El pasado 22 de octubre la localidad riojana de Alfaro se teñía de rock and roll. Un sábado bastante caluroso para la fecha fue testigo de la undécima edición del festival Alfarock. Casi dos mil personas fueron las que se desplazaron a las tierras de vino y de cigüeñas para celebrar una gran fiesta en el pabellón de su polideportivo municipal. Los grupos que formaron parte de esta jornada fueron EnBlanco, Manolo Kabezabolo, Infamia, Adam Bomb, Rulo y la Contrabanda, Boikot, Segismundo Tóxikomano y Benito Kamelas. Una acampada habilitada en la Arboleda colindante, los puestos de mercadillo y los precios populares de la barra complementaron un día digno de recordar. Las horas transcurrieron bajo una buena organización, que mejora con el paso de los años, y con un ambiente acogedor que invita a seguir visitando sus próximas aventuras.

Se acercaban las cuatro de la tarde, la Arboleda contaba con algunas tiendas de campaña haciendo acto de presencia, los puestos de mercadillo se preparaban y la gente revoloteaba por los aledaños del polideportivo municipal. Aquellos que querían obtener el nuevo disco de Segis fueron los que más prisa se dieron por ponerse las pulseras y acceder al recinto. Entrar entre las primeras 500 personas tenía como premio recibir el “Ke No Cunda el Pánico” de forma gratuita. El que no tuvo suerte de recibir este regalo podía hacerse con el mismo comprando alguna prenda en el puesto de merchandising que colocaron durante la jornada.

Una vez dentro, antes de comenzar los conciertos, la gente se dispersaba en distintos quehaceres. Unos acudían a la barra para rellenar la papeleta entregada en taquilla para el sorteo de un abono de por vida en el acceso a las ediciones futuras del festival, para después depositarla en una urna. Otros, se acercaban al mismo sitio para adquirir los tickets de bebida y canjearlos por la misma, con unos precios populares muy apetecibles para la ocasión. Algunos acudían a sentarse en una grada lateral del pabellón, adecuada para descansar y contemplar el espectáculo cuando se necesite reposar, y por otro lado, otros levantados a pie de cañón esperando que llegue el recital.

A las 16:30 horas, comenzó la fiesta. En el escenario, EnBlanco, que tras saludar con un “Bienvenidos al Alfarock” entonaron “El Pozo”, la primera canción que se pudo escuchar durante la undécima edición de este festival. Con este concierto seguían su gira denominada “Enemigo Tour 2011”. El sonido inicial retumbaba demasiado debido a que la afluencia de público en el interior no era todavía masiva y no permitía que el sonido se acolchonara demasiado. Hay que tener en cuenta que se trataba de un pabellón cerrado.

Continuaron con “Yo No”, otro tema del último disco y mientras seguían con “Tienen Lo Que Necesitas” algunos puestos de merchandising terminaban de colocarse en el interior del pabellón. Los de Logroño se mostraban enérgicos sobre el escenario e incitaban al público a rockear tempranamente. Ofrecieron un concierto idéntico, en cuanto al set list se refiere, al realizado junto a Gritando En Silencio una semana antes en la capital riojana, algo común en las formaciones al cambiar de localidad.

Los temas en los que destacó este quinteto fueron “Destruir Y Desechar” y “Panóptico”, donde se notó una mayor complicidad entre sus miembros. Además de divertir, aumentaron la chispa de los que abajo observaban con dos versiones, “Tan Fácil” de Barricada y “Esta Vida Me Va A Matar” de Los Suaves, con la que pusieron punto final a una buena actuación pasadas las cinco y veinte de la tarde.

