Ahora que parece que en nuestra comunidad no suelen traerse conciertos de Heavy metal y similares, sino que se tiende a traer en las fiestas músicas más accesibles y con suerte te traen alguno de rock, es de agradecer que algunos ayuntamientos apuesten por este estilo dentro de sus fiestas patronales y, sobre todo, en días punteros.
Aunque en poco menos de un mes iban a tocar en las fiestas de mi pueblo, decidí acudir, sin pensármelo dos veces, a ver a Mägo de Oz a la localidad de Solares, dentro de la gira 30 aniversario con la que la banda está recorriendo todo el mundo, simultaneándolo con actuaciones puntuales de presentación de su magnífico DVD “Diabulus in opera” y con la grabación de su nuevo disco que, parece ser, será una continuación de su álbum de 1996 “Jesús de Chamberí”.
Tras dar alguna vuelta de más para aparcar, tuvimos la suerte de hacerlo cerca de donde se iba a llevar a cabo el concierto, en un Parque de El Ferial que estaba lleno a las topes mientras un Dj amenizaba la espera, de la esperada actuación de unos Mägo de Oz que se presentaban con un escenario sencillo, con sólo un telón detrás de la batería y algo de fuego y confeti que fue apareciendo en momentos puntuales, pero sin mucha parafernalia; solo heavy (la etiqueta que la ponga el que quiera).
Y para mi sorpresa, con casi diez minutos de adelanto y con total naturalidad, fueron subiendo los miembros de la banda, con una intro sonando de fondo, comenzando por repasar aquel maravilloso “La leyenda de La Mancha”, publicado hace 20 años y que fue presentado por primera vez en tierras cántabras, concretamente en el Rock Beer The New de Santander, y de la que sonaron, primero “Maritornes” y luego la festiva “Molinos de viento”, con los primeros cañones de confeti disparando.
La verdad es que para iniciar la actuación no podíamos pedir mucho más, con el público entregado y la banda sonando muy bien, aunque el sonido estaba un poco bajo para mi gusto, aprovechando Zeta para saludarnos y felicitar las fiestas a los habitantes de la localidad y recordarnos que estaban celebrando su 30 aniversario, por lo que iban a recuperar canciones no muy habituales, como esa fantástica “El lago”, presente en su primer disco de 1994 y luego grabado con la entrada da de José Andrea en 1997. Uno de esos temas que me traen un montón de recuerdos.
Mägo de Oz
De nuevo Zeta nos dijo que ellos estaban allí para darlo todo y a cambio nosotros teníamos que dejarnos el “Alma”, de aquel exitoso “Gaia”, y que recibió también una muy buenas acogida, tras el que nos preguntaron quien había visto el nuevo DVD, con bastantes repuestas afirmativas, llegando el momento de “Satanael”, presente en el primer disco que grabo Zeta como vocalista, hace ya 6 años, llamado “Hechizos, pócimas y brujería” y en la que aparecieron las primeras llamaradas.
Otro temazo que están recuperando, y que también me trae un montón de recuerdos, es ese “El cantar de la luna oscura”, presente en “Jesús de Chamberí”, y que fue alargada con la colaboración del público, tras lo que nos dijeron que una de las cosas que busca Mägo de Oz es que seamos felices con su música, antes de llevarnos de nuevo a su disco del 2012 con la festiva “H2Oz”, que hizo que la gente se animase aun más.
De nuevo regresaron al fantástico “Gaia” del 2003 con la también movida “El atrapasueños”, con un Zeta muy motivado, para, sin dejar dicho disco, llevarnos a la mítica y muy conocida “La costa del silencio”, una de esas canciones que ojala nunca hubieran sido escritas por el desastre del Prestige en costas gallegas.
Y si hasta el momento el concierto estaban yendo de maravilla, del final del escenario salió la figura de Patricia Tapia, que hasta ese momento se había dedicado a los coros, para tomar la voz principal en “Y ahora voy a salir (Ranxeira)”, del disco del 2007, dejándonos a todos con la boca abierta, una vez más, con su maravillosa e impresionante voz, quizás infrautilizada en la banda, y con ese magnetismo que trasmite, además de su gran simpatía.
