Después de la estrepitosa y nada clara salida de Raúl Gutiérrez “Rulo” de La Fuga, no pensamos que íbamos a tardar tan poco tiempo en volver a verle sobre un escenario y además con disco nuevo. Ha sido un regreso esperado con bastante expectación.

Sabíamos que no iba a defraudarnos y que iba a sonar a lo de siempre, a lo que es. Leí en un foro un comentario que me llamó la atención sobremanera: Rulo es La Fuga y La Fuga un grupo de versiones. Desde luego, Rulo y La Contrabanda dieron el do de pecho y ratificaron esta afirmación, habrá que mantenerse a la espera para ver qué hace La Fuga, ya que también vienen pisando fuerte en el panorama musical con su nuevo disco de estudio. estaremos atentos a ello.

A Zamora nos fuimos a entrevistarle, cosa que no pudo ser de momento por problemas de salud ya que llevaba dos días con fiebre y antibiótico por vena para no tener que suspender el concierto (así que esperemos que pueda ser en otra ocasión, ya que no era plan de forzar más la voz hablando con nosotros), y también nos fuimos a ver el primer concierto de gira de Rulo y La Contrabanda, presentando su primer trabajo “Señales de Humo”. Para ser un grupo novel ya han llegado a número uno en ventas y lo que les queda.

Describir lo que vimos y vivimos en la Sala Space es cuanto menos complicado; demasiada emoción, demasiados sentimientos encontrados, demasiados recuerdos, poca comparación… ciertamente, es como ver a La Fuga pero con otro músicos. Fue un concierto brutal, cargado de magia.

Cuando decimos que presentaron su primer disco es que lo presentaron desde la primera hasta la última canción, comenzaron con “No Se”, el primer corte y terminaron con “La Cabecita Loca”, el single que a lanzado de nuevo a otra banda cántabra al panorama musical, aunque Rulo ya ha dejado claro que no quiere volver a pertenecer a ningún grupo, sino que el proyecto es él con unos músicos que le acompañan.

Si el disco puede sonar a veces un poco lento, un poco acústico, el directo poco o nada tiene que ver. Rocanrol del bueno, del que ya nos tenía acostumbrado Rulo, Fito y compañía, pero ahora con otra compañía, ni mejor ni peor, diferente y muy muy buena a nivel musical y suponemos que por la complicidad también a nivel personal.

Cinco músicos frente al mundo. A parte de Fito Garmendia, ex componente de La Fuga que a querido montarse en la ola de este nuevo proyecto y no dejar solo a su amigo, también volvimos a ver sobre un escenario con Rulo a Quique Mavilla al bajo, que ya le conocíamos de la gira “Nubes y Claros”.

Vimos a un Rulo pletórico rodeado de gente, con una sala llena hasta la bandera y entradas agotadas desde hacía días. De hecho, se rumorea que pusieron a la venta más entradas debido a la demanda. Autobuses venidos desde Reinosa para arropar aún más si cabe a sus paisanos, pancartas de ánimo… uno no es de piedra, terminó emocionándose como persona que es. Los sentimientos a flor de piel al escuchar temas nuevos como “Por Morder Tus Labios”, “Heridas de Rock & Roll” o “Descalzos Nuestros Pies”, y temas de siempre como “Por Verte Sonreír” en la cual subió al escenario a la guitarra Mario Cartero, su amigo y Manager Personal y con la cual nos puso los pelos de piel de pollo; “Luna de Miel” en acústico durante el primer bis o “P’ aquí, p’ allá” terminaron de poner la guinda a la actuación. “Despacito” con otro ritmo y otra entonación puso la nota curiosa del concierto y “Majareta”, “Baja Por Diversión” o “En Vela” entre otras, que tampoco es cuestión de desvelar todo, nos hicieron saltar y cantar como locos.

Para su faringitis, que se le notaba en algún momento, estuvo al pie del cañón, 21 canciones del tirón, sin desfallecer y casi sin descanso con dos bises incluidos. Madredelamorhermoso así del tirón y sin respirar. Se pasaron las dos horas del concierto como quien queda para tomar un café y se le hace de noche conversando agradablemente con un amigo. Vamos, que se nos hizo corto pero fue muy intenso.

Agradecieron el apoyo, la lealtad. Se les vio felices y cómplices y sonaron muy bien, pese a lo reducido de la sala. Esperemos que poco a poco vuelvan a llenar pabellones o si están a gusto recorriendo salas, tampoco nos importará. Esperamos volver a ver pronto a estos monstruos de la música para poder disfrutar como hemos disfrutado o más aún si cabe.

Nos quitamos el sombrero (que no la cabeza) ante la fuerza con la que a resurgido Rulo, no de sus cenizas, ya que en ningún momento llegamos a pensar que iba a dejar de componer y de cantar (¡¡gracias!!) pero si de una etapa dura que mejor dejarla guardada en un cajón oscuro al fondo del armario, ya que olvidarla, será complicado. Desde luego, este disco no son “Señales de Humo” que se puede llevar el viento.

El tiempo, la mayoría de las veces, pone a cada uno en su lugar, y esperemos que el lugar de Rulo y La Contrabanda sea donde se merecen y que vayan por su destino con el viento a favor…