Hay músicos de una gran calidad que triunfaron en su momento y que después han seguido con diferentes proyectos, quizás sin el reconocimiento de los grandes medios, pero si editando trabajos de mucha calidad y colaborando con artistas de reconocido renombre.
Este es el caso de David Palau, guitarrista popular hace un par de décadas y que visitaba la sala Black Bird de Santander junto a su proyecto Güru, con los que nos aguardaba una gran noche de Hard Rock de muchos quilates.
Con las prisas típicas de los viernes, debido a la proximidad entre la hora de salir de trabajar y la del comienzo del concierto, viajé hasta la sala santanderina confiando en que hubiera una decente presencia de público, en este evento en que Güru iban a compartir escenario con la Paul Di Angelo Band.
Al llegar a la sala pude ver una más que presentable asistencia de público, que no hizo sino aumentar con el trascurso de la velada, debido en buena medida a la salida del trabajo de la gente y a lo poco acostumbrados que estamos a que los conciertos empiecen a la hora.
Con la consabida puntualidad de la sala, arrancó la actuación de Paul Di Angelo Band, banda integrada por 4 virtuosos de la música que, con muy pocos ensayos, según me informaron, se plantaron en la sala Black Bird, muy agradecidos por la presencia de gente desde el principio, para poder verlos.
Comenzaron su actuación, enteramente instrumental, con “Battle without honor or humanity (Tomoyasu Hotel)”, donde ya pudimos ver la calidad de sus guitarras, brillando en esta pieza su líder Pablo, pero sin dejar atrás la contundencia con la que tocaba su batería.
Paul Diangelo Band
Tras presentarse y agradecer a la sala el trato recibido, continuaron con otra maravilla técnica llamada “Samsara”, con ese sonido de guitarra que evoca a los grandes héroes de la guitarra como Satriani o Steve Vai.
En toda la noche mostraron su agradecimiento por que estuviésemos viendo su actuación, y así nos lo hacían ver antes de interpretar “Blue wind”, una pieza algo más lenta, pero con muchas cambios de sonidos y para la que nos pidieron que los acompañásemos con unas palmas en buena parte del tema.
Su tiempo era limitado y no había que perderlo y de esa manera se lanzaron hacia la fantástica “The Madman”, que convenció, a quien no lo estuviera ya, de la grandeza de la música y de los músicos que teníamos sobre las tablas.
Se despidieron con un homenaje al gran José Manuel Illera, quizás el mejor guitarrista que ha nacido en Cantabria y que falleció hace 18 años en un accidente de tráfico, interpretando “J.M.I”, iniciales del músico homenajeado, que resultó un tema algo más cañero y con la gente ya muy entregada.
Y así, tras media hora de actuación, se despidieron los chicos de la Paul Di Angelo Band, una banda que, pese a haber ensayado muy poco, sonaron de manera genial y ahora sólo nos falta esperar que este proyecto tenga continuidad y podamos disfrutarlo muchas más veces en directo.
Pero el gran protagonista de la noche era David Palau y sus Güru, quienes, tras un rápido cambio y con una intro sonando, arrancaron su actuación con “Mientes”, tema perteneciente a su actual disco “Red”, editado ya hace 2 años, y donde ya pudimos ver las cualidades, no solo de David Palau a la guitarra, algo ya conocido, sino también de su vocalista, Dagarod.
Siguieron desgranando su nuevo disco con “No puede ser”, un tema algo más accesible, tras el que se mostraron muy agradecidos de que la gente eligiese ver música en directo, mientras recordaban su anterior visita a la sala hace algunos año, antes de dedicar “Ella” a todas las mujeres de nuestra vida, tema muy pegadizo.
Recuperaron “My rocker ass”, de su anterior disco, llamado “White”, de hace 5 años, un tema que critica el mal uso de las redes sociales para tareas destructivas y en la que el propio David se hizo carga de las voces en ciertas partes del tema, antes de interpretar “Red”, una gran canción que da nombre a su nuevo disco y el primero que hacen en castellano como Güru.
Sin moverse de este disco, dedicaron “Quédate” a una niña, futura rockera, siendo una pieza lenta pero que sonó muy entrañable y con una ejecución muy lograda, antes de girar diametralmente de sonido con “White”, más potente y que fue unida a “Straight to your heart”, como también lo hacía en el disco, y con un David Palau dándonos una lección de nuevo de cómo tocar la guitarra.
Tuvo palabras de homenaje para todos esos grandes músicos que nos han ido dejando en los últimos años, músicos todos ellos irremplazables, como Prince, del que nos dejaron una versión del popular “Purple rain”, cantada por el propio David y que consiguió que la gente se entregará aun más si cabe, mientras nuestro protagonista hacia virguerías con la guitarra.
Un nuevo paso por su anterior disco, nos llevó a “It´s all different”, cantada a dos voces, y que es una pieza muy pegadiza, de ese rock ochentero que tanto nos gusta, antes de seguir con “The voice inside”, que fue el primer tema que creó para dicho disco, un tema lento pero que en directo sonó algo más potente.
Recordó aquella gira que hizo con Bon Jovi hace 22 años, en la que, por cierto, le vi actuar en Gijón, agradeciendo a quienes hicieron aquello posible, antes de seguir con “Solo tú”, presente en su nuevo disco, pero que parece ser que se remonta a aquellos años, siendo un tema muy pegadizo y coreable.
Güru
Si algo le faltaba al concierto era una nueva versión y esa llegó de la mano del “Panama” de los míticos Van Halen y en la que su vocalista bajo a cantar entre el público que se volvió loco con esta gran versión y que fue seguida por “Rockstar”, la canción que abre su actual disco y que también habla del mal uso de las redes sociales, un autentico temazo, para el que su vocalista bajó de nuevo para que la gente le ayudase a cantar.
Hicieron un amago de despedida con “Sometimes”, única pieza que sonó de su primer disco de hace ya 7 años y que fue su primer gran éxito, recibido con mucha devoción por los presentes, que lo dieron todo con él.
Pero el concierto no podía acabar así y la banda aun tocarían algún tema más, como ese “Mi diosa”, de aquel disco en solitario de David Palau llamado “Divertimento”, de hace 20 años y que tengo en mi casa en casete, antes de que se desatase la locura con una versión del “Highway to hell” de Ac/Dc, para la que David cedió su guitarra a Pablo de la Paul Di Angelo Band, igual que lo haría su batería con el de la anterior banda; un autentico detallazo.
Y, ahora sí, tras casi dos horas de concierto se despidieron, dejándonos con una magnífica versión del “Rock and roll” de los Led Zeppelin, que nos dejó a todos exhaustos y radiantes de felicidad.
Lo que nos ofrecieron esta noche los chicos de Güru fue un autentico conciertazo, que se hizo muy ameno, por la variedad de la música que sonó esta noche, unida a las historias que nos iban detallando de cómo surgieron algunas piezas.
Sin duda lo visto esta noche en la sala santanderina será algo difícil de olvidar, en especial para los amantes de la guitarra y es que tener a un virtuoso como David Palau a tan corta distancia es un lujo.
Con las prisas de quien tiene que trabajar al día siguiente, abandoné la sala Black Bird muy contento por lo visto, primero con la Paul Di Angelo Band, que me sorprendió gratamente, aunque con tales mimbres es difícil hacer malos cestos, y después por la exhibición de unos Güru que demostraron que en este estado se puede hacer buen Hard Rock melódico, sea en inglés o en castellano, y a la vez desbordar calidad y tener canciones pegadizas.