Acudimos a una nueva edición del Resurrection Fest en Viveiro, un festival que año tras año aumenta en tamaño y asistencia, llegará un momento que no entre más gente en el conocido pueblo gallego. Un dato, el año pasado con Iron Maiden lo consiguieron todo, pero este con Rammstein, han superado su marca y reto personal, una logística increíble, una puesta en escena envidiable y acordes a una gran producción como esta, también hubo pirotecnia y mucha técnica por parte de los alemanes.
El tiempo nublado y soleado a partes iguales, con una temperatura fantástica para vivir los cuatro días de festival y sin ese sol molesto que quema nuestros cuerpos, pudimos disfrutar cómodamente de las actuaciones, principalmente a horas tempranas que es cuando el sol pega de lleno.
Un año más estuvimos presentes en la fiesta de presentación, que caía en un miércoles y que se realizó en las propias instalaciones del festival, eso sí, limitando la zona donde se ubica la gran carpa y su correspondiente escenario, Ritual Stage, también había un nuevo espacio en la entrada, un nuevo escenario que en esta primera jornada no entró en juego. Había puestos de merchan, los del festival y otros tantos, un área recreativa más grande que años anteriores, puestos de comida, de todo un poco, allí podías comprarte desde una camiseta, un bolso hasta discos y vinillos que tanto nos gustan curiosear.
Este año había una diferencia, la fiesta de presentación no entraba dentro del bono del festival, sino que había que pagar ocho euros, con la que se entregaba un boleto de un euro para canjearlo por el vaso oficial del festival, y es que el Resu es un evento sostenible y hacen lo que pueden para no acumular tanta basura generada por los vasos desechables.
Siete bandas tocaron en total en el Warm Up, desde las seis de la tarde hasta poco más de las dos de la madrugada, animando y calentando a los primeros visitantes de Viveiro, pero este evento no fue el primero de la semana, días atrás, tanto el Auditorio de Cultura como el Casino, habían programado música en directo, dirigida a los más osados que se habían pedido en el curro una semana entera de vacaciones y querían tirarse una semana entera en Viveiro, ya que había zonas habilitadas para acampar, muchos alojamientos, hoteles, apartamentos y pensiones.
Ambiente
Parazit, primera banda que aparecía a escena, no llegamos a verlos, justamente cuando pusimos un pie en el recinto, estaban terminando, pero sí que vimos a Aphonnic, un grupo al que tenemos un cariño especial después de tocar para nosotros en nuestras fiestas insonoras de Santander. Repetían en el cartel tras su comparecencia en el 2015 en el escenario principal, aquel día presentaron su anterior disco “Héroes”, y esta vez, hacían lo propio con “Indomables”.
Concierto ceñido a sus dos últimos discos de estudio, animando y generando los primeros pogos y saltos del festival, dejando latente su buen estado de forma, girando por la península incansablemente, el fin de semana anterior visitaron el Z! Live de Zamora dejando gratas impresiones.
Líderes de la nueva ola de bandas metaleras del país, siguen subiendo como la espuma, además mostraron su lado reivindicativo dando caña a la prensa nacional por no apoyar la escena musical de este tipo de bandas, también a Instagram y el entorno d ellas redes sociales, que están adormeciendo nuestra sangre de lucha y revolución, tal como comprobamos mientras sonaba “Cíclopes”.
Nos encendieron con otros buenos temas como “Ombligos” y “Aquellos Maravillosos”, dejándonos palabras de que hay que confiar en los amigos que merezcan la pena, mientras la banda alcanzaba un clímax total y comunión perfecta con el público, cuando Chechu (voz) se bajó al foso y desde las vallas se fusionó con el público de las primeras filas, momento feliz y auténtico, siempre agradecidos por estar en el cartel de un festival de su tierra.
Aphonnic
We Ride, otra de las formaciones que volvían al Resu tras su participación hace años en uno de los escenarios pequeños y a primera hora de la tarde, pero esta vez regresaban con un disco nuevo bajo el brazo, “Empowering Life”, y la capacidad de impresionarnos con su hardcore interpretado por una voz femenina, una de las voces más mediáticas de la escena gallega.
Concierto que levantó polvo y embestidas varias, un grupo que reivindicó el papel importante de las bandas locales y no tan conocidas en este tipo de eventos, todos por igual merecen una oportunidad, y el Resu lo sabe por eso en los posteriores días vimos a Trashnos y El Altar del Holocausto entre otros.
Continuaron con “Zona Ruido”, dedicada a todas las mujeres del festival, también recibieron por primera vez a los más pequeños, Resukids. Mientras tanto el público seguía con sus pogos mientras escuchábamos “Self Made”, subiendo la temperatura y creando algún que otro wall of death.
We Ride
Here Comes The Kraken venían directamente desde México, formación de deathcore que se metió al público en el bolsillo desde los primeros instantes, llevándose el premio de mejor banda revelación del festival en esta primera jornada.
Humildes y agradecidos, siempre presente su localidad natal como es Aguas Calientes, además tienen un tema con el mismo nombre que se grabó por completo en nuestra mente, una actuación enérgica que vino y se fue como un huracán, con canciones quebradizas que muchos, que se metieron en su concierto, tardarán de olvidar.
Ardiendo en ira, contra los políticos más cercanos e incitando la revancha final de la gran chingada, creando uno de los grandes wall of death de la noche.
Here Comes The Kraken
Luego vino C.J. Ramone, uno de los últimos bajistas que tuvo los Ramones, presente en los últimos años de actividad de la banda, al ritmo de one, two, three, four que iniciaban la mayoría de sus canciones que todos nos sabemos de memoria.
Aprovechamos para airearnos un poco y visitar los puestos de merchan y complementos, ya sabéis que los conciertos de versiones no nos motivan demasiado.
Soziedad Alkohólika aparecieron ante una carpa a punto de explotar, cantando como si no habría un mañana, un toma y daca de los temas de siempre con los más recientes como “Sistema Antisocial”, que da título al último trabajo, y de los clásicos, “Palomas y Buitres”, con palabras dirigidas a Cataluña indicando que ellos tienen la última palabra. También “Ciencia Asesina” con el aporte que da la armónica por parte de Juan, o “Padre Black & Decker” dedicada a los curas pederastas, “Ratas”, “Tijera contra Papel” tras el grito contra la censura y la ley mordaza.
Llegando el momento del regalito para la guardia civil, “S.H.A.K.T.A.L.E” e irse frenéticamente con su despedida clásica y resolutiva, “Nos Vimos en Berlín”, demostrando en Galicia y en toda la península, porque son tan queridos, una banda de culto para nosotros.
Soziedad Alkohólika
Cerrando la noche, Sepultura, con Andreas Kisser al frente, agradeciendo al público el cariño mostrado desde su aparición sobre el escenario, con un set list con algunas canciones nuevas de su último disco "The Mediator Between Head and Hands must be the Heart" editado por Nuclear Blast, y que todavía no ha cuajado tanto como les hubiera gustado, ya que hay un cambio de rumbo en su sonido.
La carpa empezó a botar con los himnos de la banda, empezaron a llegar “Territory”, “Refuse Resist”, “Roots bloody Roots” o “Ratamahatta”, consiguiendo que nos arrastrásemos en movimiento, de un lado para otro. Y es que al final, los clásicos en un festival son los que mejor funcionan.
Y así acabo la primera jornada, nos fuimos caminando a la tienda, ya que había huelga de autobuses programada en toda Galicia, nosotros y el resto de mortales, menos mal que a huelga sono nos pilló ese día.