Llegamos el jueves a Tobarra y, como a casi todo el mundo, nos recibieron los municipales. Nos dieron paso, pero a los colegas los pararon. María, que es muy salá, les preguntó si nos llovería el fin de semana y ellos contestaron que no, fíate de la autoridad y no te lleves el chubasquero… Y es que, como dijo el sabio Willy, pareciera que con la entrada al festival tuvieses derecho a dos cacheos, uno a la entrada y otro a la salida. Resultado de todo esto el año que viene el Aúpa cambia de lugar, porque en Tobarra las autoridades nos ven como delincuentes y maleantes.

Esperamos a la entrada del pueblo a que llegasen los colegas y nos fuimos para el camping a montar el catre, pocas tiendas montadas, pero muy buen rollo. Tras comer algo, cogimos la chamarra y fuimos a ver el ambiente, la barra que montaron los del Aúpa fuera del recinto estaba genial, con sus dos futbolines, su buena músika y la cerveza que no falte, además de gente muy agradable tras la barra. A eso de las cuatro, el cuerpo pedía descanso y nos fuimos a dormir.

Nos despertaron los campistas y tras el café, nos fuimos a recoger la acreditación, el recinto de La Granja estaba muy bien montado y a la derecha teníamos las montañas de la sierra de Tobarra, entre los dos escenarios principales una foto de Rober que rezaba así “Hasta siempre Rober”, este fue el recuerdo de la organización al fallecido cantante de Porretas. Unas 12.000 personas disfrutarían aquí de dos días de músika sin piedad en la XIV edición del Aúpa Lumbreiras.

A la una y cuarto del viernes asaltan el escenario 3, patrocinado por maneras de vivir, ocho almerienses con muchas ganas de hacer disfrutar con su mezcla de estilos a la gente allí congregada, así da comienzo un fin de semana en el que la música no es la excusa sino la protagonista. En espera, desata mucha energía y fiesta sobre el escenario, allí destriparon su disco D´perkaleo, que significaría algo así como ¡vamos a liarla! y vaya si la liaron. Con este disco han llevado a cabo la gira D´perkaleo tour que les ha llevado a muchos lugares de la geografía española.

Pudimos escuchar canciones como Del Circo y Des-Espera, formándose los primeros pogos de los muchos que vimos en el festival, también canciones como Estate al loro en la que los En espera montan una especie de teatro muy divertido en el que sale un guardia civil en busca del porro encendido. Además, hubo una versión de la Macarena en la que sustituyen el nombre de ésta por el de Marihuana con una base de reggae y ska con la que se hizo la fiesta.

Nos acercamos a ver a Gritando en silencio que hacia las dos menos veinte tomaban posiciones en uno de los escenarios principales, bastante gente viendo a los sevillanos, incluso cuando probaban sonido, los incondicionales se acercaron a tomar posiciones. Gritando en silencio está en un buen momento, su último disco, Maldito, le ha llevado a girar incluso a Londres y, en la actualidad, continúan con su gira de presentación.

Gritando dispara a discreción con un tema de su primer L.P. Contratiempo de 2009, Mírame desnudo, que llena el aire de buenas vibraciones acerca de este grupo que se consolida en el panorama rock de nuestro país. Continúan con Gritando en silencio, un tema que aparece en su primera maqueta y fue incluido en su primer disco de estudio, para pasar a Estrellas fugaces  nuevo tema que, en la voz desgarrada de Marcos, nos hace ver la potencia de este grupo en directo, junto con ¿Dónde te has quedado?, que tiene una letra con mucho corazón y sentimiento. Una declaración de principios la encontramos cuando Actitud, tema de su último álbum, invade el aire como un auténtico cañonazo donde las guitarras asumen con toda autoridad el peso de la canción.

Tras pasar por la barra, pues ya era una hora en la que, según Antuan (voz y bajo de Hijos del Hambre), socialmente está bien visto beber, dejamos a Gritando en silencio para ir a ver a Hijos del hambre, grupo cordobés de formación reciente pero con una andadura muy larga, pues se formó a partir de la disolución de Rockalcohol, el grupo sigue siendo el mismo con la salvedad de que cambia el batería. Así pues, no es el inicio de algo nuevo sino la continuación.

