No es fácil para el gran público acercarse a la música instrumental, pero sin embargo desde hace unos pocos años van surgiendo en este estado bandas valientes que se adentran en dicho estilo sin ningún complejo y con relativo éxito como es el caso de Toundra y Ciconia, la banda que nos ocupa.
Ciconia surgen en Valladolid hace 3 años de la mano del bajista Jorge Fraguas que se rodea de una serie de músicos de cara a realizar una banda instrumental, siendo la formación actual el trío formado por el citado Jorge Fraguas al bajo, Javier Altonaga a las guitarras y Aleix Zoreda a la batería..
"Winterize" es su segundo disco tras el inicial de hace dos años "The Moon Sessions" y ha sido producido por Jorge Gutmen y grabado en los meses de octubre y noviembre del pasado 2015.
Este disco esta basado en la visita que en el invierno de 1921-22 hizo el filólogo alemán Fritz Krüger a la zona de Sanabria en la provincia de Zamora, donde se interesó primeramente por los diferentes dialectos de la zona y luego por las gentes y sus formas de vida, en una zona aislada del mundo exterior.
Una vez puestos en antecedentes, dejémonos llevar por la música en este viaje a otra época, con la inicial "Snowfileds", que a modo de una larga introducción acústica desemboca en un sonido de gaita, que nos lleva a "Eloina´s Inn", una demostración del virtuosismo de la banda, mediante una pieza con muchos cambios de ritmo, manteniendo en todo momento el interés por la misma.
Con "Limbus" estamos ante una pieza algo más corta y que de alguna manera podríamos entender como algo más accesible y donde la guitarra parece hablar, para adentrarnos sin tiempo para tomar aire con la cañera "Scarsman", donde la banda se adentra en elementos cercanos al power pero sin salirse de ese sonido progresivo propio de la banda.
Una de las pocas voces que se oyen en el disco es al comienzo de la extensa "The Forgotten" y es la de una mujer del ámbito rural en la que se desarrolla esta obra. Dicha canción comienza con una guitarra acústica, para luego llevarnos a un estilo más sinfónico, antes de endurecerse y sumergirnos en un sinfín de cambios de ritmo, que hacen que la canción brille a gran altura.
De nuevo oímos al fondo una voz al comienzo de "A Wolf Never Comes Alone", concretamente la de un hombre que acompañado de un rabel nos introduce en una nueva pieza más cañera en donde se pueden oír los aullidos de los lobos de fondo en las parte más melódicas y al final de la misma.
Unida a la anterior, "Reel of Trevinca" es una pieza más corta donde se luce la guitarra, aunque muy bien acompañada por los demás instrumentos.
"Forestwalk" es una breve introducción que nos lleva a "Fiadeiro", una pieza con una gran variedad de registros, que hacen que la canción parezcan muchas canciones en una sola.
El disco concluye con la extensa "Towards the Valley", que pese a durar más de 16 minutos, se pasa muy rápido ya que nos adentramos en una orgia de cambios de sonidos que nos hacen deleitarnos con su calidad, antes de despedirnos del disco con ese sonido de gaita con el que concluye.
Grandísimo trabajo el que han hecho los pucelanos, demostrando que son gente que no se conforman con hacer las cosas bien en lo musical sino que cuidan mucho los detalles, como lo demuestra el hecho de que todo el libreto del disco así como la portada del mismo este basado en las fotografías que el propio Krüger sacó durante su estancia en tierras zamoranas.
Acércate a este trabajo con los oídos bien abiertos y déjate llevar por este trío que te sumergirá en un mundo de virtuosismo y calidad musical, que te hará disfrutar ampliamente.
29/07/2016 
Txutxy Cano 
