¡Arenas del tiempo!
 
¿Cómo llegar a buen puerto combinando rock, funky, soul, metal, rap, sin parecer disperso y obteniendo un todo acabado y sin resquicios? Seguramente, teniendo osadía y habilidad en sembrar genuinas semillas sonoras, con el exclusivo propósito de que nazcan de cada una de ellas, una planta distinta con un sello único e inconfundible, similar a sacar agua de un pozo profundo que parece inagotable; y como magníficamente desempeñan los músicos cordobeses de Estirpe, cuyo planteamiento constante de eclosión hacia otros territorios les va colocando dentro de unos mayores niveles de complejidad. Un mérito aún mucho mayor si consideramos que su riqueza expositiva viene dada por un lenguaje propio que reafirma su personalidad de manera impecable, nacido de una versatilidad a nivel sonoro y de un cromatismo estilístico resultado de fusionar muchos ingredientes (Algunos inverosímiles entre ellos) para crear un ente nuevo.
 
Mientras aguardamos su nuevo disco de estudio, se han sacado de la manga este deslumbrante directo "El Tiempo, Un Placer Para Detener"(Grabado en el Gran Teatro de Córdoba, el 25 febrero del 2012), estampando un fabuloso eclecticismo musical y poderoso instinto teatral, proveniente de unas intenciones de traspasar la frontera de lo ortodoxo (No un directo sin más), sino yendo más allá, jugando con las estructuras de sus canciones e improvisando con otros injertos sonoros bien sublimados, reforzando un exquisito collage con capacidad para la sorpresa y la reinvención, a base de una impregnación de lozanas y arrobadoras fragancias en algunos de los cortes como "Encender Otro Ángel" o "El Color De Mi Voz", enriquecidas a cargo de una sección de viento o como la composición musical creada para la candidatura de Córdoba ciudad europea de la cultura "De Guitarra y Flor" galvanizada a través de una esmerada metamorfosis, pianos melancólicos que irrumpen significamente para crear un ambiente equilibrado y armónico e incluso proyectando a antiguos cortes, que ya de por si son lo más parecido a diapositivas coloridas; la apresadora "Mundo Sin Fe", cuarto tema del disco "Inventarse el mundo" o "Mi bella Condición", nuevos arreglos resaltadores para que la experiencia sea más intensa. Asimismo les encanta recrearse en esos sonidos atmosféricos con un aire glaciar, que puede recordar en ocasiones a Radiohead "Llámalo Perdón" y en otros más funkies de los 70 aunque con unos aires modernos, por citar alguno "América" o "Hazme Creer" aderezada con guiños a "Another Brick In The Wall", "Communication Breakdown" o "Killing In The Name", en las que su vocalista Manuel Martinez despliega una esplendida modulación de todas las vocales para llegar siempre a donde quiere.
 
Una obra que reclama repetidas escuchas y toda tu atención antes de revelarse como tal. Un esfuerzo consciente de no hacer el típico disco en directo, bastante artificial debido a un posterior retoque en el estudio, más bien cristalizando con pelos y señales, que aún les quedan pilas de vitalidad y tremendas ganas de traspasar esa barrera creativa donde los mediocres se detienen, similar a una valiosa colección de bellas mariposas con las alas clavadas mediante alfileres. Una expansión aural, de masiva dosis de láudano, conservando inalterado toda el arrobamiento que les hace únicos. La eficiente capacidad melódica de sus partes vocales, la muy sugerente efervescencia de sus guitarras, sus fenomenales adornos emotivos o la sutileza de sus teclados, aparte de un impecable apartado técnico, despiertan un abanico de sensaciones que embriagan los sentidos. ¡Que no se os escapen!

1 - Llévame
2 - Vértigo
3 - Te Seguiré
4 - Otro Mundo
5 - Encender Otro Ángel
6 - América
7 - Mi Revolución
8 - Llámalo Perdón
9 - Entender La Eternidad
10 - Déjame Escapar
11 - Un Esfuerzo Más
12 - Me Equivoqué
13 - El Color De Mi Voz
14 - Volverás
15 - Armonía En El Puente
16 - El Último Pétalo
17 - Mundo Sin Fe
18 - En Ruanda o En París
19 - Mi Bella Condición
20 - Saber Esperar
21 - Seguir En Pie
22 - Hazme Creer