Ataviados con sombrero y bajo un sol de justicia, asaltan el escenario dispuestos a destripar su primer disco, Adios mi Rockalcohol, en el que confiesan haber puesto todos sus ahorros. Atacan con No te lleves más de mí, que es un tema en el que afloran los sentimientos del pasado y en la letra se adivina una catarsis para poder continuar el nuevo camino. Continúan con Hijos de la calle una canción llena de rabia y fuerza y que, en la voz de Pastrana, guitarra solista y segunda voz, recuerda un tanto a la legendaria Medina Azahara, también recordaron a su antigua banda con Mal de amores, Carmencita y No hay salida, canciones míticas que quedan en nuestro recuerdo siempre bañadas por el coñac. No faltaron Esta es mi condena, De pie en la vida, El hijo pródigo o Verbeneros. Además, nos dejaron una versión de El jardín prohibido de Sandro Giacobbe, que gustó bastante, en fin que fue un concierto lleno de sentimiento en el que Hijos del hambre estuvo a la altura de su etapa anterior.

Sobre las dos y media toman posiciones sobre el escenario Ni por favor ni ostias dispuestos a revolucionar a los presentes con su punk rock con la característica de una percusión que les da un toque muy personal y distinto a los temas de estos castellonenses. Fue mucha la gente que se acercó a verlos y es que ya son casi veinte años incordiando, poniendo los puntos sobre las ies y descargando toda su rabia contra la hipocresía de la sociedad, las injusticias o las contradicciones propias de nuestra época. De entre los temas que tocaron, no faltaron Malditos bastardos, Mierda de ciudad, Mi María, Mundo Nuklear o su particular versión de Ellos dicen mierda, con la que el público levantó polvareda. Al final del concierto NPFNO regalaron algunos discos de Bastardos Unidos, su último disco de estudio.

Llegamos tarde a ver a los Manifa al escenario 3, pero no nos los quisimos perder, había mucha gente viéndolos y disfrutando del espectáculo que suponen sobre el escenario. Estos vascos que en sus letras son incendiarios, radicales y reivindicativos, hacen un punk rock en el que no dejan títere con cabeza, ya sean los políticos, los bancos, la religión,… Los vascos Manifa llevan tiempo haciendo del punk su vida, con tres maquetas grabadas en directo y dos discos de estudio donde recogen muchos de los temas del directo y algunos nuevos. Estos bilbaínos se entregan al punk en estado puro.

Sonaron antes de que llegáramos Las drogas, Vota a nadie, El banco de Andrés y Hueleculos, Poder y fascismo sonaba cuando nos íbamos acercando. No faltaron tampoco El facha, Pastis y bakalas o de Punki a bakaluti, auténticos himnos que la gente coreaba y bailaba al estilo punk, pues los pogos fueron continuos, gracias al ruido del bueno que llevan los Manifa.

Los Chicos del maíz fueron confirmados tan solo unos días antes de que se celebrara el festival y es que en el último momento se cayeron del cartel Alameda Dosoulna que no pudieron asistir por inconvenientes laborales, pero quedan confirmados para el próximo Aúpa. Los chicos del Maíz han sido criticados por unos, porque no son propios de un festival punk-rock por hacer Rap, y alabados por otros porque sus letras anti sistema, reivindicativas y comprometidas no desentonan, sino que enriquecen la propuesta del festival, mi opinión está cercana a estos últimos. Tan solo con dos cantantes y un dj hacen de su espectáculo algo digno de ver y escuchar.

En cuanto al público estuvo bien porque había bastante gente pero hubo otra tanta que se fue tras ver a Ni por favor ni ostias, seguramente a comer por las horas que eran. No había escuchado previamente al grupo salvo una canción, Estilo Faluya, que también sonó entre otras, un buen concierto dieron los de Castellón y dejaron el listón, en cuanto a letras, lo que a otros ya les gustaría.

Increíble el concierto de los castellonenses EUKZ en el escenario principal dos, el público estaba entregado e hicieron de su directo una declaración de principios en cuanto a punk se refiere. El batería fue de lo mejor del concierto, muy técnico y solvente. No hubo apenas paradas entre canción y canción, pues fue un concierto marcado por la intensidad recíproca entre el grupo y el público, que estuvo coreando las canciones de la primera a la última.

Estos supervivientes del punk-rock hicieron disfrutar a los presentes disparando un éxito tras otro entre los que destacaron A cara de perro, Soldadito español, Tus bragas, con la que se hizo la locura entre el público, No tengo miedo, Camino y Pídele al cielo, para terminar con una versión de I wanna be your dog de los Stooges, Yo podría ser tu perro, que nos hizo ladrar de lo lindo, con lo que constatamos el buen momento por el que atraviesa la banda.

