Siempre es de agradecer que los promotores apuesten por traer a nuestra comunidad autónoma grupos que, quizás, no sean mayoritarios, pero que pueden acercar a un grupo importante de gente no tan frecuente en otras citas y convertir aquello en una gran fiesta. Quién sabe si a esta gente les pique el gusanillo y salgan más veces de sus respectivas cuevas.
Algo así ocurrió el miércoles 5 de diciembre, víspera de fiesta estatal, cuando el Escenario Santander nos trajo el inicio de gira de dos bandas míticas del underground cono son los brasileños Ratos de Porão, viejos conocidos ya por estas tierras, y los mexicanos (aunque sus músicos son de medio mundo) Brujeria, siendo algo así como un regalo de navidad anticipado.
Lógicamente, no podía faltar a este evento, que, para más señas, hacia el número 100 de los que he asistido este año, por lo que la celebración era doble, con ganas de ver por tercera vez a los brasileños y por segunda a los mexicanos, a los que la otra vez que los vi fue en el Kobetasonik a plena luz del día.
Con estas perspectivas me acerqué al magnífico recinto santanderino, donde ya se podía ver un gran ambiente, con gente veterana que tenía ganas de recordar viejos himnos de épocas pretéritas y, en especial, recordar aquel mítico concierto de Ratos de Porão en Bezana junto a KDK y Anticlerical, de cuando todos éramos algo más jóvenes.
Y con más de 300 personas presentes y máxima puntualidad, como debe ser, subieron a las tablas Ratos de Porão, con su miembro fundador Jão a la guitarra, su carismático cantante João Gordo, en la banda desde 1983, su batería Boka, 27 años como integrante de la banda y el último en entrar, su bajista Juninho que ya lleva 14 años con ellos, lo que da una idea de la estabilidad de la banda.
En estos 37 años de carrera, han publicado 12 discos en estudio, un par de Ep´s, varios splits y 3 discos en directo, aunque el último de sus trabajos ya tiene 4 años, con un estilo que ha pasado por un punk hardcore inicial, al Thrash Metal de los primeros 90, hasta llevar a cabo un estilo que combina ambos estilos y que les ha hecho tener un sonido muy identificativo.
Ratos de Porao
Sin muchas parafernalias salieron los brasileños, comenzando su actuación con “Odio”, aquella canción que estaba presente en su mítico “Anarkophobia” de 1991 y que desató los primeros pogos de una gente totalmente desatada desde el primer minuto y dispuestos a disfrutar a tope con el cuarteto.
Pero si hay un disco con el que la banda fue conocido en todo el mundo fue con aquel “Brasil” de 1989, que mucho escuché al poco de salir en un vieja casete, y que contenía temas imprescindibles como la inicial “Amazônia nunca mais”, que en este caso fue seguida, sin pausa alguna, con “Lei do silêncio”, mientras la gente seguía disfrutando de una actuación muy solida de la banda.
La banda en todo momento se mostró muy comunicativa y cercana, siempre dirigiéndose a nosotros en castellano e intentando animarnos aun más, con temas como la rápida “Testemunhas do apocalipse”, que estaba presente en su anterior trabajo “Homem inimigo do homem” del 2006, para regresar a sus primeros discos con “Ignorância”, un tema de 1987, publicado en “Cada dia mais sujo e agressivo”, con el bajista demostrando ser un autentico crack, sin olvidar al resto de la banda, con un João Gordo muy metido en el concierto.
De vuelta a su emblemático disco de 1989, llegó el turno de “Crianças sem futuro”, que volvió a provocar una autentica locura entre los presentes, como también lo haría la imprescindible “Farsa nacionalista”, para, tras recordar otras visitas a Cantabria, hacer la primera incursión en su último disco hasta la fecha, “Século Sinistro” de hace 4 años, con “Grande Bosta”, que dedicaron a Ronaldinho Gaucho.
