COLABORACIONES
 Reseña
 
Katarsick "Insane, Inside"
  22/05/2014     
  Mikel García
 
¡Enajenación mental!
 
Vivimos en una sociedad deshumanizada y moribunda, en la que la crueldad quiere gobernar a toda costa, convirtiéndonos cada vez más en seres egoístas e insensibles, al estar perdiendo esos valores que nos hacen humanos como la solidaridad, generosidad, humildad, integridad, dignidad, lealtad, compromiso, responsabilidad, empatía o la excelencia, más preocupados por nuestro bienestar propio que en ayudar a quienes lo están pasando realmente mal, lamentándonos a diario de cosas meramente superficiales y banales y llegando en ocasiones a despreciar a un humano de otra raza .
 
Una perdida de las características tipicamente humanas que asusta, transformándonos en seres enajenados, seres débiles y confundidos. "Insane Inside", el primer trabajo de los barceloneses Katarsick versa sobre ese nocivo gen egoísta que está carcomiendo las funciones cerebrales de los individuos y activando el ansia de poder sobre los demás, una pérdida de razón transitoria que lleva a la avaricia más sublime y a todo tipo de actos macabros.
 
Nos encontramos ante un disco de marcada orientación metalera que aplasta con la simple fuerza de su masa gravitatoria a cualquier disco de estilo similar publicado durante el año en curso, pese a que su escucha proporcione una vaga sensación de familiaridad, un déjà vu flotando en el ambiente, un "Esto ya lo había escuchado antes pero no me acuerdo bien donde", equilibrando a la perfección rabia y desgarro con tranquilidad y melodía. Una obra brillante como la proverbial luz al final del túnel y oscuro como el ojo de la tormenta que nos aguarda después del mismo, dosificando con mamo maestra subyugantes remansos de una paz a todas luces ilusoria con puntuales erupciones de lava ruidista.
 
Bases rítmicas que recuerdan demasiado a Slipknot, Mudvayne en cortes como "Insane Inside", "Damnation" o el sencillo "Not Me", que nacen con fuerza, a base guitarras punzantes y ritmos muy grooves, directos y atronadores, yuxtapuestos con las gotas justas de melodía para atribuirles un toque más personal y de profundidad expresiva o incluso la melancolía hipodérmica de Stone Sour en "Memento Mori" una especie de oda a la tristeza misma, "recuerda que eres un hombre" (y no un dios)", retazos de la atmósfera armónica de Tool en "Genesick" y la exquisitez sonora de Mastodon danzando a lo largo del disco, sin diluirse, en ninguno de ellos, en un exceso de duración o en la obstinación de reincidir en una única fórmula algo monótona y reiterativa, entendiendo la música como un proceso catártico en el que poder liberar sus sentimientos.
 
Pero ahí no queda todo, sin comprometerse con nada que no sean ellos mismos, son capaces de abarcar un montón de registros distintos e introducir fluidos interludios melódicos ("Idem Ordo Saeculorum"), elementos electrónicos ("Ascension") y atmósferas propias del rock progresivo ("Bury"), sin que suenen postizos, donde se liberan de cualquier atadura al metal convencional, demostrando que los matices pueden decantar un conjunto hacia una personalidad propia, no cayendo en la pomposidad artificial de las típicas mentes torturadas, conscientes de que aunque no sigan unas mismas pautas compositivas ni hipotequen su creatividad a un estilo en concreto, en mayor o menor medida, sus influencias siempre se van traslucir a través de las composiciones.
 
¿No son esos los discos que más perduran en el tiempo?

www.katarsick.com
 
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