Llega la hora de acercarnos un momento a ver a Sujeto K al escenario 3 maneras de vivir, pasión por el ruido. Vestidos con los colores característicos del grupo, descubrimos que estos metaleros valencianos tienen su público fiel que disfrutó de lo lindo con el concierto que dieron, donde sonaron temas como Desenfreno, Cadamor, Dale color, Domingueros, No sé qué me das o las celebradas Larrigui, una de las mejores canciones de los Sujeto K, Pitufando  o Resujetokate.

Llegó uno de los momentos más esperados del festival, por lo menos para mí. Era la hora de ver a Gérmenes y había mucha expectación por volverlos a ver tras su reencuentro. La cosa pintaba muy bien, mucho público en las primeras filas antes de que salieran a escena y algunas banderas andaluzas. Ya teníamos todos los ingredientes para disfrutar de un buen rato. Como marca el protocolo en los festivales, no se hicieron de rogar y saltaron al escenario dispuestos a llenar el aire con la fusión de fiesta y crítica que supone el saber hacer de estos sevillanos.

Empezaron con Otra vez en tus manos, para continuar con El mundo al revés y Semana Santa aparecida en su primera maqueta “A J´hierro”, producida en su día por Fernando Madina (Reincidentes), que fue uno de los temas más celebrados. No faltaron Desde el puente, Impotencia, Lucha sin armas, 30 años sin luz, Tu delito o Lo que necesitas es amor. Desde mi punto de vista, imperdonable que no tocaran Nuestra tierra, una de las canciones que los hicieron grandes en Andalucia. En conclusión, hicieron una buena selección de su carrera discográfica que comenzaron cuando sólo contaban con 16 años de edad.

Una de las sorpresas de la tarde llegó con los gallegos Bastards on parade, que con sus letras en inglés y una gaita acojonante poseen una potencia increíble, todo esto hace de la banda una de las propuestas del celtic-punk-rock más frescas y potentes de los últimos tiempos, durante 2010 hicieron su gira europea que les llevó a lugares como Alemania, Holanda o Francia. Si tenéis la oportunidad de verlos en directo o haceros con alguno de sus discos no lo dudéis ni un momento, pues estos coruñeses ofrecen un espectáculo en el que combinan el punk rock con sus raíces celtas, que a nadie dejará indiferente.

Mucha gente viéndolos en el escenario 3 maneras de vivir, pasión por el ruido, donde escuchamos temas como Norfolk St., Swallows in the sea, Gaelic, Black flags & torches, Infamous, Outlaw rebel song, The living of Liverpool, 300 milles of cider, St. Patric day o Whiskey you´re the devil o Death shore pirates.

Llegó la hora de ver al primer grupo internacional los U.K. Subs, esta banda formada a principios del 76, cambia de componentes como de camisa, salvo su cantante superviviente contra viento y marea, Charlie Harper. Estos dinosaurios del punk dieron una clase de actitud ofreciendo uno de los conciertos que guardaremos en la memoria durante mucho tiempo. La banda se encuentra en buena forma contando con público mayoritario durante la tarde, pudimos escuchar Warhead, donde el público hizo tragar polvo a todo el recinto, Stranglehold, New york state police, Down on the farm o Tomorrow girls.

Antes de hacer el parón para comer nos acercamos al escenario maneras de vivir a ver a Los Tronchos, grupo punk rock de Barcelona, que por bajo tenía a la única mujer que vimos en todo el festival a lomos de un instrumento. El directo de los catalanes resultó fulminante en cuanto a la inmediatez de sus canciones que, al más puro estilo punk, hacen saltar a los presentes desde el primer acorde, el público estaba entregado y disfrutó con canciones como Cárceles o Warcelona, de su último disco que lleva el mismo nombre y está editado por Santo Grial. Los tronchos preparan nuevo disco para este año, así que no tardaremos en disfrutar de sus nuevos temas en la gira de presentación del mismo.

Necesitábamos comer y un descanso, con lo que fuimos a comer algo y ducharnos para resetear, sabíamos que quedaba mucha noche por delante, tan solo eran las 6 y media de la tarde y ya habíamos visto doce conciertos que se dice pronto, y es que el Aúpa es mucho Aúpa. Así pues, comimos y camino de las duchas escuchamos Cunnilingus post mortem de los Mamá Ladilla, nos dio pena perdérnoslos pero, en ocasiones, el cuerpo se vuelve muy básico. De vuelta al recinto y ya con las necesidades cubiertas, Mamá Ladilla seguía en el escenario con lo que sería la última canción Ataca.

