Tras finalizar la historia de los madrileños Con Mora, su guitarrista Marcelo Calabria Valdés emprendió su carrera en solitario con su propia banda bajo el nombre de Valdés, un primer trabajo compuesto por nueve canciones, editado por el sello asturiano Santo Grial, volviendo a poner en la carretera a este inquieto músico madrileño, que además compagina quehaceres con Sherpa apoyándole a la guitarra en sus conciertos.
 
La banda la forman Marcelo Calabria a la voz y guitarra, a la batería un histórico del rock nacional además de ser el progenitor de Marcelo, Hermes Calabria ex Barón Rojo, Sergio Rivas a la guitarra y Adrián Melogno al bajo. El disco cuenta con colaboraciones dignas de ser nombradas, entre músicos y allegados nos encontramos con el propio Sherpa, Jesús Arispont de Def Con Dos o Luis Cruz de Topo, que han aportado su sello de identidad, unos tocando un instrumento y otros cantando y ayudando a las letras de Valdés que están muy curradas y cercanas.
 
Los temas nos hablan de la vida en general, empezando por la fatídica enfermedad de pérdida de memoria llamada Alzheimer, representado en el inicio y fin del disco, "Recuerdos Olvidados", primer single que se repite a final en su "versión radio", acortando las partes donde la guitarra tiene más desarrollo y el saxofón, además la banda según necesidades lo presenta en directo de forma acústica o eléctrica.

Todo en este trabajo se ha hecho con mimo, empezando con las letras que están cuidadas hasta el más mínimo detalle, los arreglos musicales, las colaboraciones y el aporte instrumental, como el saxofón o la armónica, dejando un poso de rock blues americano que lleva a buen puerto el debut discográfico de "Valdés".
 
Canciones como "Fuego" embriagad de rock sureño, cuenta con los registros reconocibles de Sherpa, al tute de Jesús Arispont al bajo, donde en esta y en "Perdiendo el Norte", da rienda suelta a su carisma y total entrega a las cuatro cuerdas de colores:

Un gran trabajo en las guitarras, Sergio Rivas deja latente su buen gusto y talento, impregnando todas las canciones con su alma. Siguiendo con la escucha, su música nos contagia la llama emocional, cercana y reflexiva, como "Perdiendo el Norte" o "Tantos Sueños", dueña de esas caricias y fuego que producen las relaciones amorosas a ritmo de rock urbano con esa esencia de los años 80 como es "De Borrachera", con la gran colaboración a la guitarra de Juan Cruz de Topo.
 
Rápidamente la llamada al blues-glas llega con la armónica y la insignia reivindicativa en "Alza tu Voz", para enseguida continuar con lo que llaman canción de autor, "Soltando Lastre", donde la banda muestra su mejor cara, una interpretación que te remueve el corazón. Luego está "A Partir de Aquí", realizada para saborear lo mejor d ella vida con ese mensaje lapidario que contiene: "solo el tiempo que se pierde, se transforma en nada".
 
Valdés firma un disco de aquellos que traspasan el alma, y lo hace de forma rápida, ganándote en cada minuto.
 
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