El sábado 15 de diciembre tuvimos cita con The Barrenos y Speed en Plaza Beltza de Sopelana. El evento, organizado por Rock a todo Trapo, Santurtzi Irratia, en un principio estuvo pensado para meses antes, aunque finalmente se aplazó hasta la presente fecha.
Lo cierto es que soy fiel seguidora de The Barrenos: intento ir allá donde vayan ellos a hacer sonar sus melodías con olor a minas e industria. Sumémosle el hecho de que iban a dúo con Speed, clásico donde los haya para todo buen melancólico, que encima han seguido dando caña ofreciendo nuevos trabajos que hacen que la banda supere la etiqueta de banda ochentera. Más o menos como The Barrenos, con su pasado asentado en Los Dalton, y su nueva identidad que va más allá de un mero lavado de cara.
Precisamente The Barrenos fueron los encargados de abrir la noche, al grito de "Al enemigo ni agua" seguido de los acordes de "Que los muertos pidan paz”, tema de su primer disco. Este era el primer concierto de la banda desde que sacaron su segundo disco “La era virtual”, y era de esperar que en el repertorio tuvieran más peso los temas extraídos de este trabajo. Pero no, The Barrenos, fiel a su esencia de no hacer lo que se espera de ellos, repartieron para todos los gustos. Ya quedó claro con las siguientes tres canciones: "La era virtual", "No me callarán" y "Diarrea mental"; mezclando primer y segundo álbum y en el último caso, una canción de cuando aún se llamaban Diarrea mental como banda, previa incluso a Los Dalton.
The Barrenos
A partir de ahí todo fue fluido, natural. Como ellos mismos, vamos. Si por algo se caracteriza este grupo es precisamente por hacer las cosas a su manera sin demasiado aspaviento. Y funciona siempre, a pesar de un sonido algo turbio, o de la escasa presencia de público. No sé cómo explicarlo:, no es el típico concierto al que vayas a descargar, o a vacilar. Sencillamente vas y te atrapa con su sonido potente, a ratos melódico, a ratos amenazante y acelerado. Mención especial a la selección de versiones, "Presos" de RIP, "Dougie Giro" de Toy Dolls y un amago de "Solitarity" de Angelic Upstart que nos regaló el guitarra Jorge en algún momento de ajuste de instrumentos que nos dejó con las ganas.
Y seguimos cantando sus canciones, nueva y anteriores: "Mirada triste", "Palabras" "A ras del suelo" o "Tierra y libertad", hasta cerrar con "Petro-olor". Eché de menos "Si quiere te alcanza", pero no me sobró ninguna otra. Supongo que en otra ocasión (espero que pronto) la escucharemos en directo.
The Barrenos
Un rato después llegó el turno de Speed, venidos desde Gipuzkoa con muchas ganas de hacernos pasar un buen rato. No tardaron en empezar a descargar sus temas, al lío que se dice. Abrieron con el tema de antaño "Máquinas" también incluido en su último trabajo "Pura morralla" y continuaron en este primer bloque dando un buen repaso a este disco con temas como "La Yessi", "Va a ser que no" o "Independentzia". Pienso en este concierto como dividido por bloques: una primera parte más centrada en los Speed actuales, desde 2012 hasta ahora, más pausados, maduros musicalmente pero guardando el gamberrismo y humor del que siempre han hecho gala, y una segunda parte que recoge el espíritu de los primeros tiempos de la banda.
"Por culpa del gobierno" dio paso a "Si falta rock and roll no merece la pena", cerrando así esta primera parte del bolo. Antes de descargar algunos temas emblemáticos, nos regalaron alguna que otra canción nueva, como "Cáncer terminal" o "Excuse moi", muy en la línea de la última entrega, incluso algo más seria, pero con su sello claramente.
Speed
Finalmente entraron en ese bloque de temas de los primeros discos, más rápidos y contundentes. Como ejemplo "Ernesto está puesto", o la mismísima "Gamberros". El público entregado, pidiendo a ratos "Calderete" pero sin echarla del todo de menos. Tuvimos buena dosis de Speed. Hubo tiempo para la nostalgia y para reafirmar que la banda sigue tan enérgica como siempre.
Así cerramos el recuerdo de esa noche, con esa idea: la de dos bandas que dan guerra más allá de unos inicios mitificados. Hasta otra.