La banda vallecana sigue sorprendiendo en el tema que le da tÃtulo al disco, con una canción con aires del oeste. A continuación "Ojos de membrillo" se presenta como un tema bastante sobresaliente. Un poco más adelante tenemos una balada, imprescindible en cualquier buen disco que se precie, el tema es "Que final más tonto", pero va entre un tema muy rockero y otro muy movidito, con lo que el contraste es exquisitamente brutal.
El broche de oro al disco lo pone el aporte del genial Carlos Tarque a su voz en "La piel del demonio".
Con este "La vida menloquece" se puede descubrir a una banda que va a dar mucho de lo que hablar, que no se te olvide el nombre de Niño Mandarina. Es rock, nada más y nada menos que rock, no han inventado la pólvora, pero hacen las cosas muy bien y eso es algo a tener muy en cuenta.