COLABORACIONES
 Reseña
 
Santelmo "Mamífero"
  10/07/2014     
  Mikel García
 
¡Plenamente embarcados en la flota de altura!
 
Graham Bell, el inventor del teléfono, dijo una vez "Nunca andes por el camino trazado, pues te conducirá únicamente hacia donde los otros fueron", o lo que es lo mismo construye tu propio destino, aprendiendo de los más fuertes y ten la valentía de seguir tu corazón e intuición. Nunca dejes de luchar por lo que se quiere, el más grande error es darse por vencida, es preferible aventurarse en la búsqueda de la excelencia y el espíritu de superación.
 
De absolutamente espectacular se puede calificar la evolución que están teniendo los madrileños Santelmo. Su anterior trabajo "El alma del Verdugo" los confirmó como una banda única que iba mucho más allá del hard-rock ochentero en el que estaban encasillados, hacia un rollo más cercano al power metal neoclásico pero desde una perspectiva melódica, merced a la entrada de su nuevo vocalista Nacho Ruiz.
 
"Mamífero" les convertirá, sin lugar a dudas, en una de las bandas más representativas de la escena del heavy metal nacional puesto a que han sabido encarnar la quintaesencia de lo que debería ser el heavy metal químicamente puro, una impenetrable muralla de sonido, no exenta de melodía ni matices y construida con total naturalidad y esplendor. Jero Ramiro se muestra en su momento culminante como compositor y músico, siendo el pilar sobre el que se cimienta todo lo excepcional que podemos encontrar en él.
 
La inicial "El Retorno de Judas" despeja cualquier duda de una supuesta venta de sus almas para tener éxito, manteniéndose fieles a la fórmula que tan buenos resultados les diera en su anterior álbum, potenciando sus logros, que fueron muchos, y de paso amplificando su resonancia. La siguiente "Juego de Reyes" destila buenas vibraciones, derroteros power metaleros, una riqueza melódica abrumadora, exquisitos pasajes instrumentales y unos arreglos muy inteligentes.
 
En "Mil Vidas" nos dan el primer descanso para recobrar fuerzas auditivas, orientaciones mucho más melódicas en la parte vocal. Aunque el sello del grupo sigue siendo en algunos momentos inconfundible, como podemos apreciar en "Ser Del Viento" o "Indignado", han sabido aportar, en otras, esas gotas de imaginación que escasean en las cosechas de aquellos aquejados de sequía compositiva. Un notable nivel de ensamble y refinamiento técnico, fruto de la búsqueda de una manifiesta coherencia musical y consonancia con los nuevos tiempos, reflejada en un progresismo amable y de alto poder melódico, ornamentaciones rítmicas, atmósferas de teclado bastante logradas y un perfecto equilibrio de virtuosas amalgamas rítmicas que realzan el buen trazado de las lineas y la extensión de matices provenientes de las cuerdas vocales de Nacho. Un ejemplo de ello, la canción que da nombre al disco "Mamífero", extraños humanos que surgen de la tierra y absorben a la propia Tierra, representada por Gaia, la energía y la vida; la balada disfrazada de medio tiempo "Destino, El Universo" y la camaleónica "Somos", creaciones de espacios sonoros únicos empapados con efluvios sonoros personales, de buen gusto, para evitar estar a la sombra de otros.
 
Una auténtica gozada de disco en el que ni falta ni sobra nada. Mucho tendrán que cargarse las pilas el resto de bandas nacionales para firmar en lo que resta de año un trabajo tan exuberante y completo como este. ¡Que a gusto se queda uno!

www.santelmometal.es
 
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