Nos dejamos caer por el escenario Maneras de vivir, para ver a unos tipos vestidos de blanco que se hacen llamar Proyecto Kostradamus, desde Móstoles llegaron, tocaron y vencieron, pues aquello estaba petado, tras algún que otro empujón conseguimos hacernos con un sitio para poder disfrutar un rato de estos madrileños que hacen un punk clásico, o como dicen ellos, punk de ayer, hoy y siempre. El sonido de este escenario, el más pequeño, dejaba mucho que desear y es que los grupos tenían un cuarto de hora para montar los trastes y probar sonido. No obstante, eso no fue impedimento para que los asistentes bailaran corearan y disfrutaran de canciones como Móstoles o Al final de la escapada, y es que con dos guitarras, un bajo, una trompeta, un batería y dos cantantes, cuando no se sube un colega también a cantar, consiguen poner en movimiento al personal.

Era la hora de ver al segundo grupo internacional del Festival, Los Fastidios y, para ello, nos acercamos al escenario principal 2. Este grupo italiano que lleva en activo desde el 91, dio lo mejor de sí en una de las actuaciones más vitalistas y coloristas, musicalmente hablando, de la jornada del viernes. En cuanto a la propuesta musical de Los Fastidios nos encontramos con un punk-ska muy movido que el público agradeció.

A lo largo de su actuación, la noche nos sorprendió bailando y coreando Antifa Hooligans, que se ha convertido en un himno antifascista europeo. Mucha gente viendo a estos italianos que hunden sus raíces más profundas en Los Ramones o los Sex pistols, entre otros, con sus letras repetitivas y su música directa y digerible. Las canciones fueron cantadas a caballo entre el italiano y el castellano. El cantante estuvo animando en todo momento al público, la gente coreaba y se hizo la locura con Birra Oi! Divertimento y Animal liberation.

Sobre las ocho y cuarto comenzaron en el escenario maneras de vivir Censurados, no pudimos disfrutar mucho de este grupo madrileño, porque empezaba Segismundo Toxicómano, aunque nos quedamos con ganas de más. Con unas letras que te atrapan desde minuto cero, los censurados se me antojan uno de los grupos rock del panorama nacional con más proyección de futuro.

Dieron un buen concierto donde estuvieron muy entregados al público y sonaron canciones como Música, Tu ventana, Sin remedio o Soñar despierto.

Corriendo llegamos al escenario principal 1 donde todo estaba preparado para que Segismundo Toxicómano asaltara el escenario y no tardó, disparó con Dale gas un alegato a la libertad, en el que los Segis no paran de saltar y animar al público. Nadie se lo quiso perder a pesar del diluvio, que comenzó siendo una fina lluvia, y que no hizo más que animar, aún más si cabe, a los presentes.

Suenan temas como Guapasa, Los pordioseros o 12 años, donde vemos surgir de entre el público el primer catellets coronado con una bengala roja. Otros de los temas que pudimos escuchar fueron Apunta, y Odio, que fue justo el momento en el que comienza a llover y decidimos resguardarnos de la lluvia, con lo que nos perdimos el lanzamiento desde el escenario de 500 singles de lo que será su próximo disco de estudio y que los más afortunados cazaron al vuelo.

Uno de los más esperados de la noche, por mí, era Iratxo, lástima que tocase en el escenario Maneras donde el sonido no era tan bueno, pero con la profesionalidad que caracteriza al madrileño, repartió mandobles con su guitarra a diestro y siniestro, y es que Juan Manuel controla absolutamente todo lo que sucede a su alrededor. Para mi gusto Iratxo se merecía un escenario principal, aunque desconozco los motivos que llevó a la organización a tomar esta desacertada decisión.

Máximo de público en este escenario donde, a pesar de la lluvia, Iratxo nos hizo vibrar con sus temas que suponen una fiesta continua, la maestría del grupo les lleva a enlazar un tema con otro sin fisura alguna entre canción y canción. Iratxo disfruta con lo que hace y contagia, con su música, una alegría con base ska que te invade todo el cuerpo. Llegamos cuando sonaba Lavapiés, tras lo que se hizo la locura con Mundo loco, Juan Manuel presenta a Cristian Mota y Eli, batería y voz de Trashtucada, que colaboran improvisadamente en el tema De una tacada, y es que los gaditanos serían los próximos en ese escenario y no se quisieron perder a Iratxo entre bambalinas, terminan este tema cantando los tres a capella.

