La del sábado fue una jornada lisérgica y poco convencional, derivado especialmente de la perspicacia por parte de la organización, de incluir en el programa musical un espléndido recuerdo a los sonidos más rebeldes y excitantes de los años 50, al rockabilly clásico, un estilo musical que en la actualidad está pegando muy fuerte en Estados Unidos.

Aunque a priori la contratación del cantante de los flamantes Stray Cats, Brian Setzer, se perfilase más como un desafío bastante heroico y arriesgado, en la práctica resultó ser de lo más fructífero y valioso, aprobado de buen grado y profundamente agradecido por los amantes de esos sonidos tan primitivos.

El ambiente excesivamente seco y cálido de este tercer día invitaba más a darse un chapuzón que arrimarse desde horas bien tempranas a las campas de Mendizabala, pero como se suele decir todo sacrificio trae su recompensa.

Los bilbainos Jukebox Racket fueron una de mis mayores sorpresas de esta edición, un grupo adicto a la superación y también un golpe de aire fresco que avanza entregado según sea la llamada de sus emociones.

Canciones que buscan rectivar el añejo sonido rockabilly y que huyen en la medida de lo posible de las superposiciones y el corta y pega habitual para canalizarse en un lenguaje único que inspire a nuevas generaciones de músicos. Una mezcolanza de amplia riqueza musical de una banda fecunda en ideas e intenciones con estética rockabilly y reminiscencias de The Meteors, Social Distortion o Stray Cats, plenamente preparada para seducir al espectador en cualquiera de sus apetencias, ya sean clásicas o vanguardistas, tal como lo demostraron en el escenario principal, comandados por un ostentoso vocalista Javi Zaitegui (ex Dinamita Pa Los Pollos) que rememora esa dicotomía entre la calidez-simplicidad de lo vocal frente a la complejidad de articulaciones en el discurso interpretativo. ¡Son una maravilla!

Eric Davidson de los New Bomb Turks es uno de esos personajes que aterrizan muy de vez en cuando en nuestro territorio para recordarnos que por mucha nueva tendencia y mucha innovación, no hay nada que supere a un tipo dejándose la piel a tiras, atacando las canciones de manera salvaje, con un sonido amplificado y sucio, punk-rock garajero sin domesticar, soltando parrafadas cachondas entre los temas y haciendo todo tipo de barbaridades cómicas con el propósito de provocar, como fue el caso de quitarle la gorra a uno de los cámaras de la ETB para metersela en sus partes o ponerle el micro en la boca a uno de los seguratas.

La temperatura a esas horas de la tarde fue subiendo por cojones con trallazos como “Born Toulouse-Lautrec”, “Bullish on Bullshit” o “Let's Dress up the Naked Truth”, muy en la onda agresiva de The Hives y que propiciaron un final de fiesta vandálico e inolvidable, toda la mayoría de las personas agachadas, esperando la señal del bárbaro Eric, para alzarse y saltar alocadamente. ¡Levantan a un muerto!

Cuando se tiene un repertorio como el de Avett Brothers, uno se puede permitir el lujo de tirar a la basura algunos de sus temas estrella y aún así, acabar el concierto con un notable en la espalda.

Estos músicos de Carolina del Norte aportan una portentosa manera particular de sentir y hacer música americana, aliñándola de exotismo y profundidad, metiendo un cucharón de especias para un deguste más placentero, de todo lo que quieras zampar, blues, punk, folk, rock y pop; siempre con fundamento. Teniendo unas voces como la de estos hermanos, Scott y Seth, el éxito está casi asegurado, y si enciman se lanzan con un “Murder In The City” a solas con su guitarra, aquello se convierte en el mismo paraíso. ¡Fuerza exquisita, en directo!

- And It Spread
- Tin Man
- Go To Sleep
- Murder In The City
- Kick Drum Heart
- Colorshow
- The Fall
- I And Love And You
- Pretty Girl From Cedar Lane
- Talk on Indolence
- Head Full of Doubt/Road Full of Promise

Avalados peligrosamente por algunas de las publicaciones internacionales como el mejor disco del pasado 2010, junto al acto de haber sido nominados en los premios Gramny de “mejor álbum de rock alternativo, aunque finalmente no se lo llevarán, simplemente confirmó lo que ya temía de Band Of Horses.

