monopolizando por completo la pasarela central, sus ventiladores, focos y a la media docena de cámaras que pulularon por el escenario captando hasta la más mínima mueca o pose de ambos (muchas de ellas perfectamente estudiadas) sin ningún pudor por el impacto visual y dando prioridad al resultado de las tres grandes pantallas de video por encima de lo que realmente veíamos quienes mirábamos a las tablas.
Mientras, el resto de la formación, incluido un teclista extra cuyos coros tuvieron un protagonismo destacado, figuraban en un discreto segundo plano en la parte trasera del escenario.
Nine Lives, Love In An Elevator y Livin´On The Edge (ralentizada en exceso) dejaron tranquilos a quienes pudieran pensar en un repertorio más clásico tras observar el comienzo del show, y el caramelo de la divertida y macarra Rag Doll con Perry tirando de slide se diluyó con la versión azucarada del Fallin In Love (Hard On The Knees).
Me temía que esto acabaría con todos los asistentes, móvil a modo de mecheros, coreando simplonas baladas, pero su carta en la manga fue un mini set con el hiper bronceado Joe Perry de protagonista a la voz enlazando versiones de Fleetwood Mac (Stop Messin Around, Oh Well con Tyler a la armónica) y las Shangrilas (Remember walking in the sand) que cuando coronaron con Sweet Emotion (en cuyo comienzo Hamilton jugó con las notas de Another One Bite The Dust) me encontraron arrodillado, emocionado y rendido a los americanos. Impresionante parte de concierto donde incluso se soltaron en una mini jam y se les vio disfrutar como banda. I Don´t Want to Miss a Thing nos devolvió a la rutina de singles y Come Together, con los dos protagonistas abrazados sobre el escenario en muestra de amistad infinita, me hizo percatarme que de la primera docena de canciones, y a pesar de su vasta discografía, nos habían colado cinco covers.
De ahí a final éxtasis colectivo, Eat The Rich desató la histeria y Crying convirtió el recinto en un gigante móvil iluminado. No todo estaba perdido para los "true rockers", Dude (looks like a lady) con Perry paseando por el foso ponía fin a la primera hora y veinte de show y los bises nos dejaron a Tyler en solitario sobre el escenario con un gran piano de cola dejándonos como joya un fragmento de Angel antes de, con toda la banda y Perry soleando sobre el teclado, interpretar Dream On, y el fin de fiesta a ritmo funk fiesta de Mother Popcorn (otra versión esta vez de James Brown) y Walk This Way para finalzar hora y tres cuartos de auténtico rock arena de ese que, una vez los dinosaurios desaparezcan del todo, solo se verán en conciertos de pop lobotomizado.
A los que asistimos que nos quiten lo bailado. |