Es impresionante comprobar hasta dónde pueden llegar algunos grupos cuando deciden seguir su propio camino, saltándose con valentía las fronteras impuestas por su estilo originario. El primer trabajo de larga duración los cartaginenses Injector "Black Genesis" es una buena muestra de que no hace falta romperse los cuernos buscando ser lo más originales del corral, sino que sólo hace falta seguir el propio instinto para que lo demás fluya sin problemas, dar rienda suelta al furor compositivo sin complejos ni prejuicios. Un fiel reflejo de que el thrash metal puede ser tan imaginativo y variado como se quiera. En general, la banda ha crecido musicalmente de forma espectacular, logrando sonar tan brutales y tradicionales como quieren y tan innovadores según les convenga. Una obra conceptual sobre la caída del ser humano frente a la naturaleza, dejando espacio a la inclusión de elementos dispares que consiguen que los temas tengan un margen de distinción entre sí, superando lo editado anteriormente por la banda.
Llegan dispuestos a matar desde el inicial "Enemy Of The Sun", con un arranque de riffs concisos de tinte bastante europeo y moderno, para dar paso a otros de la vieja guardia del thrash metal, conformando una potente línea agresiva de sonido que nunca pierde ni un ápice de fuerza, junto a la genial voz de Dani MVN, curtido en estas lides, aportando muchísima más variedad de registros entre los tonos rasgados y limpios, estirándolos a su gusto según lo que pida cada tema. La notable producción del álbum queda patente a lo largo del mismo, una mayor ampulosidad para dotar al sonido de la grandeza requerida, con una variedad de ritmos (partes lentas y rápidas) que extiende su mirada hacia otros lugares, desahogándose de ciertos vicios para alejarse de esas recetas tantas veces cocinadas.
No bajan la guardia, mostrando que en su seno se mueven muchas más cosas de las que cualquiera pudiera adivinar en un principio, y es que puedes encontrar temas como "Lady Swamp", "Black Genesis" y "Storming The Heavens", con una voz afilada abriéndose hueco como un cuchillo en la mantequilla, en sus primeros compases, acompañada de unas elaboraciones que van progresando por la escala, cambiando los tiempos, acercándonos a melodías más heavitonas y partes progresivas en donde se atreven con registros vocales y compases no vistos en la banda. Incluso consiguiendo en otros que sus apabullantes destrezas rítmicas ensamblen a la perfección con los sentimientos que pretenden transmitir.
En esa honda también tenemos "A Last Day Of Gredd", todo un petardazo thrashero con bastantes detalles en el terreno instrumental y una potencia descomunal, ligeros resplandores melódicos muy propios del heavy metal europeo actual. Con todo ello tenemos un trabajo sin destinatarios concretos. Los más fanáticos del grupo son los que seguro van a encontrar nuevos alicientes entre lo que nos pueda parecer cotidiano, un mayor gusto por los virajes instrumentales, bajo sorprendentes mutaciones en las guitarras (Duras, melódicas...) y una pizca de melodía que deja mayor recorrido a las instrumentaciones, creando dibujos rítmicos mucho mejor acabados. Lo he dicho siempre, la clave no se trata de buscar una originalidad forzada, sino de exprimir la propia personalidad.
¡Tratémosles como se merecen!