Los madrileños Antigua volvía a visitar el norte para presentar su más reciente trabajo “5.2”, y que mejor forma de hacerlo que con sus amitos de The Name, el concierto fue el sábado 13 de enero en la Sala Edaska de Barakaldo, noche mágica y de hermandad entre ambas formaciones, y como no, entre el público presente.
Antigua volvían a Euskadi en su cuarta descarga, les vimos dos veces en el desaparecido Sentinel Rock de Enrandio, y con esta, otras dos en este mismo local, que así a lo tonto, lleva ya unos cuantos años programando conciertos todos los fines de semana.
Juan Olmos, líder y frontman de la banda, vino con algo de gripe, curioso, pero casi siempre que viene, enferma, pero eso no es un impedimento para dar una gran actuación, como será verle en un concierto en plena forma, acojonante.
Su nuevo disco fue editado por el sello madrileño Rock Estatal, apoyándoles para que su música llegue más lejos y entran dentro del bucle promocional de las mandas que manejan, y sobre la formación, vemos varios cambios, Apachete a la batería, ex de Sublevados, el resto siguen con el incombustible Fran de Andrés al bajo y el joven talento del guitarrista Marco Tejedor.
Los fieles seguidores del rock and roll se apuntaron a la cita para ver y descubrir el talento de estos madrileños, también para apoyar a las bandas bizkainas de progresión ascendente como es el caso de The Name.
Antigua se subían al escenario tras acabar una rápida prueba de sonido, fueron rápido, no llevaban en Barakaldo ni una hora, lo justo para descargar, probar, y ponerse a tocar, por delante interpretaron trece canciones, que nos atraparon sin compasión, siempre es grato escuchar los trabajos de Antigua, también los de otros proyectos en los que han participado como Punto de Mira o Harakiri.
Antigua
Encendieron la llama con temas como “Tu Sangre Me Sienta tan Bien” de su segundo disco “Sangre Sudor....y Buen Rollo” y “Si Te Vas”, una canción a la que tenemos un gran cariño porque pertenece al disco debut “13 razones para Seguir”, con el que descubrimos a esta magnífica banda. Entrando rápidamente a presentarnos su nuevo trabajo “5.2”, con la voz de Juan Olmos ya caliente, su mirada de felicidad le delataba, además recibió mucho cariño por parte del público.
Escuchamos también “Papel Mojado”, uno de sus videoclips de este último trabajo, un tema capaz de palpar los sonidos más sosegados bajo una temática que tira hacia las historias de amor de toda la vida, cercana al blues rock, sin olvidarse del rock clásico como “Se olvidó la Lección”, siguiendo con su concierto espiritual gracias a esa colección de canciones con gran carga emocional.
Rápidamente, entraron en calor y se empezaron a mover encima y debajo del escenario, Juan no se lo pensó dos veces y nos vistió para incitarnos a que entráramos más en el concierto.
Encendieron la llama nuevamente con la conocida cover que tienen de Asfalto y su tema “Nuestro Momento”, un himno de Julio Castejón que anima a cualquiera, tampoco queremos terminar esta parte del texto sin nombrar la conexión perfecta entre el bajista y el guitarrista, que en esta parte de la actuación decidieron bajarse del escenario y tocar cerca de nosotros.
Uno de los momentos del concierto fue cuando invitaron a Guillermo de The Name a cantar con ellos, él no se lo pensó dos veces e interpretaron a dos voces, “Quiero Volar”, luego se sumó a la fiesta Jorge Orlando Vilche, amigo de la banda que les lleva y les trae en su furgoneta, además de estar en el puesto de merchan, nos dejó con la boca abierta al cantar “Sin Darte Cuenta”.
Y ya llegando al final, rescataron un tema de su primer disco, cosa que agradecemos a Juan Olmos y los suyos ya que les seguimos desde sus inicios, al igual que buenos amigos de otros medios que allí estaban, como Txema de Concierto Para Ell@s y Antonio de La Mirada Negra. Y los dos últimos, “Vuestro Ego, Nuestro Pan”, una crítica hacia la clase política del país, y el festivo “Que Empiece el Show”, dejando el listón bien alto.
Antigua
Y por la puerta grande, recibimos como se merecen a la banda de Sestao, The Name, que siguen presentando su tercer trabajo discográfico “Momentos”, el cual teníamos muchas ganas de ver en directo ya que cuando presentaron el disco en la Groove de Portugalete, estábamos en un festival y no pudimos ir.
Hace meses reseñamos su disco ahora quedaba escucharle en directo, The Name conjuntan técnica con unas canciones que absorben melodías, bajo unas letras crudas y cercanas hablando de todo lo que les molesta, más una carga emocional que te conquista a la primera escucha.
A estas alturas todos sabemos que su frontman, Guillermo Fernández, es un titán sobre el escenario, único miembro fundador que queda, pero su afán y pasión por este grupo no tiene límites y ha encontrado buenos compañeros que entiendan su locura, ahora tiene una estupenda banda que les ha hecho subir un peldaño más en este difícil mundo musical, que son Jorge al bajo, Fran a la batería y Greg a la guitarra.
Desde el inicio, encontraron ese feeling entre grupo y público que tanto se desea, gracias a los primeros segundos de “Parte de Ti”, “Somnum” o “Tu Disfraz”, disfrutando como un niño pequeño de los buenos riffs southern rock, técnica más pasión, una mezcla perfecta.
“Un Mundo del Revés” apareció en escena, uno de los temazos del nuevo disco, siguiendo la línea ascendente del concierto que perduró hasta el final, llegando a uno de los momentos más especiales de la noche, Guillermo interpretó solo “Aún Sigo Ahí”, dedicada a Txema y Antonio, personas que siempre han apoyado a la banda, continuando con la melodía y calma de “Esclavo”, un tema de siete minutos de duración.
Encendieron de nuevo la llama al interpretar la cover de Dream Theater, “Ash I Am”, reafirmándose como fieles seguidores de la banda, y ya cerrando la actuación, “Mi Realidad” y “Aquella Vez”, puntas de lanza de unos The Name en plena forma, son dos himnos que todos nos conocemos, el público cantó sus estribillos hasta no poder más, para finiquitar toda esta historia con una gran ovación.
Una noche perfecta, un lazo de amor entre Madrid y Barakaldo que esperamos se repita pronto, al menos una vez al año.