¡Totalmente asentados!
 
Toda la vida hemos observado como las bandas asimilaban influencias de épocas pretéritas y las adaptaban con más o menos gracia a los tiempos que corrían. Hoy en día que todo va tan deprisa, son cada vez más los grupos que absorben libremente lo mejor de otros estilos e incluso lo que ocurre a su alrededor. Los bizkainos Orihen se nos presentan en su primer EP de estudio "Incontrolable" con un estilo consolidado y reconocible, una mezcolanza que va más allá de reglas, atrayendo hasta al más estricto de los oídos por exhalar variedad, inquietud e ideas. Un torbellino de influencias dispares que se pueden atisbar tanto en los riffs aplastantes como en estructuras complejas, elaboradas y predispuestas para lo inesperado.

Se puede encontrar en un mismo tema influencias cercanas al rock y otras arrimándose peligrosamente al hardcore melódico e incluso en algunos momentos un jugueteo con el metal moderno, sin que todo ello suene enrevesado, al sostenerse en sólidas y eficientes estructuras. Nada es fruto del azar sino del trabajo arquitectónico de unos músicos curtidos en diferentes disciplinas: Cillo, cantante de Insohmnio, Andoni bajista de Red Blaze y guitarrista de Stai Zitto, Moshky, bajista de Storbais y ex-guitarra de Luchando Para Cambiar, Maialen, guitarrista de Egara, y Mikel, batería de Guerrero Estelar y ex batería de los desaparecidos De Ninguna Manera.

Desde que comenzamos con "La Guerra Prometida" llama la atención en cuanto a su estilo melódico la fuerza que adquieren las guitarras, en función de las necesidades. Un tema que relata la irracionalidad de los conflictos armados, la crueldad ciega e implacable, la impunidad persistente y como empresas multinacionales hacen de la guerra un buen negocio. La siguiente "Incontrolable" engloba un sonido mucho más orgánico, un preciso equilibrio entre todos los componentes, agrandando el latir emocional por el que transcurre la composición. "El Viaje" marca el punto de inflexión bajo una cadencia metalera que pasa a acelerarse en el estribillo. Ramalazos más furiosos se abren paso de una manera espectacular en "Caído Mi Hermano" pero sin salirse del cauce que pretende llevar la banda. Y si lo que buscas es un aroma de mayor emotividad y estilización escucha en "Vacío, con un estilo fortificado acoplando bases más sólidas a una voz que tan pronto se arrastra en lastimera retahíla como explota con sangrante vehemencia, quedándose a gusto, como te dejarán a ti si te metes en su torbellino sonoro: melodía, elaboración, preciosismo y dureza metalera, y lo disfrutas a tope. ¡Arriésgate a descubrirlos!

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