No se permitieron muchos descansos, los justos para secarse el sudor y seguir con “Morrer”, que abría su primer disco “Crucificados pelo Sistema”, de hace 34 años, y que fue interpretado a toda velocidad por la banda, para seguir en ese trabajo primero con “Não me importo” y luego con el esperado tema título “Crucificados pelo sistema”, que incendió aun más el ambiente.
Tras regresar a su disco de 1989 con la genial “Herança”, se tomaron un brevísimo respiro antes de volver a su actual disco con el tema que le abre, “Conflito violento”, tema mucho más complejo y elaborado que los de sus primeros discos y con muchos más cambios de ritmos.
Ratos de Porao
No quisieron olvidarse de aquel “Just another crime... in Massacreland”, que tenían recién editado en su primera visita por Cantabria, hace 24 años, y que contenía temas como “Suposicollor”, para regresar a su disco de 1987 con “Pensamentos de trincheira” y su inicio casi instrumental y guitarrero, para luego volverse un tema muy rápido.
Tras agradecernos nuestra presencia, llegaba el momento de repasar su disco de 1997 “Carniceria tropical”, primero con “Estilo de vida niserável”, para luego seguir con la intensa “Crocodila”.
La recta final del concierto estaba cerca y la banda hecho el resto en el final del concierto, dándole otro repaso a su “Brasil”, con “Aids, pop, repressão” y ese sonido bailable del comienzo, para seguir luego con ese himno definitivo que es “Beber até morrer”.
Para el final del concierto nos dejaron “Igreja uiversal”, de su disco de 1991, en el que nos hicieron levantar las brazos y agitarlos, para despedirse definitivamente de todos nosotros con la mítica “Crise Geral” de hace 31 años, con la que dieron por finiquitada su actuación tras una hora.
Personalmente, me gustaron mucho los Ratos de Porão que demostraron encontrarse muy en forma en directo, dando un concierto muy emotivo, por el recuerdo de esas canciones con las que crecí, pero mostrando que los años no pasan para ellos.
Reconozco que los había perdido la pista, pero, a raíz de este concierto, creo que va siendo hora de seguirlos más de cerca y profundizar más en discos que tenía abandonados, porque Ratos de Porão son un grupo que merece mucho la pena, como denostaron esta noche.
Y llegaba el turno ahora de esa banda tan querida como crucial para entender una forma de entender el metal extremo y sus derivados como son Brujeria, los cuales han editado 4 discos, 3 Ep´s y varios singles, además de unos cuantos recopilatorios, en sus casi 30 años de vida.
La formación que nos visitó esta noche, todos con sus correspondientes pañuelos en la boca, es la formada por sus fundadores Juan Brujo (John Lepe) y Fantasma (Pat Hoed), ambos vocalistas, el Criminal (Anton Reisenegger) a la guitara, Hongo (Shane Embury) al bajo y Hongo Jr. (Nick Barker) a la batería, conformando una alineación de altísima calidad y es que estamos hablando de autenticas leyendas del metal extremo.
Pero yendo al grano de lo visto esta noche, el concierto se inició con una intro que dio pie al tema “Cuiden a los niños”, presente en su tercer disco “Brujerizmo” del 2000, y en el que ya pudimos apreciar lo que sería la tónica del concierto, donde el sonido de las voces fue poco menos que inaudible, mientras el resto de los instrumentos sonaban de manera atronadora.
Sin pausa alguna, siguieron con “La ley de plomo”, ese cañonazo que estaba presente en su segundo disco “Raza odiada” de 1995, con la gente enloquecida, que fue saludada por el grupo, antes de regresar a su tercer disco con la acertada “El desmadre”, que fue realmente lo que se vivía allí en ese momento, con la gente dejándose llevar por la intensidad de los temas, perfectamente ejecutados por unos músicos que hacían gala de su gran trayectoria
De nuevo íbamos a adentrarnos en su segunda obra con ese “Colas de rata”, muy cañero y que tuvo un gran recibimiento por parte de los presentes, antes de dedicarnos a todos “Hechando chingasos (Greñudo locos II)”, también presente en ese disco, y donde pudimos apreciar que el peso del concierto, en el aspecto vocal, lo llevaba el Fantasma, con un Juan Brujo que aparecía más como figura emblemática y arengando a los presentes.
