En una de esas cadenas de Facebook, en las que se trataba de llenar la red social con los discos que cada uno/a consideraba los mejores, me encontré con este pedazo trabajo. Lo compartió otro grande de la escena, Matrako, de The Birra`s Terror. Lo escuché una vez, y fue imposible dejarlo ahí. Sonó otra vez, y otra y otra. Era la primera vez que oía hablar de Alkayata, banda alicantina que forman Pablo a la voz, Kike a la guitarra, Luis a la batería y Patxi al bajo. Uno de esos grupazos que se dejan salud y dinero para transmitir al mundo su mensaje, sincero y directo, y que por cosas de la industria son mucho menos reconocidos de lo que su trabajo merece.
Este "Entre Lobos", su segundo álbum, desborda rabia y energía por los cuatro costados. En sus dos primeras canciones cuentan con colaboraciones de lujo. Los valencianos Kólico dejan su sello en "Soltad a los perros", y Josetxu Piperrak participa en "Entre Lobos". Ambas canciones son una dura crítica de la situación actual. Ambas canciones son extraordinarias.
A pesar de que el punk podría ser el género más afín al grupo, resulta muy difícil encasillarlos en un solo estilo. Kike a las seis cuerdas, no deja de adornar las canciones con armónicos, octavas y punteos, mientras que el doble pedal de Luis machaca el bombo sin respiro. A falta de otra guitarra rítmica, Patxi cubre la base perfectamente, con un incansable trabajo a las cuatro cuerdas, con otros tantos detalles que nos deja durante las canciones. Pablo, a la voz, logra destacar sobradamente en estos ritmos variando los tonos fácilmente en función de lo que la canción pida. Como muestra de lo dicho, tres canciones: "El Rock del alcalde" con un inicio arraigado al blues que pronto estalla en un tema rapidísimo; "Histeria", unos 40 segundos de hardcore con matices metal y "¡Pilla Hielo!", la canción más buenrollera del disco en la que se atreven hasta con el reggae (a su manera).
"Ni costumbre, ni tus dioses" y "A tomar por culo" expresan la rabia que el grupo siente en temas como la religión, o la falta de oportunidades laborales en nuestro país. "Ojalá" es un tema al que le he cogido bastante cariño. No sólo por la infinidad de personas a las que se le podría dedicar esta canción, sino por la facilidad de la rima, mostrando un extenso vocabulario que encierran en un ritmo que se aferrará a tu cabeza para, al menos, el resto de semana.
"La rueda del miedo", con Jorge de Konsumo Respeto, es otra obra maestra, con una guitarra sobresaliente, un ritmo muy adictivo, y de nuevo una letra rebelde que no se va a callar ante las injusticias. Y aunque esta sea la encargada de cerrar el disco, yo voy a cerrar la reseña con "Las once y cuarto". La canción es un homenaje a las víctimas de un bombardeo aéreo en el mercado central de Alicante, durante la guerra civil. Transmite un sinfín de emociones y engancha con un estribillo muy potente, en el que los coros dan un soporte soberbio a la voz principal. Sin duda, la que mejor refleja el alma de la banda. Maravillosa de principio a fin.
Que este prodigioso disco llegue lo más lejos posible, para mí, es uno de los mejores que he escuchado en bastante tiempo. ¡Gracias por ello, Alkayata!