La Casa de las Musas de Burgos se quedó pequeña ante el paso de Rat-Zinger por su acogedor escenario.
Rat-Zinger llegó a Burgos el domingo 17 de febrero para ofrecer a los suyos un enérgico concierto de principio a fin. Un concierto programado para la hora del vermú y que a su finalización dejó un local devastado por la fuerza en directo de los músicos y la entrega de sus fieles.
Alrededor de un centenar de partidarios de los vascos nos dimos cita en esta acogedora sala de Burgos, con mucha cara conocida entre los presentes. Espectadoras y espectadores llegados desde Las Merindades, Bilbao o Vitoria-Gasteiz agotaron todas las entradas disponibles para un concierto que arrancó pasadas las 13:30 horas.
El cuarteto asestó su primer golpe de la mano de "Dios salve a Ronnie Biggs". Javi, Calico Pink, Podri y Xabi habían salido al pequeño escenario de La Casa de las Musas con rabia y dispuestos a no dejar títere con cabeza.
"Santa Calavera" y "Patria" cayeron después en un arranque de actuación de infarto. La temperatura en la sala ya había aumentado unos cuantos grados y los de Bilbao, con la ayuda de un entregado público, poco a poco fueron convirtiendo aquello en un pequeño infierno. Es de agradecer que pese a que en el local se colgase el cartel de "Entradas agotadas", pudiéramos presenciar el directo de la banda sin grandes agobios. Otros hubieran apurado al máximo para rascar unas entradas más sin pensar demasiado en el espectador.
Rat-Zinger
Rat-Zinger que este año cumple diez años de andadura se encuentra presentando los temas que dan forma a "Santa Calavera" (2018), una última publicación que ya cumple un año en la calle y de la que sonaron entre otras canciones como "Golpeando al hombre muerto", "Tu pasajero" e "Indestructibles".
Mientras la intensidad sonora iba en aumento y los chupitos viajaban desde la barra al escenario, la demoledora descarga de los vascos continuaba en Burgos de la mano de las ya clásicas "L.E.Y", "Dicen que soy" y "Narcosanto". Títulos que provocaron pogos, saltos y golpes en las primeras filas.
El cuarteto sobrado de carácter como siempre, nos regaló velocidad y agresividad en sus canciones. A veces con un toque más punk y otras más cercanas al hardcore o al metal. Composiciones ejecutadas sin fisuras ni tregua, en un agradable mediodía dominical que llegó a su fin con "9 mm", en el que fue un final de acto apoteósico.
¡Menuda buena mañana de domingo nos regalaron los hijos bastardos del Papa de Roma!