Sons of Aguirre de nuevo en la ciudad, visitando la capital cántabra, Santander, o como ellos y mucha gente dice, Fachander, dos años después de su última visita, pero esta vez acompañados por los metaleros Scila, que juntos, han formado un grupo potentísimo, enérgico que mira de tu a tu a los mismísimos Riot Propaganda. Las comparaciones son odiosas, lo sé, pero es que es inevitable, eso sí, tenemos Sons of Aguirre & Scila para rato, o al menos eso esperamos.

Esta vez eligieron el Black Bird, una sala más pequeña que el Escenario Santander (allí fue su anterior visita en el 2017), pero más caliente, en el sentido que tienes al grupo a dos palmos de tus narices y sientes los directos más intensamente. En un principio temíamos por la fecha, el primer fin de semana de febrero en el norte fue bastante complicado, las carreteras que nos unen con la meseta se abrían y cerraban de forma intermitente y la banda venía directamente de Guadalajara y habría una posibilidad de que no llegaran a tiempo, pero no fue así, tuvimos una buena dosis de Sons of Aguirre & Scila que duró más o menos una hora y media.

Se puede decir que llenaron el Black Bird, no sé si agotaron entradas, si no fue así, cerca estuvieron porque había cabezas y cabezas hasta el final del todo donde está la barra, mucha juventud, muchos millennials y muchos mensajes, a uno le agrada ver como una banda tan comprometida que dice verdad tras verdad tenga tantos seguidores jóvenes que coinciden con sus mensajes, a uno le da que pensar y ver que no todo está perdido, que hay futuro, o al menos esperanza.

Durante los primeros acordes de "La Cigarra y La Hormiga", aparecieron los Scila sobre el escenario para dar paso a Masa y Willy de Sons of Aguirre mediante ese pasillo que se formó en medio de la sala, ya desde el inicio la peña se puso a botar dejándose llevar por los numerosos saltos de esta gente que contagiaron a más de uno, posteriormente se sumó a la fiesta Diego Varea, conocido por el Msias, para completar la tripleta de voces que a estas alturas todos conocen por coincidir con ellos en más de un festival, porque son ya unos imprescindibles en los numerosos eventos veraniegos del país.

Con ellos nos fuimos a Cuba para acabar con "Resplandeciente y Magenta", se puede decir que es un himno de los Sons of Aguirre donde todo el mundo corea UpyD, obviamente fue dedicada a la ¿desaparecida? formación política, sin olvidare de Vox, claro está. Y tras romper una cuerda, o al menos eso comentaron, y problemas con el bajo que no se escuchaba bien, continuaron con "Mata a tu Coach", una realidad de mierda que cada día está más presente en nuestras vidas, si eres un Coach, estás en peligro, y con razón.

No podía faltar en su set list "Bertín", hablándonos de ese nombre caballero del sur, con sus ideas, sus actos, sus tonterías, poco más que decir de esa persona, luego los Scila se bajaron del escenario y Willy y Masa se quedaron solos para dar un poco de caña al trap al grito de "¿os gusta el trap?", pues toma un "Ajo Infuso" y "Privilegiados", la primera dedicada a Cecilio G, que recientemente salió de la cárcel, acusado por un delito de amenazas.

De vuelta los Scila, que pose tiene esta gente, que saber estar, como tocan Edgar y Edu las guitarras, Rubén el bajo y el otro Rubén a la batería, y mientras se colocaban, Masa pidió al populacho un cántico, bajo su sorpresa la peña se puso a cantar "La Fuente de Cacho" casi entera, un canto popular de la tierra que en estos últimos años se ha hecho más fuerte gracias al fútbol, en los Campos de Sport de El Sardinero todos los domingos se canta a grito pelao antes de los partidos del Racing de Santander, digo sorpresa de Masa porque esperaba algo tipo ".. Rajoy muérete...", la verdad que la cara de sorpresa que tenía la banda era digna de enmarcar.

Seguíamos con la música, ahora le tocaba el turno a "Napalm de Libre mercado", que entraron mal y la tuvieron que empezar de nuevo, alegaron entre risas que el anterior cántico les había bajado la autoestima, luego con "N.T.S.H.T.S.", dividieron el Black Bird en dos, por un lado estaban los partidarios del "nuevo presidente" de Venezuela, Guaidó, y por otro Ana Botella, y la mejor opción para solucionar los conflictos, es chochar unos contra otros, y así fue, un pequeño muro de la muerte (algo light la verdad), que difícilmente se puede montar en una sala de medio aforo, pero al menos, se intentó.

El publico canta ".. no estamos todos, falta Rita..", "... y Botín..." dijo Masa, una entradilla perfecta para "Carta al Sr. Fiscal", con un mensaje claro, no os autocensuréis. Seguimos para bingo, "Valley of The Fallen", una pena que no colaborase Amaia Montero dijeron, a estas alturas del concierto el Black Bird era una auténtica olla a presión con ese lleno total.

Y para calmar un poco a la peña, Diego Varea se enfundó una guitarra acústica e interpretó "Cristales Rotos", uno de los temas del disco "Azul/Rojo" que esa noche presentaban en Santander, un tema con un mensaje increíble, si no le conocéis, pegarle una escucha. Detrás de Diego se situó toda la banda sin sus instrumentos, abrazados unos a otros, uno de los momentos de la noche, sin duda.

Llegábamos al final del concierto, la banda y público estaban agotados, pero todos querían algo más, de primeras los Scila nos pusieron los dientes largos con unos acordes del mítico tema de Iron Maiden "The Trooper", luego, se presentó toda la banda, y por último salí a escena, "Velocirraptor Vegano", un fin de fiesta que todos esperábamos.

El concierto terminó, pero la gente no se iba del lugar y las primeras filas no abrían un hueco para que la banda se bajase del escenario, así que Diego cogió el micro y se puso a cantar "La de los Maniquíes", solo un poquito para que la peña la cantase también, luego Masa hizo lo mismo con otro tema, normal que la gente no se quisiera ir.

La final tomaron el control desde la mesa de sonido y pusieron "Tonta Gilipó" de los Ojete Calor, así sí que se despejó la sala, eso sí, Sons of Aguirre se quedó con cara de susto al escuchar este tema, que por cierto, tiene su no se qué...

Sons of Aguirre & Scila son algo más que un grupo de moda, es una formación que dice palabras como puños, que tiene un mensaje que todo el mundo debería escuchar, no se cortan, sus lenguas afiladas necesitan de carnaza, algo que abunda en nuestra sociedad, por eso les vemos un futuro prometedor.