Y mientras sonaba una locución con Rajoy y su mítica frase sobre el vino, llegaba de nuevo Zeta a la voz para interpretar “La posada de los muertos”, ese himno a la fiesta y a los bares que estaba incluido en “Gaia II” del 2005, y que puso a todo el mundo a botar, antes de que se quedasen solos Javier Diez a los teclados y Zeta a la voz, para interpretar esa maravillosa baladas llamada “Siempre (Adiós Dulcinea - Parte II)”, que estaba presentes en “Gaia III-Atlantia” del 2010 y que luego, ya con toda la banda, coger un poco más de fuerza, dando un emotivo momento a la noche.
Mägo de Oz
Y cuando la actuación iba a seguir, de repente las luces del interior del escenario se apagan y, ante la incertidumbre general, la banda se toma un tiempo en el escenario hasta que, en vista que el problema no se solventa, abandonarlo, supongo que buscando una explicación, ya que, aunque los instrumentos sonaban dentro no se veía nada. Según se rumoreaba al día siguiente, parece ser que alguien debió restear la programación de las luces, con lo que hubo que empezar de cero.
Tras casi un cuarto de hora, se retomó el concierto en el punto donde se había dejado, con las disculpas de la banda, aunque los técnicos eran externos a la banda, con ese temazo llamado “Sueños dormidos”, también presente en el disco del 2010, con ese maravilloso duelo de voces, antes de que Patricia se quedase sola en el escenario para darnos una exhibición de sus enormes cualidades vocales con sendos fragmentos de “O mio babbino caro” y “Nessun dorma”, que nos hicieron levitar.
Regresaron a 2005 con “El poema de la lluvia triste”, también iniciado por Patricia, que es uno de los grandes temazos que tenía ese “Gaia II” y que puso a todo el mundo a botar, antes de que Javier Diez y su teclados interpretase fragmentos de “Remember Me” y “He's a Pirate”, que se unieron al comienzo de “Gaia”, una de las mejores canciones de la banda, y que puso a todo el mundo a botar, disfrutando de un tema que incluyó partes con fuego y con la que se despidieron momentáneamente de todos nosotros.
Pero, lógicamente, aun había tiempo para alguna más, comenzando con ese temazo que es “Diabulus in música”, de “Gaia II”, con todo el publico totalmente entregado, antes de recordar el que fue el disco con el que se hicieron populares, aquel “Finisterra” del 2000, con “Hasta que el cuerpo aguante”, muy celebrada, aunque menos que la inevitable “Fiesta pagana”, una de esa canciones atemporales que suenan en todas las romerías, y con la que dieron por concluido el concierto, con confeti y lluvia de púas y baquetas y con todos los miembros de la banda saludando ampliamente a todos los presentes.
Mägo de Oz
Tras dos horas de concierto, nos dejaban los chicos de Mägo de Oz, que dieron un concierto que, aunque con algún altibajo, como el mencionado incidente, que pudo parar el entusiasmo del público, mostró a una banda muy asentada, con dos magníficos guitarristas como son Carlos y Frank, a los que se les unía ocasionalmente un Javier que estuvo sublime a los teclados, un Fernando que es un bajista de lo mejor del estado, con Moha al violín y Josema a los vientos que dan ese punto folk a la música de la banda, un Txus dirigiendo la banda desde su batería, un Zeta que le vi más motivado y más a gusto que en otras veces y de Patricia ya no sé que más decir: fantástica.
Y así abandone la localidad de Solares, con la pena de que al sonido de la banda le faltase un poco de potencia, sobre todo al principio, pero contento por el concierto visto con un repertorio que, aunque todos hubiésemos puesto y/o quitado tal o cual canción, es un buen resumen de la trayectoria de la banda de Heavy más internacional del estado, al menos en las tres ultimas décadas.
Por otros 30 años más; ¡¡larga vida a Mägo de Oz!!