Hay oportunidades en la vida que uno no debe dejar escapar, y tener la suerte de que Fortu Sánchez, Paco Laguna y Carlos Mirat empiecen una gira de tan solo 10 conciertos en tu ciudad es como para tener poco que pensar.
Si bien es verdad que el heavy metal no es que me apasione y también es cierto que no he escuchado un disco entero de Obús, y como banda al completo les he visto en un par de festivales y me han dejado con la boca abierta. Pero a pesar de ello tengo oídos para escuchar y saber que me gustan y ojos y corazón para ver que es difícil resistirse a su fuerza y a su magnetismo. Nunca es tarde para apreciar algo y para sentir la música aunque vaya por otros derroteros de los que estamos acostumbrados.
Así que aquel bendito y mágico viernes de febrero no me podía quedar en casa sabiendo que semejante par de sinvergüenzas (más bien diría yo trío de sinvergüenzas) estaban esa noche en el Black Bird.
A pesar de resultar repetitiva, me da más bien igual, quiero comentar que para mí, y creo que para todos los cántabros, es un auténtico honor tener una sala como ésta en nuestra provincia. Este proyecto le hacía falta a la ciudad como agua de mayo, pero una cosa es que todos intuyésemos esa carencia y otra bien distinta es tener la valentía de llevarlo a cabo.
Siempre nos tratan estupendamente y siempre están montando bolos, fiestas y demás, se lo curran y mucho. Otro tema es el de que es un sitio con un aforo de unas doscientas personas y donde se crea un ambiente cálido y es un lugar para tocar que le viene como anillo al dedo a muchos grupos. Echando la vista atrás yo me pregunto, ¿cómo hemos podido vivir sin el Black Bird?. Pues sinceramente, no lo sé. Sólo sé que ahora sería difícil no poder contar con esta sala.
El ambiente aquella noche fue espectacular, a las 21:30 empezaba el concierto y cuando llegamos a la calle Vista Alegre ya había casi un centenar de personas esperando para entrar. Una vez que pasamos por la puerta nos sorprendió la parafernalia que montaron, parecía que estuviésemos en el paraíso. El escenario estaba engalanado con un rollo intimista y zen que le hacía a uno estar muy a gusto.
Vaya par de Sinvergüenzas - Obús
Tuvimos la suerte de poder sentarnos en unas sillas a pie de escenario, si estirábamos la mano podíamos tocar con la punta de los dedos a los artistas. Detrás nuestro había unas cuantas mesas, y más al fondo el público disfrutaba de pie de la actuación. Pero los sinvergüenzas querían más calor humano así que invitaron a la gente a sentarse por delante, algunos atrevidos lo hicieron y otros se quedaron en su sitio, pero todos recibieron con un calor enorme la nueva propuesta de los madrileños.
Antes de comenzar a dar rienda suelta a la música Fortu comentó que aquello no era Obús, que nadie se equivocara, debía quedar claro que aquella era una gran fiesta que habían montado para no quedarse en casa, ¡jejeje!.
La encargada de destapar la caja de los truenos fue “Life my fire” de The Doors, y ya pudimos ver a Fortu, guitarra en mano, feliz como una perdiz y disfrutar como un niño con zapatos nuevos.
El público estaba eufórico y es que la ocasión no era para menos, poder “desvirgar” a este par de sinvergüenzas cuando sólo se van a acostar con una docena de fans no tiene precio. Por eso el entusiasmo cedió en una rabia incontrolable cuando nos dejaron con el segundo tema que pudimos escuchar aquella noche, y que no era otro que “Cállate”, causando una conmoción general.
Siguieron metiéndonos en harina con la intimista y melódica “Mintió”, incluida también en ese último disco titulado “¡Cállate!”. Y como suelen decir después de la calma llega la tormenta, así que para continuar tuvimos una compañía muy grata y que también hizo enloquecer, aquella noche todos intuíamos que ella iba a llegar, y no pudimos parar de desgarrarnos la garganta con “Te visitará la muerte”.
Casi sin darnos cuenta llegamos al ecuador del concierto con “Sin ti, sería silencio”, tema compuesto por Txus de Mago de Oz y con la música del mismo Fortu Sánchez.
La verdad es que en pocas ocasiones me he sentido tan cómplice de las personas que estaban sobre las tablas, el ambiente era más que acogedor, Fortu te miraba a los ojos con una intensidad propia de cualquiera que te conozca de toda la vida y era como si estuviesen tocando sólo para ti.
Vaya par de Sinvergüenzas - Obús
Otro instante muy emotivo fue el que vivimos con la versión de “No dudaría” de su amigo Antonio Flores. Creo que sobran las palabras para describir lo que significa esta canción y el homenaje eterno que deberíamos hacerle a esta gran persona.
Para salir de este momento tan melódico cambiaron completamente de registro para hacernos mover la melena al ritmo de la mítica “Que te jodan”, tema que dedicaron a sus amigos del grupo cántabro Bloque, que les ayudaron a empezar en esto de la música y les dieron unos excelentes consejos.
Y seguimos con su música en una canción dedicada a una chica que subió al escenario y a Ariadna (la hija de Fortu), la elegida fue la balada “Complaciente o cruel”.
El concierto llegó a su fin para hacernos casi botar a ritmo de “Dinero dinero”, y ya con “Vamos muy bien” y “Va a estallar el obús” Fortu no pudo resistir la tentación y se levantó de su asiento para invitarnos a todos a desmelenarnos sin concesiones.
En líneas generales fue un concierto muy variado en cuanto a ritmo de los temas, los artistas estuvieron enormes, muy cómplices y disfrutando como el primer día, y el público parecía estar metido en un sueño del que no querían despertar. Pero bueno, aquello duró apenas una hora y cuarto, once canciones, y yo creo que no se habían preparado la última, pero al fin y al cabo nos la regalaron, que es lo que importa.
Yo personalmente me esperaba alguna que otra versión más y menos temas propios, pero igualmente fue un placer enorme estar allí esa noche.
Set List
01 – “Life my fire” – The Doors.
02 – “Cállate”.
03 – “Mintió”.
04 – “Te visitará la muerte”.
05 – “Sin ti, sería silencio” – Mago de Oz.
06 – “No dudaría” – Antonio Flores.
07 – “Que te jodan”.
08 – “Complaciente o cruel”.
09 - “Dinero dinero”.
10 - “Vamos muy bien”.
11 – “Va a estallar el obús”.