Volvía de nuevo a La Tribu y por primera vez en jornada de sábado, para ver una doble sesión de música cañera a cargo de los madrileños Endoval y los maños Yggdrassil.
El concierto nos acercaba dos estilo diferentes de entender la música extrema, ya que los madrileños practican lo que se pude denomina como Folk Metal, mientras los aragoneses se acercan más al Viking Metal, con lo que nos esperaba una noche variada y potente.
Tras un retaso superior a la hora sobre el horario fijado (…), subieron a escena Endoval maquillados para la ocasión, con buena cantidad de gente entre el público, y con una intro de fondo, para acto seguido arrancar con “Noblin the goblin”, tema presente en su única maqueta hasta la fecha, editada el pasado año, y que es una canción que gustó mucho a tenor del recibimiento de la gente.
Tras presentarse, cayó la versión de “Pakanajuhla” de Moonsorrow, canción muy coreable y donde se hizo presente el cachondeo entre el cantante y el flautista, para, acto seguido, interpretar su tema “Wanderer's Path”, con un aire muy festivo.
Tras agradecernos nuestra presencia, pidieron que se montase un cricle en “Time as reward”·, en la que hubo un amago de caída de luz, para proseguir con la versión del “In my sword I trust” de Ensiferum, para la que sacaron una espada, haciendo honor al título de la canción.
Tras brindar, llego el turno de “Trollhall”, para la que su flautista bajo con un martillo en mano, desafiando a los presentes, antes de seguir con la cañera “Flesh show”, que me gustó mucho.
Endoval
Tras mostrarse muy agradecidos y muy a gusto con el trato recibido, se despidieron con otra versión de Finntroll, esta vez del “Under bergets rot”, muy bien acogida y que puso a botar a los presentes.
Sin embargo, aun hubo tiempo para más y en esta ocasión fue en forma de “Vulgaris magistralis” de Heidevolk, un autentico temazo, en el que pidieron la colaboración de la gente, que respondió encantado, en un fin de fiesta por todo lo alto.
Reconozco que me sorprendieron muy gratamente en directo Endoval, que montaron un buen pollo, consiguiendo el beneplácito de la gente que disfrutó por todo lo alto la hora de concierto de los madrileños.
Ahora a seguir creando canciones buenas, que visto lo visto saben hacerlas y muy bien y así poder dentro de poco tener un disco de ellos entre las manos, porque materia prima tienen.
Si te gusta este estilo y puedes ir a verlos, no lo dudes ni un instante.
Tras los cambios pertinentes, y después de haber salido a tomar el aire por el calor existente, llegaba el turno de Yggdrassil, que, valientes ellos, subieron con sus pieles y armaduras, pese a lo comentado.
Tras dejar sonar “Körangar”, la intro que abre su primer disco largo, “All shall burn”, empezaron precisamente con la canción que da título al disco y en la que contaron con algún problema técnico con la voz que no se oía.
Una vez solventados dichos problemas, siguieron con “One last ride”, presente también en este trabajo y en el que ya pudimos ver la gran calidad de la banda, tras la que agradecieron a todos los presentes nuestra asistencia, para seguir con ese temazo que es “The horde above all”.
Para la siguiente canción, pidieron colaboración al público y así cayó ese himno etílico que es “Song of beer”, tema muy coreado y presente en su Ep del 2015 “One Step Closer to Valhalla”, y que hizo crecer más el sentimiento de fiesta que estábamos viviendo.
Era el momento para volver a su actual trabajo con la potente “End of cycle”, que fue seguida por ese himno que es “Battle in the storm” y que fue muy bien acogida por la gente.
Yggdrassil
Llegaba el turno del segundo himno etílico de su repertorio y la única versión que harían, “Vodka” de Korpiklaani, y que provocó el júbilo de los presentes que se unieron con sus gritos en el estribillo.
Íbamos acercándonos a la recta final de su actuación, pero aun era el turno de “Shield wall”, muy pegadiza, antes de despedirse con “Yuletide”, para la que presentaron a la banda y agradecieron a todos la acogida que se les había dado.
Yggdrassil, en menos de una hora, dieron un conciertazo y demostrando que tienen mucho futuro por delante; son una banda con las ideas muy claras y que saben lo que tienen que hacer sobre el escenario para dar una gran actuación.
Sin duda alguna, los maños son una de las bandas que deberían ser referentes dentro del Viking estatal e, incluso, más allá de esa etiqueta, que, a veces, parece quedárseles un poco pequeña.
Y así, tras charlar un poco con las bandas, abandonamos La Tribu, con el gusto de haber disfrutado de una gran noche de metal potente, con dos bandas jóvenes y que tienen mucho futuro por delante, demostrando, una vez más, que en nuestro estado hay bandas con calidad más que de sobra.