Hay ocasiones en que, sin haber escuchado mucho de las bandas que van a actuar, te acercas a los conciertos sólo con la sensación de que has de pasar por dicho evento, porque se va a vivir una experiencia única.
Algo así me ocurría con este concierto en que compartían cartel Eyeslandic y Mehnai, un concierto organizado por la gente de Noche de Rock y en el Black Bird de Santander, que prometía ser muy especial, por lo que me acerqué por dicho evento, pese a no tener muy seguida la trayectoria de ambos grupos y es que siempre es bueno dejarse llevar por las sensaciones y descubrir o profundizar en sonidos diferentes de los que habitualmente consumimos.
Las prisas habituales de los viernes, debido a mi horario laboral, unidas al retraso en el transporte público, hicieron que, cuando llegué a la sala, el concierto llevase ya un cuarto de hora en marcha y es que la noche iba a ser larga y la puntualidad, como ya he dicho otras veces, es seña de identidad del Black Bird y de Noche de Rock, aunque esta vez me hubiera venido bien que no fuesen tan puntuales jeje.
Como dije arriba, cuando entré Eyeslandic ya iba por la cuarta canción, que no me dio tiempo a reconocer, ante una sala que contaba con una más que importante presencia de gente, disfrutando con la música del mencionado artista, que estaba presentando su primer disco “From home to home”, publicado a finales del pasado año.
El arista, bien arropado por su banda, se mostró muy agradecido a Noche de Rock, especialmente a Oskar, así como a la sala Black Bird, invitando a su bajista habitual, Carlos Estirado, que está noche no iba a poder estar con la banda, por lo que habían contado hasta el momento con Mario de Inocencio, guitarrista de Mehnai, pero a ultima hora su bajista titular pudo asistir y se subió a hacer unos temas, siendo el primero “Homeless”, un tema muy dulce y tranquilo, que contó con muy buen sonido de guitarra, mostrándose la mayoría de la sala expectante y, sobre todo, aplaudiendo cada tema con fervor.
Con el líder de la banda, Toni Barceló, muy comunicativo y buscando en todo momento el contacto con los presentes, y tras agradecer a las personas que habían sido las responsables de los videos que han publicado, siguieron repasando su disco con “There is no time”, un tema muy intenso, pero con ese punto de delicadeza que aporta la manera que tiene la banda de interpretarlas.
Eyeslandic
Precisamente, tras este tema, llegó el momento en que presentó a los músicos que le acompañaban en el escenario, antes de llamar a Carmen de Mehnai, a la que agradeció públicamente que hubiese colaborado en el disco, para interpretar juntos esa maravilla que es “When I am down”, un temazo en toda regla, que, si ya suena bien en estudio, en directo, y con las dos voces, se convirtió en un autentico momentazo, de esos que se te quedan grabados, con todo el mundo escuchando de manera muy respetuosa, mientras ambos cantantes se entregaban en cuerpo y alma a su ejecución; memorable, como se pudo comprobar ante la estruendosa ovación y ese escalofrió que te recorre el cuerpo en ocasiones muy especiales.
Encarando la recta final del concierto, comenzó un homenaje a Elliott Smith, que ese mismo domingo hacia 15 años que había fallecido, y que, según nos comento Toni, que ya actuaría hasta el final sólo acompañado de su guitarra, fue un referente para él empezando por ese bello tema llamado “Son of Sam”.
Siguió con ese recorrido por algunas de las canciones del mencionado artista, con temas como ese “Miss Misery”, que estuvo nominado a los Oscar en la 70ª edición, aunque tuvo que competir con el fenómeno Titanic que arrasó con todo, o ese “Angel in the snow”, para el que de nuevo contó con la inestimable colaboración, de Mehnai, que se mostro muy feliz de cantarlo, mientras que en otro de los temas, con los que fue concluyendo su actuación, contó con la colaboración a las voces de Iván, un amigo del artista.
Y así, tras mas o menos una hora de actuación, terminó el concierto de un artista que se llevó el respeto y la admiración de todos los presentes, por ese sentimiento que le pone a su música, con ese tono melancólico que todo lo rodea, pero que, al mismo tiempo, te trasmite una sensación de estar a gusto y en armonía.
Realmente Eyeslandic es un artista que en directo gana mucho en relación a su música en estudio, ya que, personalmente, conecto más con su propuesta en vivo que en estudio y eso que no pude verlo desde el principio; me lo apunto para verlo en alguna otra ocasión.
Nada más acabar el concierto de Eyeslandic, subió Oskar de Noche de Rock, para explicar un poco como se gestó este concierto y, al mismo tiempo, anunciar que el cambio iba a ser muy breve, por lo que enseguida tendríamos sobre las tablas a Mehnai.
