Segunda edición del festival En Vivo 2011, primera para mí, que me lo perdí el año pasado. La zona de acampada, a priori, no estaba mal, amplia sombra, duchas, bastantes baños… Quien había estado la primera edición, ya nos iba poniendo al corriente de que tal cantidad de gente que había el jueves por la tarde ya era el doble que el año pasado, así que sabíamos lo que nos esperaba dentro.
Para llegar hasta el Cerro de Los Ángeles se formaron atascos y esperas que se iban haciendo más largas cuanto más avanzaba el día, también estaba difícil lo de aparcar, así que intentamos que no se nos hiciera muy tarde. El ambiente estaba ya muy alegre desde el mediodía, primeros tragos, primeras pulseras, reencuentros y aún las fuerzas al 100%.
La primera jornada, el jueves, era el día en que los primeros grupos empezaban más tarde y las actuaciones serían solo en el escenario 1 (aunque en los horarios pusiese el 2) y en el escenario 3, o carpa, la cual apenas visité en todo el festival. Dentro del recinto, barras, muchos baños, puestos de comida, de merchandising, cajero automático… y un plástico azul que cubría el suelo en las zonas más cercanas a los escenarios con la idea de reducir el polvo que se levantaba y que tanto se criticó el año pasado, no fue una solución muy efectiva aunque algo hizo.
La Pulquería
Pero ahora vamos a la música, los primeros que vi sobre el escenario 1 fueron La Pulquería, mala hora y mal asunto ser de los primeros en tocar, menos público enganchado, problemas de sonido y hora temprana para ser jueves. Sonaba “¿Donde están?” de su último disco Fast Cuisine cuando nos acercábamos al escenario. A esta y sin pausas, pues no contaban con mucho tiempo, le siguieron “Machetazos en el corazón”, “Morirse de pena”, de los temas de siempre, más efectivos para despertar al público.
Y de nuevo otra vez con los temas más recientes, “El gran chingón” y “Cabeza hueka”, pero sí de despertar se trataba que mejor que “El día de los muertos” para poner a todos a dar brincos, no bajaron el ritmo en “No hay amor”, pero el micrófono fallaba y el reloj corría deprisa.
Siguieron con “Hasta que salga”, un tema dedicado a los grupos, a su afición por hacer música a pesar de todo y dedicada especialmente a Oh Murray!!!, grupo que abrió el festival, con todo lo que eso conlleva. Con la versión que ya incluyeron en uno de sus discos, de “Calaveras y Diablitos” tuvieron una mención a Los Fabulosos Cadillacs, muy admirados por los valencianos. Y tomaron la recta final con “Cualquier día” y “La huesuda”. Cuarenta y cinco minutos a ritmo de ska y sonido mejicano que supieron a poco y que concluyeron con una foto final con el público.
La Pulquería
Unos minutos para el cambio de grupo y tocaba elegir, The Rebels o Las Pelotas, me quedé con los segundos, que tocaban en el mismo escenario que lo hizo La Pulquería. Oscurecía el cielo y escaseaba el público, que en su mayor parte prefirió tomárselo con calma el primer día. Los argentinos tienen repertorio y experiencia de sobra, este año han editado un disco en directo con el que suman ya trece publicaciones.
Así hicieron las delicias de muchos compatriotas que ocupaban las primeras filas y otros tantos seguidores allí presentes con “Orugas”, siempre críticos con temas como “Saben” y “Basta”. Intercalando temas más actuales con sus éxitos de siempre, sonaron otros como “Ya no estás”, “Corderos en la noche”, “Capitán América” y “Bombachitas rosas”.
Rock de calidad pero igual demasiada calma para un grupo que, a pesar de su brillante trayectoria, tienen poco tirón en nuestro país. Finalizaron su tiempo con “Sin hilo”, “Shine” y “El ojo blindado”. Poco público pero bien agradecido el que presenció la actuación de los argentinos, que a su vez agradecían a los presentes el arrope. Las Pelotas se despedían. Mientras esto ocurría, La Pulquería firmaba discos en el stand de Maldito Records. Serían los únicos que lo harían este día.
Las Pelotas
Llegaba uno de los conciertos más concurridos de la noche, creo que ya rozábamos los 65.000 asistentes que se comentaba desde la organización para esta primera jornada, y es que los Suaves estaban a punto de salir a escena. Yosi y los suyos que salieron con ganas al ritmo de “Preparados para rock & roll” interpretando éxito tras éxito en la escasa hora de que disponían. “San Francisco Express”, “Palabras para Julia”, “Malas noticias” o “Maldita sea mi suerte” entre otros.
También sonaron otros temas más recientes como son “Cuando los sueños se van”, “Adiós, adiós” y “Esa noche te perdí”, eso si, con igual resultado que las canciones más consagradas de la banda. Que vamos a decir de ellos que no se haya dicho ya en tantos años, no había más que mirar a los lados para darse cuenta lo que para muchos significa este grupo gallego.