Unas expectativas que no fueron mucho más allá de lo ya encontrado en “Cease To Begin ” y que confirmaron las realidades tangibles de su última entrega “Infinite Arms” como algo superior al resto de su discografía. Por lo demás, sus argumentos, lejos de lo excepcional, vinieron confeccionados en directo mediante tres líneas de actuación, indie, folk y rock haciendo fluctuar los niveles de intensidad según el instante. Cuanto menos, nadie podrá negarles que creen en lo que hacen. La veneración

Siempre es excitante ver por primera vez a un tipo como Gregg Allman, cantante, teclista y compositor de los míticos The Aliman Brothers Band y es que lo que pudimos ver los afortunados que asistimos al Azkena Rock fue grande, muy grande, consiguiendo que muchos viviéramos una experiencia casi mística.

Una veneración que fue haciéndose ostensible a medida que Gregg fue desprendiendo ese aura reservada tan sólo a artistas que trascienden una época y cánones comerciales. El ritual se inició con “Don't Keep me Wondering” y derramó unas tras otra, sus perlas más valiosas, “Just Another Rider”, una emotiva “These Days”, “su clásico Melissa” que nos acarició en lo más hondo, el aclamado “Midnight Rider”, provocando un entusiasmo ciego y consumiéndose el acto colectivo con un “Statesboro Blues” en clave country rock que se prolongó en nuestras mentes hasta altas horas de la noche. Su música se tiño de nuevas texturas gracias al acompañamiento inmejorable de músicos que además de su calidad, despuntan por las extraordinarias vibraciones que desprenden y la sinceridad que transmiten, conformando una actuación incuestionable.

- Don't keep me wondering
- I'm no angel
- One way out
- Please call home
- Just another rider
- You must be crazy
- These days
- Can't be satisfied
- Dreams
- Before the bulllets fly
- Talkin' about trouble
- Melissa
- Back to Daytona
- Ridin' Thumb (Versión de King Curtis)
- Midnight rider
- Whipping post
- Floating bridge (Versión de Sleepy John Estes)
- Statesboro blues

Si bien la banda liderada por el cantautor Conor Oberts, Bright Eyes, ofreció unos lánguidos ambientes que merecían ser primer plato y que, en circunstancias normales, no hubieran recibido tal indiferencia del público. En cualquier caso creo que no supieron trasladar con acierto y gracia las virtudes de su última obra “The People´s Key”, ni el intento de marcarse una sección rítmica más densa en el curso consiguió que se desmarcaran de la previsibilidad de su actuación. ¡Bastante remolones!

Y menudo fin de fiesta... Nada menos que el mejor icono de revival del rockabilly, el fundador de los Stray Cats, Brian Setzer que logró llevar casi al éxtasis a las miles y miles de personas que abarrotaban el escenario principal. Era sin duda el concierto idóneo para despojarse de los prejuicios baratos y pasados de moda, una inmejorable manera de quitarse la venda de los ojos y reconocer  lo verídico que el rockabilly está vivo y bien después de casi 60 años en la escena.
Lo primero que agradecí fue la voz de Brian, difícil de describir dulce y desangelada; y pese a que dar una cierta sensación de que no aguantaría hasta el final del concierto, ello no importaba.

El público era todo silencio, seguía y entraba en la atmósfera atractiva que iban creando los músicos, seguían ese hilo argumental en el que viajaban sin darse cuenta, eso si con algo de distensión pero absolutamente emocionado.

Aunque el concierto estuvo divido en dos parte bien diferenciadas, con un acompañamiento bien distinto de músicos, una primera parte en donde el músico interpretó una colección de clásicos de su carrera en solitario junto a su actual banda, una clarividencia menos brillante, que dió paso posteriormente a un mágico recital de su primera época junto al también co-fundador de Stay Cats, Jim Phantom que si dejó más que contento a la mayoría que esperaba esa concesión de himnos memorables. Y cuando crees que ya no pueden ir más lejos, llega “Rock This Town” con un bonito duelo de contrabajos y en el que el propio Brian quiso sumarse a la fiesta. ¡Con secuestradores como ellos, como no vamos a resistirnos!

Con mejor sabor de boca nos dejó esta segunda visita de Paul Weller, líder de la mítica banda The Jam, superando incluso la imagen mostrada en el BBK Live 2010 que fue estupenda y luminosa.

