The Wizards fueron los jefes de la noche en La Atalaya. El quinteto bilbaíno sigue presentando en directo su segundo disco Full Moon in Scorpio. Guitarras en llamas talladas a golpe de riffs. Heavy occult rock en la más pura tradición sabbathiana. Black Sabbath, Danzig, The Cult, Pentagram u Horisontson son una referencia constante. Era una buena ocasión para mover la greña con esta gente, aquello estaba petado de seguidores de este grupo.
Estos chicos son Monstruos de los que les calientan las tablas y es que son pocos los que pueden salir defraudados de su espectacular directo. Comenzaron con el repaso casi por completo a su último disco más tres temas del primero y dos versiones de Pentagram y Danzing.
Fulminante inicio con dos expresos como son “Avidya” y “Calliope (Cosmic Revelations)”, un perfecto tándem de bienvenida, una descarga de gemelas guitarras y a unos The Wizards reventando La Atalaya. Temazos de heavy metal con grandes dosis de guitarra y fantásticos solos. Ya te están dejando claro lo mucho que les mola la década de los 70. “Avidya” es el primer single del nuevo disco, además es un tema con mucha energía, con dosis a partes iguales de la esencia musical de The Wizards.
Esto es rock and roll en toda su gloria y miseria pasado por el tamiz del heavy metal más atávico imaginado. “Odinist” es el tercer trallazo, que el príncipe de las tinieblas bendiga a Ozzy Osburne. Grandes estribillos, siempre apoyados en la voz y su capacidad para obtener buenas melodías poderosas.
Dos versiones suben la adrenalina del directo, “Sign Of the Wolf” (Versión de Pentagram) y “Tired Of being alive” (Versión original de Danzig) suenan brutales, con unas excelentes guitarras, con ritmos galopantes, con buenos estribillos, que predominan a lo largo de las versiones. “Stardust”, es de lo mejores de la noche, una batería golpeando a fuego, solos de guitarras desgarrados, excelentes coros. ¡Temazo!
Su cantante Ian se zambullía repartía el micro entre la gente. “Who Are You, Mr. Gurdjieff?” guitarras afiladas y estribillo con el que la banda se desnuca a golpes de riffs. Para cerrar la banda se marca “When We Were Gods” un bis brutal, sinceramente, ¡¡cojonudos!!
En resumen, conciertazo con unos The Wizards funcionando como una maquinaria perfectamente engrasada y que tuvieron como respuesta la complicidad de un público entregado, ante la calidad de lo que estaba recibiendo con sonido 100% sabbathiano. Buen sonido en general, una banda que suena de maravilla y que son buenísimos encima del escenario. |