A priori, lo más factible y lógico era pensar que muy pocos acudiríamos al concierto de los noruegos Sirenia debido fundamentalmente a que dicho evento musical se iba a llevar a cabo un domingo. Una circunstancia que no suele darse muy a menudo en Euskadi. Una apuesta que se podría considerar de alto riesgo, con elevadas posibilidades de obtener un rotundo fracaso, y es que muchos factores jugaban en contra.

El primordial, que al día siguiente muchos deberíamos de cumplir con nuestras obligaciones laborales, un factor que además limitaba bastante a la hora de disfrutar intensamente o no del show. A esto, habría que sumarle la no existencia de muchos medios de transporte, una vez terminará el evento y que la meteorología tampoco acompañaba mucho, la verdad.

Todo ello pintaba pero que muy mal, considerándose como de una autentica gesta, el lograr un reclamo considerable de público. Finalmente la respuesta fue más que satisfactoria, medio aforo, que no está nada mal en los tiempos que corren.

La noche se presentaba idónea para el deleite de los amantes del Gothic metal y el metal sinfónico. Dos formaciones totalmente dispares en cuanto a trayectoria pero con ciertas cualidades en común, calidad y puesta en escena espectacular.

Por un lado, los albaceteños Niobeth, que a pesar de llevar poco tiempo en la escena, casi tres años, se han convertido en una de las bandas de referencia del metal sinfónico de nuestro país gracias a la producción de uno de los mejores discos del 2008, "The Shining Harmony Of Universe".

Una obra maestra, catalogada de lo más exquisita y sublime publicada en estos últimos años. Pero, sin duda alguna, los que más expectación habían levantado eran los cabezas de cartel, los noruegos Sirenia, quienes hacían su segunda presencia por estas tierras y cuyo atractivo radicaba tanto en escuchar en directo las composiciones de su nuevo trabajo,"The 13th Floor", como en comprobar la desenvoltura en directo de su reciente vocalista, Ailyn, una cantante de nacionalidad española, que muchos ya conocíamos de su participación en el reality show “Factor X”.

Pasados unos minutos de la hora prevista, arrancaba la actuación de los manchegos Niobeth. Segunda visita en menos de 7 meses, contando esta vez con un mayor público.

Debido a otro compromiso musical no pude asistir en su primera comparecencia en la capital vizcaína, más concretamente en la Sala Bilborock por el mes de febrero, por lo que me moría de ganas de averiguar si esa exquisitez musical reflejada en su primer trabajo, ganaba mucho más enteros en directo.

Además las críticas recibidas de otras actuaciones por medios especializados eran favorables en todos los sentidos. Hemos de reconocer que en vivo esas composiciones suenan aún más elegantes y estilosas, dado que han sido capaces de transportar en directo casi la mayoría de esos complejos arreglos y matices que en el disco han plasmado acertadamente. Si, ya de por si, se les considera los principales propulsores de un estilo con muy poco auge en nuestro país, el metal sinfónico, sobre un escenario muestran una madurez y solidez admirable. Unos solemnes atributos que a muchas bandas les gustaría poseer y alardear.

En la actualidad se encuentran en un momento dulce y propicio para un reconocimiento aún mayor del que ya han cosechado hasta ahora, puesto que su disco ha salido a la venta en Japón a través de la discográfica Rubicon Music, en una edición especial, incluyendo un bonus track y un Dvd. Un estupenda noticia que les puede abrir las fronteras.

Con “Dance Of Tragedy” se iniciaba dadivosamente una actuación que fue de menos a más. Los primeros compases discurrieron con los oportunos nervios y un sonido que la verdad no acompañaba mucho. Gran culpa de ello, se debió a las características de la sala, esa noche al no haber mucho gentío el sonido se dispersaba más rápidamente, provocando que no pudiéramos apreciar en todo su esplendor la calidad que les atesora. Pero poco a poco nos fuimos acostumbrado a él y deleitándonos con los fantásticos registros vocales de su vocalista, Itea Benedicto, una autentica diva del género, quien canto con mucho sentimiento e incluso se atrevió a interpretar un tema en japonés “Kowasani Furuete”, portando una vela en homenaje a las víctimas de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, y una pieza de Mozart, “Aria de la Reina de la Noche”, perteneciente a La Flauta Mágica. Ambos bordados extraordinariamente, con mucha entrega y una absoluta destreza .

Esa mezcla de heavy metal con la música clásica y ciertas pinceladas Death o progresivo llegaba a unos límites insospechados en composiciones tales como “Tell Me Lord”, “Secrets”, en una onda a los míticos Nightwish ó “Requiem For Imogen”, ésta última un poema de Willian Shakespeare que Tejedor (Teclista) muestra su polivalencia artística, tocando la gaita, para posteriormente en “The Awakening” intercalar su puesto con su compañera, con el fin de asombrarnos también con su destreza al violín.

Esa noche contaron con el respaldo de un nuevo miembro, un bajista, asunto pendiente en otras actuaciones que han ido solventando con el pregrabado, desluciendo, como me han hecho saber muchos, la impecable labor del resto. Cerraron su actuación con su primer single “The Wisper Of Rain”, agradeciendo a Sirenia el compañerismo, de haberles brindado la oportunidad de compartir cuatro noches con ellos y a todos los presentes por el afecto recibido.

