Tras la buena sensación del concierto matinal de Dardem la semana anterior, decidí repetir experiencia matutina y acercarme de nuevo a La Lambiona, para, en este caso, ver un concierto totalmente eléctrico y al uso de la gente de Mazo de Santo, que visitaban la ciudad de Torrelavega con su nuevo y primer disco bajo el brazo.
La cita era algo más tardía que la anterior vez, lo que me resultaba un poco incómodo, habida cuenta de otros planes que tenía para el resto del día, a lo que se unió el que la prueba de sonido se demorase mucho más de la cuenta y el concierto comenzase cuando había acabado el de la semana anterior.
La afluencia de gente, todo hay que decirlo, sí que se vio beneficiada con esta demora, ya que a la hora establecida éramos muy pocos los presentes, algo que fue corrigiéndose a medida que pasaban los minutos, habiendo una más que presentable entrada, principalmente de amigos de la banda.
Y tras conseguir encontrar el sonido más adecuado a las características del local, comenzaron los chicos de Mazo de Santo a repasar las canciones de su disco, llamado como la banda y presentado hacia poco más de un mes, con “Nido de serpientes”, que fue la primera en caer, antes de, tras ajustar un poco más el sonido, llevarnos a la primera canción del disco llamada “Laberinto”.
Antes de seguir, decidieron presentarse para los que no los conocieran, recordando que vienen de Camargo y que tenían este CD a la venta en su puesto de merchán, el cual contiene temas como el potente “Clave de fe”, que fue seguida por uno que no está publicada en dicho disco, llamada “Frente al espejo”, que Alex, su cantante, dedicó a su padre, y que sirvió de punto de inflexión para que la banda se soltase un poco más y se encontrase más cómoda sobre el escenario.
Mazo de Santo
No había momento para la pausa ni para el descanso, siguiendo con otro tema no publicado, llamado “Tu combustión”, con un ritmo más marcadamente stoner, para, tras un brevísimo descanso, volver a su flamante trabajo con “Papel mojado”, uno de los temas que más me gustan de dicha obra.
Sin dejar su CD, siguieron con “Entre avispas”, un tema que fue muy bien recibido por la gente dando palmas, y es que es uno de los que más gusta a sus seguidores, lo cual no es de extrañar por lo bien que suena, antes de, sin apenas respiro, interpretar la no publicada aun “Pétalo gris”, un corte algo más lento, con la temática de la violencia de machista en vísperas del día de lucha contra esa lacra.
Otra canción no editada aun es “Coro de cuervos”, un tema que cuenta con una potente sección rítmica y que habla sobre todos los ladrones que nos gobiernan, antes de presentarnos otro corte nuevo, llamado “Clavos”, que a primera escucha me gustó y sonó bastante bien.
Con Marta desde la batería marcando la entrada, llegó el momento de “Luz”, otro tema no publicado en su disco y que fue de nuevo acompañado con palmas por un participativo publico, que se fue animando, como la banda, a medida que iba avanzando la actuación, que seguiría con “La trinchera de los necios”, una canción en que nos animaron a levantar el puño, que tiene una potente parte final y que esperamos ver editada en futuros trabajos.
Empezaron a despedirse, no sin antes agradecernos nuestra asistencia y encarar la recta final con canciones exclusivamente de su reciente obra, empezando por el que fue tema de adelanto, “Golpes bajos”, que tuvieron que reiniciar tras un comienzo en falso, antes de seguir con ese temazo que es “Templo de barro”, el corte con el que concluye el disco.
Mazo de Santo
Ahora sí, llegaba la despedida definitiva con “Muerdo el polvo”, el único tema que faltaba de sonar de los presentes en su disco y con el que se despidieron tras 70 minutos de actuación, pese a la insistencia de la gente para que tocasen alguna canción más.
Pese a que su vocalista había dormido poco, por motivos laborales, y lo poco frecuente de tocar en horario matutino, Mazo de Santo dieron un muy buen concierto, yendo de menos a más, lo que demuestra la calidad de esta formación y las ganas que le ponen a sus directo, luchando contra viento y marea para sacar adelante su evento.
Aun les queda alguna actuación más para acabar este año 2018, que ha sido tan especial para la banda, habiéndose hecho ya un hueco dentro de la escena cántabra y que su nombre sea, por lo menos, conocido por los seguidores del rock en Cantabria.
Suponemos que, con el volumen de temas nuevos que tienen, no tardaran mucho en publicarlas y es que la actividad de la banda no parece cesar.
Y así, nada más terminar el concierto de Mazo de Santo, me marché de La Lambiona, ya que se había hecho un poco tarde y quedaba toda la tarde noche por delante, con la satisfacción de haber visto un gran concierto y de ver como dicho local sigue, no sólo haciéndose un hueco en la escena cántabra, siendo ya un local de referencia, sino volviendo a situar a Torrelavega dentro de ese circuito, algo que era más que necesario.