¡Ajustando los encuadres!
 
Es impresionante comprobar hasta dónde pueden llegar algunos grupos cuando deciden seguir su propio camino, saltándose con agallas las fronteras impuestas por su estilo originario. Los asturianos Warcry siguen aportando ingredientes propios a recetas tan veces cocinadas, una variedad de matices, detalles, arreglos y sobre todo brillantez compositiva, esquivando los fantasmas artificiales, en la búsqueda de un balance perfecto entre su virtuosismo y complejidad y el impacto de un buen trabajo de heavy power metal."Inmortal", su octavo disco de estudio, transfiere una sensación de mayor fluidez rítmica, de una mayor compenetración entre las distintas partes del grupo y la sensación de que es más fruto de un esfuerzo colectivo que del genio individual de Víctor García.
 
Un disco que necesita mucho más interés que sus predecesores, que necesita ser escuchado con una atención que será premiada, composiciones con sabor más clásico y de alta intensidad emocional, canciones de amor e historias épicas, fortificadas con la suficiente destreza instrumental para convencer a los sibaritas y una amplia gama de arreglos y pasajes orientales que van potenciando y dando sentido completo a la creencia de la reencarnación y la inmortalidad de los faraones y deidades de la mitología egipcia, elevando a una categoría superior, su particular manera de hacer heavy metal, particularmente por el mayor empaque y precisión dado, en cuanto al sonido, equiparable al de bandas europeas, una simbiosis necesaria y culminante.
 
Aunque el toque personal aflora en la devastadora producción, el sumo cuidado en el sonido final, en el cuerpo de unas canciones más trabajadas, una alta preocupación en la canción en sí que en la experimentación sobre la misma, consiguiendo ganarse una nueva cualidad a sumar a su intachable trayectoria, una madurez y que, sin quitarles ni una gota de autenticidad ni de integridad, les otorga la calma con que se gestan los grandes trabajos; cabría destacar ciertos elementos que realzan, por completo, la identidad de la banda, contundencia y melodía sabiamente combinadas, exhibiciones instrumentales que te dejan con la boca abierta y que para nada son de relleno y los teclados de rigor para envolverlo todo de ese ambiente onírico y misterioso que el estilo precisa... Todo ello sin perder la perspectiva de los temas ni caer en vacíos insustanciales.
 
Portentosas piezas que te aseguro que poco tienen que envidiar a las de formaciones más asentadas, aunando sorprendentes mutaciones en las guitarras melódicas, estribillos accesibles, melodías vivaces y una técnica depurada. Un trabajo que va sobrado de momentos ocurrentes tantos en las melodías como en la instrumentación y que se presenta diferente a los anteriores al mantener continuos cambios rítmicos en un mismo corte, por citar alguno "La Maldición del Templario", "Siempre" o "La Elección". Es también el disco donde Victor García canta mejor, más limpio y entonado magistralmente en un rango de voz, de timbre ligero, sin olvidarnos de ciertos detalles que acaban por enriquecer el disco como los solos de guitarra al más puro estilo heavy clásico y genialidades tanto a nivel rítmico como melódico y de arreglos en los cortes menos directos "Huelo El Miedo", "Como Un Mago" y un medio tiempo tirando a balada "Libre Como El Viento", buscando nuevas maneras de expresar ciertos sentimientos.
 
Una vez escuchadas las nuevas canciones nos quedamos con la grata impresión de haber escuchado otro gran álbum, el sonido de guitarras es más compacto que en previas entregas y los pequeños detalles le otorgan un cariz diferenciador a la grabación. Un disco perfectamente equilibrado que con casi toda seguridad dejará satisfecho a todo el mundo, manteniendo ese ingrediente que poseen las bandas de primera línea, canciones que dejan sin aliento. Toda la magia de la formación se puede reconocer en un corte con esa conjunción tan intensa de guitarras y un tono de dramatismo elevado en "Keops", la búsqueda de la permanencia definitiva en un sitio.
 
Que un grupo suene tan preciso y fresco, manteniéndose fiel a las constantes desarrolladas a lo largo de su existencia, no hace confirmar lo que de antemano ya sabíamos, que Warcry eran unos aventajados y un grupo único en su especie. ¡Lo siguen siendo!

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