Una banda en progresión, con mucho oficio y una propuesta musical arriesgada y  lúcida en su conjunto. Visto lo visto el otro día, hemos de reconocer que tienen por delante un futuro prometedor, espero que lo sepan llevar bien.

Set List
-Dance Of Tragedy
-Tell Me Lord
-Secrets
-The Magic Flute
-Kowasani Furuete
-Requiem For Imogen
-The Awakening
-The Whisper Of Rain

Subió algo la temperatura con la salida de los noruegos Sirenia, banda liderada por Morten Veland, uno de los fundadores de Tristania, que por diferentes criterios musicales decidió dejar esa banda y formar por el año 2001 otra con bastante similitud, Sirenia. Su carácter fuerte, disciplinado y exigente, ha tenido mucho que ver en la marcha de sus anteriores vocalistas. En la actualidad se hace cargo de las voces Ailyn, una cantante catalana que cuenta con unas asombrosas facultades vocales  y muchos boletos para convertirse en la definitiva soprano. Espero que el tiempo confirme dicho vaticinio.

Musicalmente la banda se decanta por una mezcla entre el metal gótico y un metal extremo con clara influencias Doom. Unos sonidos oscuros y melancólicos, muchas veces acompañados por una alternancia de voces guturales con otras muchos más suaves y angelicales. En los últimos trabajos la banda ha dado un rumbo considerable, encaminándose a unos terrenos mucho más melódicos y comerciales, dando mayor protagonismo a la voz femenina y dejando de lado esas influencias tan Doom. En “The 13th Floor”, su reciente disco, han optado por recuperar algunos de esos matices primitivos, violines, coros y esos espectaculares registros guturales de Veland pero eso si, nada comparable con la complejidad de antaño.

A nivel general, hay que comentar que dejaron una muy buena impresión entre los allí asistentes. Los seguidores legendarios de esta banda, en la que me incluyo yo, nos quedamos super satisfechos de lo que nos ofrecieron. Un set equilibrado, temas de su último disco de estudio, alternados con lo mejor de su discografía. Todo para que la escucha de las nuevas composiciones no fuera tan pesada y aburrida, ya que las mismas giran en torno a unos sonidos bastantes lineales, para mi gusto.

Ya desde el comienzo los noruegos mostraron una estupenda predisposición. La preciosa Ailyn, ataviada con un sexy vestido negro, fue hipnotizando a la mayoría de los presentes con su entusiasmo y potencial, Morten Veland, como era de esperar, muy propenso y receptivo también, asumiendo con valentía su papel de líder, presentando casi siempre los temas con una impecable finura y cordialidad. Por el contrario Michel paso un poco más desapercibido, cosa que me chocó bastante. Menos mal, que su baterista Jonathan no se contagió y estuvo bastante atinado a la hora de ir marcando los ritmos.

“The Path To Decay”, el actual single, fue el punto de partida de una emocionante y amena descarga. Tras el primer saludo “Muchas Gracias, Bilbao”, los siguientes compases, “Sundown” y “Euphoria”, fueron mayormente de tanteo. La nueva incorporación estuvo algo recatada con el público, tal vez por ordenes expresas de su compañero Morten, pero con el paso de los minutos no pudo contenerse esa alegría de estar tocando en su país y sin pensárselo mucho, empezó a interactuar con el personal de una forma bastante elocuente, con gestos que incitaban arropar a la banda con palmas y cuernos en alza.

Lo que me llamó bastante la atención es que no cuentan aún en sus filas con un bajista, por lo que dichos sonidos son pregrabados, como también lo son los violines y coros, una circunstancia que causa un enorme desmerecimiento en el cómputo global de su calidad artística.

Hubo momentos gloriosos, de un lucimiento bestial, como fue el caso de “Star-Crossed”, “One by One” y “Meridian”, en los que el intercambio de voces de ambos protagonistas fueron impecables y perfectamente sincronizadas. Los temas antiguos eran los que más éxito iban cosechando, por contener unos ritmos pesados densos y creadores de esas oscuras atmósferas, las cuales tanto gustan a los amantes de este género. Pero no se puede considerar como mala la respuesta a composiciones más recientes, “The Seventh Summer“, “Led Astray” ó “Lost In Life“, melodías bellas y copiosas, las que dadas sus características se disfrutan de otra manera.

Una noche irrepetible, tanto Niobeth como Sirenia cumplieron con todas las expectativas, se dejaron la piel y saciaron la sed de sus seguidores

Sinceramente, quienes no quisieron asistir se lamentarán en un futuro de la ocasión desperdiciada. ¡Total entrega, solvencia y profesionalidad!  

Set List
-The Path To Decay
-Sundown
-Euphoria
-Absent without Leave
-The Seventh Summer
-Star-Crossed
-One By One
-Lost In Life
-Downfall
-Meridian
-Led Astray
-Sister Nightfall
-My Mind's Eye
Bises
- Lithium And A Lover
- The Other Side
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- The Lucid Door