Desde hace una década a esta parte, han estado surgiendo a patadas bandas que una vez oí definir como “New Wave of Little Monster Drinkers”, refiriéndose a todos esos grupos de thrash machacones, llenos de clichés, repetitivos hasta la saciedad, y fruto de refritos de viejas fórmulas. En medio de este panorama vio la luz Agresiva. Que si bien es innegable que la banda madrileña bebe del thrash clásico (en especial de la Bay Area), presenta un sonido más técnico y elaborado, más melódico, y con una voz más próxima al heavy o al speed metal clásico que les diferencia del resto de grupos.
No se cumplen diez años todos los días, ¡y qué mejor forma de celebrarlo que con un concierto!
La cita era en la Sala Nazca Live (Madrid), y como encargados de calentarnos las cervicales estaban los pacenses Jack’s Slave, que practican un thrash/groove más moderno, con tintes de hardcore.
Poco antes de las 20.30 saltaron sobre las tablas con “Hellback” y encadenaron con “Redemption”, temas rápidos y directos, que dejaron patente la gran calidad de la banda. Tras presentarse continuaron con “The Time Of My Revenge”, con un inicio brutal y un estribillo que recordaba a algunos temas de la etapa groove de Pantera, alternándolo con partes más hardcore.
Del mismo estilo siguió “Empty Bottles and Sweat”. La línea de batería de “Stronger And Stronger” hizo las delicias de los más thrashers, marcándose un buen tupá-tupá. Y en “Words of a Dead Man” volvemos a ver la gran versatilidad de su cantante, Wolf, que tan pronto rasga su voz como canta limpio.
Jack’s Slave
Siguieron metiendo zapatilla con “Living Each Of My Own Mistakes”, derrochando actitud y energía pese a que el público estaba más bien parado. “Live Never Stop” va directa a la puta cara, y el cantante pide movimiento, comenzando a alzarse varios puños en alto entre el público, al ritmo de la canción. Con un ambiente más caldeado, descargan “Some Day You Bleed”, y se despiden con “Born To Kill Or Die”, para cuyo estribillo, de nuevo Wolf vuelve a pedir la colaboración del público, que lo corea con entusiasmo.
Con poco menos de una hora de concierto y diez temas, los de Badajoz se fueron dejando muy buen sabor de boca, pese a que al principio la audiencia se mostró algo fría. Según comentó el cantante durante el concierto, esta fecha era muy importante para ellos pues era su primera reunión después de un largo tiempo separados. Sabiendo esto, tiene aún más mérito lo perfectamente cohesionados que sonaron. Espero que puedan continuar su trayectoria, pues aunque el estilo que practican (inspirado en grupos como Pantera o Stuck Mojo) no sea lo que más me atrae, sin duda aquí hay calidad.
Jack’s Slave
Tras el pertinente cambio en el escenario, por fin llegaba el turno de Agresiva. En la pantalla se anunciaba el inicio del Acto I: “The Decibel Tour”, a la par que sonaba la intro de “Decibel Ritual” (2017), último disco de la banda, y en el que estaría centrada esta parte del concierto. La voz en off ya nos lo advertía: “…Listen at your own risk”.
Con la potencia a la que nos tienen acostumbrados, iban cayendo temas como “The Aftermath”, “Heading For Midnight”, “Void” o “Under Silver Selene”, tras lo cual nos regalan una versión del “You Only Live Twice” de Vicious Rumors, banda californiana con la cual fueron muy comparados en sus inicios. Vuelven a retomar el disco con “Rodents In a Wheel” y finalizan con “The Pantomime”, cuya característica intro pertenece a un fragmento del film “Martín (Hache)”.
Y sin más preámbulos comenzaba el Acto II: “The Eternal Crime”, donde repasarían sus primeros discos.
Nos habían prometido que sería una noche llena de sorpresas, y aquí llega la primera: para tocar “The Glorious Revolution” salen a escena Daniel Villaseñor y Eduardo Chamón, bajista y guitarrista respectivamente, que grabaron el primer disco de la banda, al cual pertenece este tema. Para “The End Of The Game” retoman sus posiciones Miguel Coello y Miguel Martín. Con “Hell Town” vuelven las colaboraciones: nada más y nada menos que Óscar Sancho (Lujuria) y Javier Endara (Wild) acompañan a las voces a Samuel. Entre apretones de manos y abrazos se despiden, y cae el que para mí es el himno de Agresiva, “Pounding United”, uno de esos temas que te incita a saltar y mover las greñas cual poseso.
Agresiva
El siguiente tema es una versión de Iron Maiden, “The Evil That Men Do”, y lo dedican a toda esa gente que lucha por mantener abiertos sus garitos, pese a que cada vez van quedando menos. Para interpretarlo cuentan con la colaboración de Cecilio Sánchez-Robles (Ankhara, Tequila Sunrise), que además de reconocido guitarrista de la escena madrileña, también atiende tras la barra del “Tuareg”.
Ceci se despide, y tras dar caña con “A Man Of Tomorrow” llega un momento muy emotivo. Ahora la dedicatoria va para los músicos que siguen manteniendo viva la llama. Samuel nos presenta con cariño al que fue su maestro de canto, que no es otro que Narciso Tenorio (Júpiter). Juntos interpretan la mítica versión de “Diamond and Rust” que Judas Priest hicieron del original de Joan Báez.
El concierto está a punto de finalizar, y tenemos el gustazo de escuchar “Sent To War”, tema que dio título a la primera demo de Agresiva, allá por 2010.
La banda se despide, aunque sin hacerse mucho de rogar vuelven a salir a darlo todo con un último bis, “Grateful”, en la que Samuel recuerda a un amigo que ya no está.
Ahora sí que de verdad abandonan el escenario, tras una auténtica lección de thrash metal clásico, con los soberbios solos de Miguel Coello, la arrolladora perfección de las baquetas de Bastian, el contundente rasgueo de Miguel Martín, y la inconfundible voz de Samuel, que además no para un segundo quieto, animando constantemente al público.
Vuelvo a casa con la sensación de haber vivido una noche para el recuerdo, y con la felicidad de haber visto entre distintos músicos de Madrid ese buen rollo que tanta falta hace en muchas ocasiones en la escena.