No faltaron un repaso a temas como No me da la gana, No es la Primera, Quiero más o La madrugá, que comienza a ritmo de tango y deriva en una malagueña. Para terminar tenían preparado un ska final, en el que los componentes echan mano de todo su virtuosismo, para hacer vibrar y moverse a todo ser viviente. En fin, un concierto que todos los asistentes recordarán por el buen rato que pasamos bailando al son de este grupo que se perfila como una de las propuestas más firmes en el panorama rock-ska de nuestro país.

The Casualties, tercer y último grupo internacional del Aúpa Lumbreiras, hizo su aparición en el escenario 2 sobre las nueve y cuarenta, para sembrar el caos y la anarquía, incluso se fueron las luces. Personalmente, veo un gran acierto por parte de la organización incluir grupos internacionales en el festival, pues nos brinda la posibilidad, quizá única, de ver a ciertos grupos en directo. No fui el único que debió pensar eso a juzgar por la afluencia de público congregada, su actuación fue aquella donde la lluvia se mostró menos indulgente. Como ya pudimos comprobar en otros conciertos el agua no iba a presentar ningún problema, no le aguó la fiesta a nadie e incluso alguno agradeció refrescarse el cuerpo y el ánimo.

El alma y voz de este grupo pidió perdón en castellano por no poder asistir el año pasado a la cita acordada, por problemas con su pasaporte. El público se mostro muy agradecido durante todo el concierto y no paró de corear los temas de estos punks americanos. Mucha fuerza y energía desplegada en el escenario que se contagiaba a diestro y siniestro. The Casualties tocaron temas como Made in NYC, Criminal Class, Ugly bastards, Police brutaly o We are all we have, con la que los presentes saltaron de lo lindo llevando a cabo una danza bestial bajo la lluvia.

La lluvia da algo de tregua a los gaditanos Trashtucada, que con su luz y color descargaron toda su energía en el Escenario Maneras, poco fue el tiempo que pudimos ver a los de Chiclana, pero en ese rato constatamos que la banda se encuentra en un momento álgido de su carrera. Su ska se encuentra entre los más festeros que pudimos ver en el festival y la gente danzó y coreó bajo la lluvia los temas que tenían preparados, incluso pudimos escuchar un remake de canciones de ayer, hoy y siempre, como Lucky men de La polla o Whiskey Cheli.

Sin duda alguna, S.A. es de esos grupos que vayan donde vayan siempre arrasan. Es mucho público el que les sigue allá por donde van, esta vez, no fue una excepción. Ya con menos fuerzas en el cuerpo pero con muchas ganas de volverlos a ver, nos hicimos con un litro de birra fresquita y nos preparamos para disfrutarlos.

El primer cañonazo fue Palomas y Buitres, con una gran acogida del público que enloqueció provocando infinidad de pogos. Esto sería la tónica general en todo el concierto a pesar de la incesante lluvia, que el público aguantó-disfrutó estoicamente ya que algunos confiesan preferir los pogos con lluvia para evitar así el Polvo en los ojos…

Continuaron con Ratas, la aventura del saber o Piedra contra tijera. La comunicación gestual entre los congregados y el grupo fue fluida, aunque Juan no estuviera demasiado hablador. Aunque con algún problema de sonido, imagino que provocado por la lluvia, siguieron con el espectáculo improvisando algo que me sonaba a country. Temas como Peces mutantes, muy coreado por los asistentes, como la mayoría de las canciones, No kiero participar o Motxalo, donde el tiempo nos dio una tregua y la gente se volvió loca realmente.

Acabaron con Nos vimos en Berlín y los acordes del Vivo cantando de Salomé. En conclusión, un concierto vibrante con el público muy entregado.

Seguía sin llover cuando nos dejamos llevar por la marea de gente que se desplazaba desde el escenario principal 1 al escenario principal 2 para ver a una de las bandas que ha vuelto durante este año pasado, los O´Funk´illo, que según pudimos comprobar están en muy buena forma. Únicamente tocaron dos canciones de su último disco “Sesión Golfa”, Dame la pasta y No pare ompare, todo lo demás fueron sus canciones de siempre, pero con un punto de intensidad y contundencia que más que las canciones de siempre aquello parecían versiones de las mismas. El público disfrutó con la banda aunque no faltaron los acoples que deslucieron un tanto la actuación de los sevillanos.