Un remolino de pasiones que nos libró del frió que apreció al igual que la noche anterior. Al primer golpe de cuerdas sus canciones salen disparadas, bateando con firmeza las bolas clásicas y soplando con aire fresco los estribillos, atesoradas bajo unas patentes y especificas sonoridades. Son de los ponen tantas ganas que consiguen tanto que te dejes llevar por sus canciones como lograr que su jugosa y seductora coctelera musical se te quede grabada en tu memoria como uno de los más bellos recuerdos. La parte final se rigió por la exaltación de una parte importante de la historia de su música y es que poder oír “Moonshine”, “22 Dreams” y “Come On, Let's Go” no ocurre todo los días. ¡Simplemente emocionante!

- The Changingman
- Eton Rifles
- Push It Along
- Blink (And You'll Miss It)
- From The Floorboards Up
- Into Tomorrow
- Peacock Suit
- 7&3 Is The Striker's Name
- Porcelain Gods
- Start!
- Whirlpools End
- Fast Car, Slow Traffic
- Wake Up The Nation
- Pieces Of A Dream
- Broken Stones
- Moonshine
- 22 Dreams
- Come On, Let's Go

¿Cómo definiríais un concierto donde habéis disfrutado como locos de cada uno de sus minutos? Cualquiera de los calificativos que se os ocurran son válidos para explicar lo que nos dieron los británicos Thin Lizzy, si son de lo más exagerados, mejor.

Por si alguien lo dudaba, o no tuvo la oportunidad de asistir a su anterior visita en la Rock Star Live (Barakaldo), son pura dinamita y delicia para los tímpanos y es que si en algo han destacado Thin Lizzy, a lo largo de su carrera, ha sido por la calidad de la que siempre han hecho gala en sus composiciones.

Tras media hora de retraso que crispó bastante los ánimos del público, aparecieron en el escenario, entregándose directamente a los instrumentos y sin presentaciones, entrando directamente en materia, encadenando temas excitantes y vitales, “Emerald”, “Jailbreak”,“Dancing in the Moonlight”, “Rosalie”..., que obtuvieron incluso una mejor acogida que el tema estrella que todo el mundo tenía en mente, “Whisked In The Jar”. Ya desde el principio, le echaron un par, con una espléndida “Are You Ready”, menudo gustazo, eso sí que era empezar con ganas y callando bocas...

Fue una delicia retroceder en el tiempo, escuchar esos temas que tanto nos han marcado a muchos, bajo la voz de Ricky Warwick (el cantante de The Almighty) que tiene una carisma y una personalidad que ya muchos quisieran, es escucharle y soltarse millones de mariposas dentro de tu estomago. Esta vez nos encontramos con la novedad del guitarrista de Gun´s N´Roses, Richard Fortus, como sustituto de Vivian Campbell que emanó un mayor sentimiento, en parte porque su manera de tocar es mucho más versátil y expresiva y los solos los borda estupendamente.

Estuvo inspiradísimo en el tema más salvaje de la noche “The Boys Are Back In Town” que permitió a la banda recrearse en su onda más áspera. El final, obviamente, vendría con “Black Rose”, con un público totalmente rendido a la evidencia. Aunque los británicos aún tiene mucho que ofrecernos cuentan con la fortuna de saber como inventar una noche mágica, llena de colores y detalles. Toda una declaración de principios, con unos Thin Lizzy totalmente renovados, más roqueros que nunca.

- Are You Ready
- Waiting For An Alibi
- Jailbreak
- Don't Believe A Word
- Dancing in the Moonlight (It's Caught Me in Its Spotlight)
- Massacre
- Whiskey in the Jar
- Emerald
- Sha La La
- Cowboy Song
- The Boys Are Back In Town
- Killer OnThe Loose
- Rosalie
- Black Rose

Y hasta aquí esta décima edición del Azkena Rock que lejos de perder prestigio y debilitarse, ha vuelto a testimoniar que no hay festival tan autentico y extraordinario como éste, augurando un futuro de lo más esplendoroso, siempre que siga siendo fiel a su estilo y principios.

Mientras no cambie su mentalidad seguiremos peregrinando año tras año hacia las campas de Mendizabala. ¡A por otros diez años! ¡Amigo, deberías haber estado allí!