Siempre he considerado que el corte que abre un disco marca mucho y condiciona al oyente de cara a lo que vendrá después. Un tópico como cualquier otro pero que inconscientemente seguimos en demasiadas ocasiones, no pasando del tercer tema si la propuesta en cuestión no es de nuestro agrado. El cuarto trabajo de los madrileños Calibre Zero dispone de un inicio demoledor, no dando lugar a medias tintas, como el que da un golpe sobre la mesa para reclamar atención, una reinvención de lo que fueron en sus inicios, "Si No Es Ahora, ¿Cuándo?", uno de esos himnos que argumenta brillantemente la afirmación de que el rock es una expresión cultural del tiempo al que pertenece, necesaria para entender actitudes y manifestaciones de una generación; un parangón con la realidad de nuestro país, ya que vivimos en un momento crucial para que entre todos, derrotemos las políticas de privatización y recortes y demos un giro a la orientación política, desarrollando nuevas vías, en la que nadie es más que nadie, la urgente necesidad de luchar por la libertades.
Un disco hecho con verdadera devoción rockera, continuando la línea marcada con su anterior álbum "Muerde la Vida", buscando con persistencia nuevos aires melódicos, utilizando estribillos perfectamente estructurados y un extenso rango de matices sonoros, hasta tal extremo de motivar al oyente a pensar y reflexionar, a pelear por lo que uno cree. Más maduro, elitista y variado estilísticamente, manteniéndose igual de coherentes e incisivos (Golpe seco y directo) pero aportando una elegancia rockera reflejada en el tratamiento dado a fondo en los arreglos de los instrumentos, que les va a permitir subir enteros entre sus rivales. Se hace muy complicado anteponer un tema a otro, o simplemente quedarse con la espectacularidad de alguno en concreto, una cruzada de rock duro dosificada con la dosis de frescura necesaria para hacerte repetir una y otra vez, teniendo buena puntería cuando disparan conjuntados, proyectiles de rudeza rockera, "Con Las Botas Puestas", "Nuevo Orden Mundial", "Lo Que Soy" voz melódica con potencia y secciones realmente cañeras cubiertas de exquisitos riffs rockeros como signo inequívoco de la casa, o cuando se embarcan en improvisados desarrollos instrumentales, profundizando en terrenos
de blues-rock pantanoso en alguno de ellos, "Aún Arde Su Fuego" y "Tu Sola presencia.
La intensidad va creciendo y decreciendo cual osciloscopio, facilitando que estés pendiente en todo momento, algunas de ellas acrecentadas por injertos sonoros de inspiración sabbathica como "Esclavizados", para derribar cualquier pretensión de "pega" posible, alardes de virtuosidad melódica en "Previa De Un Nuevo Amanecer" e incluso con un punto macarra revolucionado en "Dejadnos Vivir En Paz", logrando un doble golpe de efecto donde la sonoridad de las frases tiene la misma importancia que el contenido. Solo el tiempo dirá si "Con Las Botas Puestas" merece o no un pie de página en futuras enciclopedias del rock. ¿Quien da más?