A las 17:33 llegaba el turno de Manuel Méndez Lozano, Manolo Kabezabolo. Puesto en pie, en solitario, con la guitarra eléctrica en mano, el cantautor iniciaba su sesión con “Cómeme El Miembro”. Un concierto donde la gente coreaba canciones que con el paso del tiempo se han convertido en himnos. De todos es sabido la gran repercusión que Manolo tiene dentro de la escena del punk estatal, y en Alfaro así se hizo ver con la aglomeración de gente que se concentró en torno a él en las primeras filas del pabellón. La sala se comenzó a llenar tras comenzar su repertorio, parece ser que nadie quería perderse la actuación del zaragozano. Por sus cuerdas, tanto vocales como de la guitarra, sonaron entre otros, “Vota Idiota”, “Un Papel Morao”, “Terrorismo Controlado” y “Anarkía”.

La hora que estuvo Manolo Kabezabolo sobre el escenario pasó sin prisa pero sin pausa,  empalmando una canción con otra, sin dar tregua a aquellos que debajo le admiraban. La gente se divertía, cantaba y disfrutaba, en especial cuando interpretaba algunos de sus clásicos, como “El Aborto De La Gallina”, “Tuna Punk”  y “Sublevación”.  En su página web, M.K.B. está descrito como “odiado por algunos y querido por muchos más”, lo cierto es que suene bien o suene mal, este hombre de 45 años arrasa allá por donde va.

Después de la actuación del maño Manolo Kabezabolo, era el turno de la formación local Infamia. Los metaleros se incorporaron al cartel para suplir al grupo Rumbasound, que por motivos ajenos a la organización del festival, se caía del cartel un mes antes de la celebración del evento.

El grupo riojano inició su actuación con garra y fuerza y alternando temas cañeros de “Sueño o realidad” (2008) con los del último álbum de la banda “La cuenta atrás”; trabajo que vio la luz en el año 2010 y del que interpretaron temas como la impactante y sincera “Para ti”.

Me sorprendió gratamente la versión “Sobreviviré” de Mónica Naranjo que se marcaron en la parte final del show, una canción que interpretaron de manera brillante y con la que deleitaron al público, que no fue demasiado numeroso pero si se mostró activo y entregado.

Para cerrar un completo, intenso y animado concierto descargaron temas como “Flor de hiel”, corte incluido en el primer disco de la banda.

El grupo no quiso descender del escenario sin antes agradecer el interés de la organización por ellos y que ésta siga coordinando el festival año tras año.

Continuando con el orden de actuación, salió a escena el trío Adam Bomb. Estos americanos, desconocidos hasta la fecha para muchos de los presentes en Alfaro, iniciaron su concierto con cierto retraso. Durante los primeros instantes de la actuación, los de Nueva York contaron con algo menos de público que sus antecesores, pero con el paso de los minutos, la gente se fue acercando hasta el polideportivo y al final del show se respiró un gran ambiente.

De eso tuvieron gran parte de culpa la baterista Violet Cannibal y el bajista Paul Del Bello que junto al vocalista y guitarrista Adam Bomb ofrecieron un espectáculo digno de ver.

Magnifica y deslumbrante puesta en escena de los norteamericanos que adornaron el escenario con cables de luces y boas de plumas. El cuero, las lentejuelas y la brillantina fueron los protagonistas en el vestuario de los eléctricos músicos.

El combo interpretó numerosas versiones a lo largo del concierto. Entre las cuales, fueron incluyendo temas propios que invitaban a moverse. Entre las versiones se coló a ritmo de Hard Rock el tema “Siete vidas” de Antonio Flores, tema muy coreado de principio a fin.

No faltaron los solos, el más portentoso el que ofreció a la batería Violet Cannibal. Contundente e intenso, con él que se ganó la ovación de todos.

Todo esto estuvo acompañado por un espectáculo de pirotecnia en el que la guitarra de Adam desprendía fuego, y el bajista escupía fuego como si de un fakir se tratara. En el tema final, el vocalista y guitarrista prendió fuego a su guitarra para sorpresa de su público, aunque lo más sorprendente fue que lo apagó instantes después para seguir interpretando el tema.

Concluyeron su actuación regalando púas, repartiendo baquetas y agradeciendo al público el cariño mostrado. 