La emoción se multiplicó en los minutos finales con las archiconocidas “Mi casa”, “El afilador” y “Dolores se llamaba Lola”, que no dejaron a nadie indiferente, y es que, como decía la bandera que Yosi saco al final del concierto: Los Suaves somos todos. Después de esto se vino arriba, solo en sentido figurado, porque de rodillas en el suelo se quitó la camiseta ante su gente, y si le dejan se quita lo demás. Es tremendo este tío…
Los Suaves
Casi nadie se movió de su sitio, o incluso puede que hubiese más gente, en el escenario 1 para ver a Mago de Oz, que eran los siguientes. Empezaron con un epílogo en el que una voz en off nos iba metiendo en ambiente, cuando salieron los músicos al escenario empezó a sonar “Gaia”, tras ella “Vodka & Roll”, “Hazme un sitio entre tu piel” y “El atrapasueños”.
No son mi grupo favorito pero siempre me ha gustado más escucharlos en directo que en los discos, será que me encanta el sonido en vivo del violín y la flauta o que se luce más el juego de voces entre José Andrea y sobre todo Patricia Tapia.
La noche avanzaba al son de las románticas “Hazme un sitio entre tu piel” y “Desde mi cielo” y los míticos estribillos que casi todo el mundo conoce, o al menos le suenan, aunque no sea fiel seguidor de la banda. Quien no ha escuchado alguna vez “La Costa del Silencio”, por ejemplo. El tirón final fue frenético con “La posada de los muertos”, “Fiesta Pagana” y “Molinos de viento”.
Es uno de nuestros grupos más internacionales, han cosechado numerosos éxitos tanto fuera como dentro de la península y pueden presumir de tener muchos seguidores. Será por eso que fue el concierto que más duró de todo el día pero he de decir que a mí se me hizo un poco largo.
El polvo ya iba en aumento y las fuerzas en descenso, rondaban las dos de la madrugada y ya se notaba entre el público, buena parte se iba retirando hasta el día siguiente.
Mägo de Oz
Era el turno de los británicos Bad Manners, de los cuales yo conocía relativamente poco y además nunca los había visto en directo, pero no me defraudaron y fueron de lo mejor del jueves. Empezaron entre tragos de whisky con “This is ska”, “My girl lollipop” y entre la complicidad que mostraban los músicos y el desparpajo que derrochaba, a pesar de su tamaño, su front-man, nos hicieron pasar un buen rato.
Pasándose unas botellas entre ellos, lingotazo va, lingotazo viene repasaron algunos de sus temas “Feel like jumping”, “El pussycat”… ska divertido y ambiente festivo el que se respiraba en Getafe con Bad Manners. El show continuó con “Lip up fatty”, “Lorraine”, “Special Brew”, y otros tantos temas de los británicos, que habían conseguido que las primeras filas no dejasen de bailar.
Rozando la despedida, sonaron las versiones que ya forman parte de su discografía como son “Can’t take my eyes off you” de Frankie Valli y “Woolly Bully” de Sam the Sham and the Pharaohs, con su carismático vocalista, Buster Bloodvessel, intentando algunas palabras en español. En la banda ya solo queda él, sin duda es una pieza clave, de los que eran cuando sacaron su primer disco en 1980. El buen rollo de Bad Manners dejó a la gran mayoría muy satisfechos con lo presenciado.
Bad Manners
Si con la actuación de Bad Manners ya se movió un poco el horario, el comienzo de Trashtucada se retrasó casi media hora, a las 3:15 de la madrugada empezaban su espectáculo estos andaluces, que se mueven con prisa ordenada por el escenario, que conectan con la gente a la primera y que no tienen pelos en la lengua. Su música es difícil de definir, pero en términos muy amplios, cabe todo.
De las primeras en sonar fueron “Racka Placka” y “Extrecho” de su álbum “Y no es broma”. Además de alguna maqueta, solo tienen un disco de estudio pero esperamos con ganas el segundo. Comprometidos y consecuentes también tuvieron algo que decir contra la violencia de género, tema al que dedican una de sus canciones. Y otra que me resulta realista pero divertida es la que empiezan al grito de “que levanten la mano todos los niñatos y todas las niñatas”.
Después, y como acostumbran, se marcaron un popurrí muy cachondo con canciones tan diversas como “Lucky man for you”, “Saca el whisky cheli” y “Aires de fiesta”, peculiar mezcla donde las haya. Mientras, la fémina del grupo juntaba a la gente del público para hacerles una foto desde el escenario.
Ritmos con mucha fuerza, letras atrevidas pero con guasa, y ellos, desparpajo y naturalidad. Remataron animando a la gente a corear con ellos en “Infusión” y echaron en resto con “Penelope” y “De festi vale?”. Cada vez me gusta más la fiesta de los chiclaneros.
Pensaba haberme estrenado en la carpa viendo a A Pelo y Tú, grupo de versiones de Platero, pero eso de retrasarse casi media hora me dejó a falta de quince minutos para que terminasen así que decidí abandonar el recinto. Eso si, la carpa estaba hasta arriba.
En aspectos generales, el camino hacia el camping se me hizo largo, los baños ya acumulaban mierda como si hubiese pasado el festival entero y se hizo necesario en todo momento un pañuelito que nos cuidase del polvo. Al menos se dormía en silencio, sin raves ni similares. Para terminar y a modo de resumen, temperatura agradable y sonido mejorable pero buen aperitivo para los días siguientes.