Siempre son bien recibidos aquellos trabajos que plasman lo que es llevar el rock & roll en las venas, conforme a sus valores primigenios, una forma de expresión propia del alma. "Everthing", el quinto disco de los madrileños, contiene impecablemente el espíritu del rock de base, el sentir de una generación en búsqueda de un mundo mejor, transmitiendo autenticidad y estilo por doquier. Una obra que remarca la personalidad lograda en álbumes anteriores ("The Golden Age" y "Antihumanism"), conservando esa sencillez de la que siempre han hecho gala, un glamour y unas maneras que la verdad, muchos jóvenes quisieran. Una unificación de sonidos de otras épocas para darle un aire distinto a cada tema, una ensalada de explosivos sabores que hacen del plástico una poderosa onda expansiva. No hay nada tan seductor como el savoir faire que desprende, bajo claras influencias británicas y un inmaculado sabor garajero, una combinación que realza más si cabe la difusión de sentimientos; sonidos angulares y estilosos, con un gran núcleo rítmico de bajo y batería, guitarras crujientes y marcados estribillos cuyo poder es densamente penetrante.
Un disco aún más intenso en el que todo crece, en el que suenan suficientemente elocuentes para no necesitar de grandes aspavientos, desprendiendo los matices emocionantes de siempre. Canciones que nunca se muestran huecas en el apartado musical ni vacías de significado, cubriendo con garantías la función de enganchar. Todo suena natural, alejándose de la superproducción, desatándose de influencias y logrando ser ellos mismos, siendo el preciso enfoque rítmico-melódico dado a la entonación, una de los aspectos más desbordantes, llegando a su máxima expresión en "National Anthem","Before The Universe Explodes", "Restless" o "I Am The Holocaust", mordacidad lírica y armonías vocales sentidas, con aire evocador a mejores tiempos, acompañadas de psicodelia lo-fi y melodías sixties delicadas pero brillantes. Tal vez no se expanden lo que debieran en algunas transiciones rítmicas, debiendo estallar en nuestras caras, pero los cimientos en las que se construyen son robustos, no perdiéndose la profundidad de unas letras envueltas en la convicción de que el futuro es de las masas.
En cualquier caso, el trabajo al completo resulta bastante redondo, tiene más cosas que ritmos pegadizos como "Everthing"o "Interzone", ramalazos de una calidad imposible de obviar, en una línea más melódica entre la new wave inglesa de los 80 y el rock alternativo en "The Contender" o "Today Is The Future (You Were Promised Yesterday)" y adornos que parecen pasar desapercibidos en las primeras escuchas, efectos en segundo plano insertados que lo conviertan en glorioso y extremadamente elegante. Aportaciones que dan muchísima vida a este trabajo y que hacen imposible que caiga en la monotonía cualquiera que aprecie la buena música hecha de corazón.
¡Una buena inyección para estos tiempos tan revueltos!