Dejamos atrás la XXI edición del Rebujas Rock, uno de los festivales con más historia de toda Cantabria, con una afluencia de 13.000 personas y esa amenaza de lluvia habitual casi todos los años, pero al final, el festival trascurrió normalmente.
Seis bandas pasaron por el gran escenario del Rebujas, primero los cántabros SinBat, que iniciaron una fiesta que duró más allá de las cinco de la mañana, los siguientes los embajadores por derecho del festival, Desastre, que, con esta, ya han actuado en el festival 17 veces seguidas.
Leize sigue demostrando en sus más de 35 años encima de los escenarios, que el elixir de la eterna juventud se lo tomaron hace ya unos años, y ahora con la entrada de Ibi de Barricada a la batería, parecen no tener fin, un puesto que dejó su anterior batera, Andoni Regueiro.
Los de Marras siguen sumando fechas en la gira de presentación de “Reamanecer”, un trabajo que merece ser arropado por los amantes del rock nacional, y Riot Propaganda, que pusieron patas arriba el festival, con su discurso político y esa llama revolucionada aún dormida en nuestra sociedad.
Cerrando la noche, con algo más de una hora de retraso por diversos problemas técnicos, en el cambio de Riot Propaganda, los madrileños Kaos Urbano, formación de Street punk que generó pongos e incitó al personal para encender sucesivas bengalas y cantar sus himnos directos y rabiosos.
Un festival con historia, una noche de extraordinaria felicidad, y una fiesta auténtica con un ambiente familiar, ¿Qué más se puede pedir?
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