Tras el gran espectáculo ofrecido por Adam Bomb, llegó el turno del rock suave de la mano de Rulo y La Contrabanda.

No lo tenía difícil el quinteto para triunfar en Alfaro y es que un gran numero de los que se acercaron hasta la localidad riojana lo hicieron para escuchar en directo los temas de “Señales de humo”, primer y único disco de la nueva formación del ex de La Fuga. Formación que cumplía un año un día después de su actuación en el Alfarock.

Rulo y los suyos se hicieron esperar, su actuación se inició con casi treinta minutos de retraso, lo cual no inquietó a la multitud de seguidores que pobló el polideportivo. Tras un inicio en el que se descargaron varios cortes del nuevo trabajo, se fueron incluyendo en el repertorio temas antiguos como “En vela”, “Baja por diversión” o “Por verte sonreír”. Regresaron a la interpretación de los nuevos temas con la melancólica “Como Venecia sin agua” o la aplaudida “Mi cenicienta”.

Durante el concierto, Rulo dedicó muchas palabras de agradecimiento para el público y para quienes le acompañaron sobre el escenario una noche más, con los que se mostró muy compenetrado.

Continuó la actuación con “Miguel” y “Amor de contenedor”, más tarde, tras unos cambios en los instrumentos ofrecieron una serie de canciones en acústico, la emotiva “Heridas del Rock’n’Roll” fue una de ellas.

Con “Negociando gasolina” y “La cabecita loca”, el single de su “Señales de humo”, el show iba tocando a su fin, momento que aprovechamos para salir del polideportivo y acercarnos a uno de los puestos de Kebab y perritos calientes existentes en el exterior del mismo para cenar y retomar fuerzas y volver posteriormente al interior para disfrutar con energías renovadas de los directos de Boikot, Segismundo Toxicómano y Benito Kamelas.

Se acercaba la medianoche, solo faltaban veinte minutos para las doce cuando se escuchó un solo de trompeta entonando el “Hasta Siempre”. Fue entonces cuando la gente impaciente empezó a cantar la melodía comenzada por Txikitín, había ganas de Boikot, pero solo era una prueba de sonido... le siguió otra instrumental, y poco después... tras una introducción entre sirenas la formación madrileña irrumpió con “Inés”. Desde ese instante la sala comenzó a votar en una batalla contra los decibelios. La potencia sonora fue la más fuerte de toda la jornada. Lástima que esto hiciese que en las partes lejanas del escenario la voz no se percibiera muy bien. Pero no fue problema alguno para un público al que solo le importaba gozar con “Salud y Rebeldía”, “Stop Criminalización” o con los temas nuevos “Sexo, Droga y Rock And Roll” y “Naita Na”.

Con Boikot tuvimos un amplio cúmulo de sensaciones. Disfrutamos con “Amaneció”, uno de los platos fuertes del concierto, con Laura (ex6eiskafes) en el escenario colaborando con su saxofón. Recordamos viejos tiempos con “Con Mucha Clase”. Bailamos con “Skalasnikov”, gritamos con “Tierra Quemada” y saltábamos con “De Espaldas Al Mundo”. Se nos encogió el corazón cuando Txikitín recordó a Rober de Porretas antes de tocar “Hasta Siempre”, al que fue dedicada. Y se nos pusieron los pelos como escarpias cuando llegó “Bajo El Suelo” con Laura (ex6eiskafes) y Lucía (Maneras de Vivir) poniendo la voz femenina en los coros.

Su turno en Alfaro estaba dejando una euforia generalizada en el ambiente, pero alguna vez tenía que terminar y lo hicieron con “Nos Quieren Detener” y “Korsakov”. Era la una y cuarto de la madrugada y el cuerpo nos pedía más. El listón había quedado muy alto, y le sucedía Segismundo Toxicómano, otra de las formaciones estrellas del cartel.

