Albacete viene pisando fuerte en lo que a escena metálica se refiere. Se nota que lo llevan en la sangre sea cual sea el estilo que haya que forjar.
 
Esta vez hablamos de "Dead or Alive", el segundo disco de BlackJack. Con un sonido rockero a la vieja escuela y lleno de tintes sureños, estamos ante un álbum hecho western.
 
El plástico viene cargado con diez temas más un plus de dos "bonus tracks", en total 47 minutos de reproducción para vuestros oídos. Lo de western no va solo por el sonido. Además de los acordes, todo el arte del disco y libreto van decorados con un detallado tema de cowboys que ensalza el conjunto.
 
La primera pista del trabajo es Blood Red Skies. Se trata de una ejemplar muestra de toda la música que precederá a esos acordes. Guitarras potentes y acordes muy pegadizos que suenan a "chúpame la punta de la bota". No hay indirectas, el disco tiene carácter y apunta maneras con su personalidad motera.
 
Uno a uno van oscilando los aires del CD. Desde la fiestera Kiss of Fire, pasando por la llamativa Lucky John, que se antoja como una de las favoritas del trabajo por sus cambios de ritmo y la compenetración entre guitarras y batería con un resultado muy canalla.
 
Western Sun y Hard Rock Is My Only Sound son dos pistas que marcan claramente la línea que siguen estos artistas. Primero, por sus nombres; segundo, por el derroche de energía que emana de los altavoces con su sonido. No solo encontramos sorprendentes riffs y un sonido duro y potente, sino una mezcla capaz de coquetear con los diferentes palos de los que se nutren musicalmente. Claro ejemplo de esto es Out of Control, que siendo más cercana al heavy es uno de los temas más rápidos dentro del conjunto.
 
Como dice el dicho "popular": heavies pero con sentimiento. Esta puede ser quizás la frase que mejor resuma algunos de los cortes del disco. Concretamente me refiero a A Song for You, balada en toda regla con un inicio sacado de la versión de Knocking on Heavens Doors de Guns N´Roses.
 
El ensamblaje del disco es también un aspecto a destacar. El concepto clave es saber llevar los puntos álgidos con los más calmados para mantener la atracción. Un trabajo bien hecho al colocar justo a continuación Party Hard, una pieza fiestera, como bien indica su nombre, que es capaz de animar el cotarro y mover algún esqueleto.
 
Con Riot Song volvemos al sonido más duro: Toques heavies con un digno solo de batería. Para Railroad es, con permiso de los bonus tracks, el final oficial del disco de estudio. Un final muy rockero nacido del mestizaje de diferentes estilos musicales que logra crear un ambiente agradable.
 
Pasando directamente a los temas bonus descubrimos la versión en castellano de A Song For You: Una Canción Para Ti. Distinto idioma, misma sensación al escucharla. Como punto y final definitivo, la aún más tranquila Harry Is Your Man. Gran broche final con aires blues y un alma armónica que deja una buena sensación que perdura una vez llega el silencio.
 
Dead Or Alive es sin duda una experiencia divertida que gustará tanto a amantes del heavy como a los más rockeros de espíritu. Quedamos a la espera de poder ver lo que promete ser un directo remarcable.
 
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