No faltaron temas como Riñones, A jhierro o Dinero, en los que comprobamos el buen hacer  de Pepe Bao, que incluso se atrevió a aporrear su bajo con una baqueta. Con Campito corroboramos la maestría de Rafa Kas, otro virtuoso de las cuerdas, con un pasado que forma parte de la historia musical española, este es el último fichaje del grupo tras la ida de Javi Lynch Marssiano, para fundar AtómicA, proyecto en el cual está dando rienda suelta a sus inquietudes musicales. Tampoco faltaron A shuparla ya, Pal keli, Planeta Aseituna, para terminar con Al rollo del Cogollo, donde el público se dejo llevar por el buen rollo que desprende el funk de estos andaluces embrutessios.

Continuamos la jornada del viernes con los Narco, los sevillanos también muy esperados por los asistentes, que aunque ya estaban algo más cansados después de darlo todo con S.A. y O´Funk´illo, guardaron fuerzas para Narco. Narco era otro de los platos fuertes que el Aúpa nos tenía preparado para el menú del viernes. La afluencia de público también fue aplastante, a pesar de la que la lluvia volvió a hacer su aparición al poco de comenzar los de Sevilla.

Poco a poco nos fueron pasando todo el material, que traían para hacernos disfrutar con su rapcore, tal como A tomar por culo el mundo o Siempre enmarronao con las que empezamos a ponernos a gustito. En escena, nos encontramos con un vikingo en muy buena forma física que hace suyo el escenario y es el foco de todas las miradas, con un look al más puro estilo rocker cincuentero. No cesan de animar al público con sus saltos, mientras nos presentan canciones como Sotánico, La última cena, Dame veneno, La hermandad, Para los restos o Son ellos, destripando así su último disco Alita de mosca.

Los Narco siguen pasándonos materia musical apta para desmenuzar en nuestros oídos, Tu Dios de madera, Vizco, Cucaracha, para terminar con Puta policía. Estas canciones, dada la trayectoria del grupo, son clásicos y en la voz del público suenan a auténticos himnos callejeros.

Cita ineludible en el día del viernes, el cartel de recuerdo a Rober, que la organización, en un gran gesto de cariño, colocó entre los dos escenarios principales, nos recordaba a cada minuto que no podíamos faltar al encuentro. Encuentro con un toque emotivo y nostálgico, aunque ya todos sabemos lo que hay y queremos arropar al grupo para que continúe su impecable andadura. Pienso que, ahora más que nunca debemos mirar el camino que queda por recorrer y no estancarnos en el recuerdo del pasado, ya que no beneficia a nadie. La lluvia echó un cable a Porretas, que como un reloj estaban preparados en el escenario 2.

La banda comienza con Si los curas comieran, La del viejo, Si nos dejáis y Joder, ¡qué cruz!, para pasar a recordar a Rober, guitarrista y cantante durante 20 años del grupo y tristemente fallecido en marzo de este año, dedicándole Aún arde Madrid. No faltaron algunos riff de guitarra homenaje a los AC DC, ni la sintonía de Beny Hill, tampoco clásicos como Marihuana, Si lo sé me meo o La del fútbol, acabando con Nos llaman los Porretas.

Parecía que el día, al igual que esta crónica, no tenía final y casi sin darnos cuenta estábamos ya frente al escenario uno, en lo que sería el último concierto de los escenarios principales, Envidia Kotxina. Mucho público esperándolos aunque las fuerzas a estas horas ya nos iban abandonando.

Dieron comienzo con Por lo visto, con una muy buena respuesta de los presentes. Continuaron con mis pesadillas, Oh qué maravilla! y Se venden guerras. En el escenario, a los Envidia, se les veía disfrutar del momento, ya que fue un concierto especial puesto que despedían a su actual batería Marmota y daban la bienvenida a Hugo, quién se hará cargo de los tambores en lo sucesivo. Los dos pudieron disfrutar del ambiente ya que Marmota le pasó las baquetas en directo a Hugo, después de tocar algunos temas.

También tuvieron a bien tocar un tema nuevo que decía algo así “mira, mira lo que viene por detrás”. Repasaron temas de casi todos sus discos, acertada decisión en el planteamiento del concierto que el público supo apreciar desgañitándose en canciones como Historias en blanco y negro, Soy de derechas, Siempre ha habido dos bandos o Ayuntamiento con la que cerraron la jornada del viernes.

Y ya hasta ahí puedo contar de lo que de sí el viernes. Algunos buscaban la cama como alma en pena y otros sólo buscaban donde seguir la fiesta contaminados por el estupendo ambiente que se despachaba en Tobarra.