Los malagueños Icarus Crash han presentado una esperanzadora credencial para ingresar con total determinación dentro de la escena indie rock patria. Un cancionero que sienta bien en pleno cambio de estación porque potencia esas alegrías que llegan con los primeros calores de la primavera al tiempo que reserva un espacio para la introspección propia de esos días encapotados y lluviosos. Melodías que huyen de los riegos y se ciñen a un sonido alternativo de alta intensidad sobre un armazón distorsionado de parámetros clásicos y texturas musicales envolventes, formando un combinado de sensaciones alternativamente suaves y fuertes que no acaban de consumarse ni en uno ni en otro bando.
Un vibrante caleidoscopio musical, cediendo terreno a desarrollos más progresivos y texturas mucho más densas. Un caudal creativo importante, fruto de la búsqueda de nuevos registros con el propósito de enriquecer más si cabe su música, una amalgama de difícil estructura que se solidifica por la calidad de lo exhibido, logrando un arco iris espectacular, con otra gama de colores, una pócima que no siempre hace efecto pero que cuando sí lo hace resulta fascinante. Unos temas cargados de libertad, mucho más alejados de lo previsible que logran mantener en vilo constantemente y que vuelven a escudriñar mayormente entre los bagazos de la vida cotidiana ("Mediocriland", "Cada Cara", "Efecto Observador"), mirando descaradamente atrás, al rock alternativo de la década del 90 pero sin cerrar nunca el objetivo.
Ya desde el comienzo el disco transmite buenas vibraciones, "Mediocriland", un desarrollo zigzagueante en la que la punzante voz nos lleva inexorablemente hacia una sobre excitación mordaz, seguido de "Ruta Dorada", una composición aderezada con tintes analógicos y ritmos secuenciados en la que se percibe esa frescura virginal de un grupo que tiene cosas por contar. Rompiendo la línea general en el que se mueven indie rock espacial con voces envolventes y guitarras contemporáneas, están "Estado Flotante", "Krou" y "Los Gremlins En Kioto", canciones impregnadas de unos sonidos loops y samplers y matices experimentales que rompen esquemas y las hacen absolutamente irresistibles. Tampoco podían faltar esos devaneos rockeros muy a lo Dinosaur Jr o Smashing Pumpkins, marca de la casa en "Pedazos De Fe" o "Dame Juego".
Icarus Crash han vuelto a conseguir que la suma de sus conductas sea un resultado totalmente imprevisible. En un concurso de inventores no llegarían a la final aún así tienen pericia y saben ver las cosas más evidentes desde otro ángulo.
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