Esta formación procedente de Jaén tierra de aceite, rebeldía y rock, de esto último en grandes cantidades, porque Andalucía es una tierra tradicionalmente de este estilo y gracias a este hilo conductor lleva esa insurrección que da la tierra, a todos los rincones.
 
Y es con Inkautos, encontramos un emisor de esa rabia, rabia que nace allá por el 2006, con la bandera de la autogestión y sin fronteras rotas por las ganas, se hacen un hueco en la escena comarcal, para dar el gran salto a la estatal de la mano de su primer trabajo "Vayamos por partes" en 2010. Ahora nos presenta su último trabajo "El mañana del ayer" cuya grabación, mezcla y masterización se llevó a cabo en los estudios GrooveArt de Madrid con César Fernández como ingeniero. Este cuarteto nos presenta un rock muy cuidado con momentos de que abrazan al punk; contras, solos melódicos, líneas de bajo que dan contundencia a un disco muy escuchable, fiel reflejo de una sociedad con letras que invitan a la reflexión como el caso del primer corte "Sal" con una letra erigida para levantar conciencias, también encontramos odas a las bebidas espirituosas como el caso de "Veneno", con silencios que acentúan la entrada a la estrofa, segundas voces que dan mucho dinamismo al beber para olvidar.

Con el tema homónimo al disco (El mañana del ayer) encontramos un comienzo a golpe de acústica con un mensaje del recuerdo al mañana aprendiendo del ayer, una línea melódica entonan a la perfección a las contras empastando con la voz fémina de Pili al estribillo.
 
Seguimos con la carta de presentación de la banda de menos a más, con el comienzo de "Para el recuerdo" volvemos a notar esa fuerza, un principio lento, contrasta con la velocidad y con el cambio de ritmo del final, un corte intimista, al más puro estilo Platero. En el meridiano de este trabajo encontramos "Sin adiós" un arpegio de la entrada a una voz desgarrada, buen tema muy compacto y con un solo que se clava en las entrañas. Seguimos con la descarga "En el centro" cambiamos de tercio, las contras y cambios de ritmo desde el principio, con una estructura bien definida para una letra que te hace pensar.
 
Volvemos con la rabia que marca la pauta de la rebelión en "Nada les importa" la reivindicación a los que mandan, una voz melódica contundente y voraz. En "Historia que contar" encontramos un buen manual para escribir las historias cotidianas, sean buenas o malas no dejan de ser historias. Definiendo los bandos tenemos "Sucias promesas" con la contundencia que atesoran, los Inkautos nos sorprenden tema a tema, como con el último corte "Sin miedo" llego el himno del disco y seguramente del grupo la petición a la unidad para luchar como broche de oro a este gran trabajo.
 
Con grandes pinceladas de los grupos referentes del estado (Disidencia, Platero, Distorsión, etc.), tenemos entre las manos un gran disco, bien grabado y mejor ejecutado, con una presentación con un libreto en estuche de cartón dando más calidad al trabajo, felicitaros por vuestro trabajo que sin duda os traerá recompensas.
 
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