La banda, liderada por su vocalista Carmen, está formada por Rodri Irizabal a la batería, Mario de Inocencio a la guitarra y Carlos Gutiérrez al bajo, y están presentando su ya tercer disco, llamado “Red dragon”, publicado este año y que repasaría en su totalidad, junto a otros temas de su dos anteriores discos, comenzando, como en el actual disco, con “On the road”, uno de los temas que más me gustan de su nueva obra.
Sin detenerse, siguieron con “Cold, Cold, Colder”, también de su nuevo disco, que sonó, como la anterior, de manera magistral, con todos los músicos mimando cada detalle, tras la que se mostraron felices de estar en el Black Bird, su segunda casa, y además con la gente de Noche de Rock, la que consideran su segunda familia, antes de seguir con “Lullaby”, de su primer trabajo del 2011 “Grab it while it's hot”.
De vuelta al actual disco, llegó el turno de “At your own pace”, para el que nos pidieron que diésemos palmas en el estribillo, lo que hizo al tema, ya bello de por sí, aun más entrañable, para volver a recordar su primer disco con “Give me our first time back”, un tema muy variado y con bastantes cambios de ritmo.
Un nuevo paso por “Red dragon” nos llevó a “Live changed my mind”, en la que nos hablaron sobre la pérdida de contacto con la gente que queremos ya sea por dejadez o por cabezonería, interpretada de manera muy intimista y que se convirtió en un momento de gran brillantez de todos los músicos de la banda, cuidando hasta el más mínimo detalle.
Para no perder ese aura casi místico que se había creado desde el inicio del concierto, la artista iba enlazando piezas, como ese “Storm”, de su primer disco, con parte del público cantándola, a la vez que se mostraba muy comunicativa y muy natural durante toda la velada, que siguió con “Wait for me”, otro gran tema de su actual trabajo y en la que estuvo muy bien arropada a los coros por su guitarra, con la gente escuchando en un casi unánime silencio.
Sin abandonar el citado nuevo disco, siguieron con “Tired of”, que sirvió de presentación a los músicos que la acompañaban, siendo un tema más contundente y donde Carmen demostró que es un autentico terremoto en directo, con una entrega fuera de toda duda encima de las tablas, antes de seguir con “The warrior”, otro tema de su nueva entrega que sonó fantástico.
Menhai
Nos animaron a contornearnos al ritmo de “I need it”, de su primer disco, que recordaba a la música de “Abierto hasta el amanecer”, siendo un tema muy sensual, con Carmen haciéndonos participe de su bendita locura, para pasar por su segundo disco, “Trust freebird” del 2014, con “I want out”, otro bello tema, con unos coros muy logrados y ella prolongando su voz de manera brillante.
Comenzaron a despedirse con “Monsters”, una canción de su nueva obra en que nos animan a desprendernos de nuestros monstruos internos y ser lo más libres posibles, antes de terminar, en principio, con “Until we became dust”, también de “Red dragon”, con un Rodri Irizabal realmente genial, como durante toda la noche, siendo una canción que va cogiendo fuerza a medida que va discurriendo, con las dos voces alternándose , finalizando todo con un momento de locura, con la que terminaban su actuación.
Sin embargo, ya nos habían avisado que, si queríamos, iban a tocar algún tema más, siendo el primero de ellos “Hope is all we have”, de su anterior disco, en donde recordó que ese día era el del cáncer de mama, que ella había pasado recientemente y que quiso dedicar a su oncóloga, para luego agradecer, una vez más, a Oskar y a su familia todo el apoyo en este tiempo y tocar “Red”, de su primer disco, en la que nos pidieron que balanceásemos nuestros brazos, en una especie de exaltación de la amistad.
Ahora sí, se despidieron de todos nosotros con “The Bible”, la canción que restaba de su nuevo disco, un tema muy potente y con la que nos abandonaron entre una fuerte ovación, después de hora y media de concierto realmente maravilloso.
Mehnai demostraron que son una banda de directo, con una propuesta a la vez intimista y cercana, contundente y dulce, pero todo ello bajo el abrigo de una calidad fuera de toda duda tanto en la composición como en la ejecución, dejándonos una sensación de ser participes de las sensaciones y reflexiones que la banda nos quiere trasmitir.
Al igual que a Eyeslandic, era la primera vez que les veía en directo y me quedé con ganas de volver a verlos en otras ocasiones, algo que en cuanto pueda haré.
Y así acababa esta noche tan especial, donde dos propuestas de música intimista, pero desde músicas diferentes, coincidieron para hacernos disfrutar de una noche memorable, tal y como se presumía, en especial gracias esa interpretación conjunta en ese “When I am down” que forma parte ya de los mejores momentos de este 2018 y que demuestra que la música, al margen de gusto personales, es principalmente sensaciones.