Brujería
Sin dejar el mencionado disco, era el turno de “La migra (Cruza la frontera II)”, preguntándose entre sus vocalistas cuantos pesos pedían por nosotros, para seguir con la premonitoria “¡Viva presidente Trump!”, del single del mismo nombre, editado en el 2016 y en donde, definitivamente, me di por vencido en mi empeño de entender las voces, que prácticamente no se oían.
Su último disco, también del 2016 y llamado “Pocho aztlan”, me parece un gran trabajo y en donde encontramos grandes temas como ese “Ángel de la frontera”, que, personalmente, me parece de lo mejor que han sacado, o ese “Satongo”, que ejecutaron a toda velocidad, sobre todo su increíble y brillante sección rítmica. Para mí, supuso un punto de inflexión en el concierto, que fue mejorando de aquí al final.
Pero si hay un disco con el que la banda fue conocida fue con su debut “Matando güeros”, de 1993, con temas como el potente “Desperado”, con partes realmente rápidas, que fue seguido en el concierto por el tema que casi daba nombre a su segundo disco, “Raza odiada (Pito Wilson)”, un gran tema, donde la música brillo de manera especial y es que pocas secciones rítmicas dentro del metal extremo pueden funcionar tan bien como ésta, sin olvidar la magistral aportación de su guitarrista.
Pasamos al tercer disco con el tema que daba nombre, “Brujerizmo”, y esos inquietantes coros iniciales, antes de preguntarnos si estábamos listos y seguir en dicho trabajo con “División del norte”, que nos adentran en otro lento y pesado tema, de los de mover la cabeza sin parar, y en la que nos pidieron que levantásemos nuestras puños.
Siguiendo en el mismo disco, era el turno de “Anti-Castro”, completando este amplio repaso por su disco del 2000 con la “Marcha de odio”, incitando a los soldados de Brujeria a unirse, con una espectacular exhibición tanto de la sección rítmica como del guitarrista, que se valió de sobra para hacer una gran labor.
De vuelta a su segunda obra, era hora de incitarnos a la “Revolución”, con un tema altamente guitarrero, que, como en el disco, fue seguido por “Consejos narcos”, para la que contaron con la colaboración de una chica que movía un cartel con las palabras si y no puestas en cada cara y que tenía que enseñar en función de cada frase, algo que siempre funciona en directo.
Brujería
La última visita a su actual disco vino con la brutal “No aceptan imitaciones”, una autentica maravilla y en la que dejaron claro que “esto es Brujeria”, antes de agradecer a sus amigos de Ratos de Porão el compartir gira y provocar la locura, en todos los aspectos, con “Matando güeros”, la canción que daba nombre a su primer disco y con la que se hicieron populares.
Y con el “Marijuana”, de su Ep del mismo nombre de 1997, como fondo, cantado solo por sus vocalistas, mientras el resto de los músicos se despedían, terminaba la actuación de Brujeria, tras poco más de una hora de actuación.
Contrastando opiniones con la gene, en general, la mayoría salía bastante contento con la actuación de los mexicanos, aunque yo tenía un sentimiento encontrado, ya que, si bien en lo musical estuvieron impecables, dando un autentico recital, las voces no se acabaron de oír, con Juan Brujo teniendo un papel muy secundario, pero su sola presencia es algo que ya de por si resultaba un aliciente.
En definitiva, buen concierto en líneas generales, donde cayeron todas la canciones que esperábamos y donde el principal borrón fue lo poco que se oían las voces, pero no todo puede ser perfecto y tuvimos, a cambio, tres masterclass a cargo de sus músicos.
Y así, contento por haber podido ver a dos bandas históricas como los brasileños Ratos de Porão y los mexicanos Brujeria cerca de casa, marché del Escenario Santander, todavía masticando lo vivido y muy agradecidos a la gente de este local por seguir trayendo música cañera de este nivel a nuestra comunidad autónoma.