Queda confirmado que la Heaven ya es oficialmente nuestra segunda casa, no en vano decidimos hacer allí nuestra primera fiesta Insonoro, espero que nos dure el chollo (a todos a los que nos gusta la música en directo) y los dueños de la sala no se cansen de hacer conciertos, porque si no ya no sé qué sería de la música en Cantabria.

Bueno, no me enrollo más, acudimos de nuevo a la Heaven Dance Club para pasar un viernes diferente que sería amenizado por el grupo local Las Orejas del Lobo y por los valencianos Uzzhuaia.

Con una puntualidad canaria, y digo canaria porque el concierto empezó casi una hora después de lo previsto, pudimos ver a los cántabros sobre las tablas. Aunque todo hay que decirlo y a mí por lo menos se me pasó un poco el cabreo inicial de la espera al ver que aquello por fin empezaba a sonar.

Al principio el público era un poco escaso, pero bueno en cierto modo es lógico porque hacía bastante malo, jarreaba más bien, y al estar la sala apartada de la ciudad eso quita puntos para los que vayan andando. Ahora eso sí, poco a poco fue llegando la gente.

Las Orejas del Lobo abrieron su bolo con “Tiempo para la acción”, el último tema de su más reciente disco, “Momentos de asueto”, ya incluido hace tiempo en nuestra sección de reseñas, para seguir con temas más clásicos como “Pa’ que te Enteres”, “El viejo”, “Los Emboscados” (a saco, sin intro ni nada), “El lago” (versión de Triana que aparece en su álbum “Toda una vida”) y para finalizar otro clásico, “Muros”. La gente estaba bastante animada y aunque al principio a los miembros de la banda se les notó un poco fríos fueron caldeando el ambiente con el paso de los minutos.

También apreciamos una tendencia del grupo hacia un estilo musical algo diferente cambiando las canciones y haciéndolas más lentas, con otro toque distinto, un aura que rezuma en “Momentos de asueto”, aunque Las Orejas del Lobo hayan manifestado que este tercer disco es un momento de reflexión y no será la tónica general. Sin embargo también hay que decirlo todo, y en vivo y en directo las guitarras de Ramón Caballero y Germán Cabiedes le dan a la banda una gran contundencia y distinción, sin olvidarnos de la batería de Alfonso Calderón y el bajo de Jesús Sánchez. Musicalmente son muy atrayentes se mire por donde se mire, es más que respetable que cualquier banda quiera tirar por otros derroteros.

De su último álbum se marcaron además de la que se encargó de empezar aquella noche, “Asfalto”, “Los Fracasados” y “Lamentos”. De éstos últimos decir que me gustó escucharlos en directo, ya que aún no había tenido la oportunidad, y aunque parecían como un descanso entre clásico y clásico, a mi más bien me parecieron todo un deleite para los oídos, por lo trabajados que están y por la calidad que derrochan.

Se echaron de menos y mucho, dos de sus temas más conocidos y emblemáticos: “Me revienta el corazón” y “Toda una vida”, aunque me consta que se quedaron en el tintero por el retraso, seguro que para la próxima podemos escuchar estas canciones saliendo de las cuerdas vocales de Tomás Sánchez.

La verdad es que el concierto de los cántabros estuvo bastante bien, aunque bajo mi punto de vista están en un momento de transición, y no me atrevo a juzgar mucho más allá, como se suele decir tiempo al tiempo. Realmente tengo una curiosidad enorme por saber qué camino escogerán en su próximo álbum, y eso que aún están presentando el último.

Y llegó el momento más esperado de la noche, la actuación de Uzzhuaia. Meses atrás, parte del equipo de Insonoro (concretamente Mikel), me decía una y otra vez: “Escucha a Uzzhuaia, que lo vas a flipar), así que un día le hice caso y vamos, tenía toda la razón del mundo, suenan cañón, y eso que solamente he escuchado su “Destino Perdición”.

Santander es una plaza difícil, no hay la cultura de rock que existe en otras ciudades, y meter a más de 100 personas en una sala es cosa de unos pocos grupos, esa noche Uzzhuaia metió (mas o menos) a 70 personas, el grupo se esperaba mas gente, pero creo que fue todo un éxito que 70 personas fuesen, teniendo el tiempo en contra.

Empezaron muy enérgicos con “Cuando Ya no quede nada”, y en ese tema pudimos ver cómo se desarrollaría el concierto, porque no bajaron el nivel ni un solo minuto. Continuaron con la canción que abre su último disco “Destino Perdición”, “Baja California”, donde Pau, el cantante, se deshizo de su americana y se apoderó de esa pandereta “maltratada”, que una y otra vez, era pateada.

Los coros estuvieron presentes en la mayoría de los temas, y es curioso como los realizan todos los componentes de la banda, sin llegar a pisarse unos a otros, se les nota esas horas de ensayo.

El concierto giró en torno a su último álbum, y me arriesgo a decir que se le tocaron enterito “Púrpura”, “La Flor y la Guerra”, “Destino Perdición”… pero sin olvidarse de los temas que les han llevado hasta aquí como “Perdido en el huracán”, “Más allá”, de su anterior trabajo “Uzzhuaia”,  e incluso del “Diablo Blvd”, interpretaron “Viaje Sin Fin” y como no “Lejos de mi ciudad”.

No me quiero olvidar de la actitud del grupo, Pau hace una labor de frontman impresionante, con su pie de micro personalizado y con unas ganas de transmitir todo lo que él siente tremendas. Los dos guitarras hacen un matrimonio perfecto, por un lado está Alex arrastrando su guitarra con sus posturas imposibles, por el otro Israel, que tardó en entrar en calor, pero cuando entró, nos dejó a todos con la boca abierta. Varone, quizá sea el menos espectacular, pero el más glamoroso con diferencia, y posiblemente la voz principal, después de la de su hermano Pau, lógicamente. Y para terminar, Jose a la batería, siempre se les discrimina por estar “ocultos” y su labor muy pocas veces se reconoce, esta noche estuvo genial, al César lo que es del César.

Ya finalizando la actuación, Pau se hizo con una guitarra acústica y nos deleitó con un “popurrí” de tres temazos en acústico, como son “Black hole sun” de SoundGarden, “War Pigs” de Black Sabbath y “Making enemies is Good” de Backyard Babies.

Y por último, un bis con “La otra mitad”, “Desde septiembre” y “Nuestra revolución”, tema con el que se despidieron.

Seguiremos muy de cerca a ésta banda para ver cuándo tocan por nuestros alrededores, y si nada nos lo impide, repetiremos…