Pasada la una y media, Segis pisaba el escenario. Presentaban “Ke No Cunda El Pánico” y bajo ese grito de guerra empezaron dando caña con “Las Noches Siguen Sabiendo A Sangre” y “Gaupasa”. Se olía en el ambiente que este iba ser un gran concierto, y es que los de Vitoria nos tienen mal acostumbrados. Vimos que, desde el principio el cuarteto puso toda su energía y empeño para no defraudar a su público.  Nos deleitaron con “Atraco”, “Mi Vida” y “Sospechosos”, uno de los mejores temas de “Escapa”.

Pasaba el tiempo, y las expectativas se iban cumpliendo, cada bolo que ofrecen los alaveses es mejor que el anterior, y no son muchos los grupos de los se puede decir esto. Quizá el secreto es que tienen un lugar calibrado y que consiguen poco a poco convertir en himnos los nuevos temas que van sacando. Este es el caso de “Apunta” y “Hoy Como Ayer”, canciones de su anterior trabajo, “Una Bala”, que ya se han colado entre los más populares de la banda.

Durante su repertorio, que duró una hora y cuarto, también nos enseñaron algunos de sus temas nuevos, entre los que estaban “Incontinencia”, “Un Día de Furia”, “Since 1997”, y “Contra El Muro”. Los temas más coreados fueron “Nos Joden”, “Mi Vida” y “12 Años”, y los vividos con mayor intensidad los que anticipaban el final marcado con “Punk Panther”, estos fueron “Euskadi” con el “huele a spiz, desde Miranda de Ebro hasta Rentería” incluido, “Realidad” y “Las Drogas”.

La noche iba avanzando y antes de la última intervención musical se procedió al sorteo de dos abonos de acceso de por vida al Alfarock. Una vez nombrados los afortunados, los que aún tenían aguante esperaron para ver a Benito Kamelas, el que fue uno de los conciertos que mejor sonido supo sacar al festival.

El reloj marcaba las 3:20 horas cuando oímos una intro musical, a la que siguió un ritmo de batería, para después con la formación completa escuchar “Furgoneta”. Fue oír el primer tema cuando noté, por la expectación presente, que en el ambiente había buena energía, calificativo que curiosamente da nombre al nuevo trabajo que los de Valencia acaban de publicar. Estábamos presenciando su último eslabón antes de que esto sucediera. Siguieron con “Sueños Rotos” y “Volver A Empezar”. Una pena que como cantaron en “Autobús”, algo que queremos que se quede se va, en esta ocasión lo que queríamos era que una vez finalizaran continuara el festival. Todo no puede ser. Así que seguían con “Pikolo” y “He Decidido”.

Quini, voz del grupo, hizo mención a la lucha de los indignados antes de cantar “Fue Mi Abuelo”, uno de los momentos más sensibles de la noche junto a la nostalgia que se siente cada vez que se oye “Ayer Soñé”, o “Aquellas Cosas Que Solíamos Hacer”, que inevitablemente, nos saca una sonrisa y nos hace visualizar mentalmente el videoclip de dicha canción. Tras esta canción, Quini se ausentó y hubo un solo de batería tras el cual el baterista salió a escena para cantar una de ACDC dejando su puesto a otra persona.

Tras la anécdota anterior, todo volvió a su cauce, y el rock and roll siguió con “Loco” y “Cocaína”. Pero el tiempo pasaba y antes de que la undécima edición del festival bajara la persiana, nos lo pasamos a lo grande con “Quisiera”, “Y No Cambiamos Ni Un Solo Minuto” y “Valencia”. Una vez fuera de fecha y analizando lo ocurrido aquel 22 de octubre, solo nos queda sonreír y felicitar a la organización por la gran fiesta que nos ofreció. La cuál, si las circunstancias nos lo permiten, continuaremos el próximo año.

Nota: en el adelanto fotográfico que publicamos antes de esta crónica, hay unas cuantas fotos de nuestro compañero Karlos García que no están catalogadas en esta crónica, así que os invitamos a verlas en esta dirección.