Aunque parezca mentira diez años se pasan volando, y a lo largo de éstos, por el camino que recorre lentamente todas las horas, los minutos y los segundos de esos 3650 días, nos hemos encontrado gente maravillosa (otra no tanto) y nos hemos empapado de miles de conciertos apoteósicos y de cientos de discos de esos que acabas rallando.

En toda esa andadura, estoy segura de que tanto para mí, como para el resto del equipo de www.insonoro.com, no nos queda más que dar un enorme GRACIAS a toda esa gente que nos ha apoyado, que nos ayudado a apartar las piedras del camino, y también gracias a aquellos que nos han hecho pensar y replantearnos ciertas cosas,  todos nos han ayudado a crecer y a sacar adelante un proyecto como éste.

A todo el equipo de www.insonoro.com nos une un profundo y enorme amor por la música, aunque pueda sonar demasiado bonito. Que nadie se lleve a engaños, dentro de este mal llamado “mundillo” también nos hemos encontrado la manzana podrida en unas cuantas ocasiones, pero no hay como tirarla a la basura para ver lo brillantes y suculentas que son el resto.

Pues eso, ese sentimiento tan profundo por este arte llamado música, es lo que hace que seamos un gran equipo, y trabajemos como tal, porque al fin y al cabo hacemos algo más que escuchar discos, grabar vídeos, ir a conciertos o hacer entrevistas. Al fin y al cabo la música es una parte tan importante de nuestra vida como lo es respirar, comer o dormir.

Yo personalmente me quedo sin palabras para describir lo que significa para mí Insonoro, soy parte de Insonoro, pero Insonoro es mucho más para mí que una simple parte de mi vida, es el todo que le da sentido.

Dicho esto, y perdonar por la parrafada anterior, pero es que diez años son muchos años, pasaré a comentar el concierto Insonoro 6.1, en el que como todos sabéis los protagonistas eran Karne Cruda y Kaótiko. Antes de empezar a escribir nada, quiero dar las gracias a la gente de la Sala Heaven por lo bien que nos han tratado en ediciones anteriores y siempre que hemos ido a algún concierto. Este 10º Aniversario se iba a celebrar en un primer momento allí y creo que se merecen estas líneas de reconocimiento por tantos años de buenos momentos que han acabado de golpe y porrazo y con miles de recuerdos cerrados a cal y canto.

Por supuesto, también agradecer a toda la gente de la sala donde finalmente pudimos hacer el concierto, la Sala Pamara de Comillas, que nos han facilitado el trabajo de una forma muy tranquilizadora y haciendo muy bien las cosas, ¡¡¡así da gusto!!!.

Y ya para rematar un enorme GRACIAS a todo el público que se acercó allí y como no a los grupos. Al final sin las bandas no somos nada y aquella noche nos regalaron ambos unas actuaciones dignas de ponerse a llorar de alegría.

El ambientazo que se vivió en la Sala Pamara de Comillas aquella noche será difícilmente superable. Yo no sé si es que estaba hasta emocionada o es que estábamos viendo un espectáculo en mayúsculas, probablemente se trataba de ambas cosas, y salí de allí exhausta. Era genial el ver que costaba llegar a primeras filas, el ver el pedazo de concierto que se estaban marcando tanto Karne Cruda como Kaótiko y el ver cómo la gente se lo estaba pasando bien. Y también había muy buen rollo, la gente bailaba sin parar, e incluso se acercaron hasta la sala varias personas de Asturias, y seguro que de algún otro lugar también.

Karne Cruda inundaron el escenario con la contundencia y rotundidad que les caracteriza. Dieron uno de los mejores conciertos que hemos visto de ellos y como siempre fue un lujo poder disfrutar de su actuación.

La primera vez que les vimos sobre las tablas ya pensamos que era un grupo que queríamos que tocaran en una de nuestras fiestas, pero que nadie se lleve a malentendidos, no queríamos hacerles ningún favor, son un grupazo con todas las letras, que llevan un montón de años en esto de la música y que hablando mal y pronto tienen los huevos pelados. El favor nos lo hacían realmente ellos y finalmente fue un auténtico placer contar con su presencia en ese momento tan especial para nosotros.

El verles aquella noche en nuestra fiesta fue la autoprofecía cumplida, dieron la talla con creces y mostraron lo mejor de sí mismos, con energía y siendo apabullantes como ellos saben serlo. Karne Cruda es un excelente grupo de punk cántabro que aquella noche daba por finalizada la gira de su último disco, “Días como navajas”. Y de éste nos presentaron entre otras “El club de los poetas muertos”, “Niños ratas” o “Todo está podrido”. Además quisieron rescatar del olvido un tema que decían haber compuesto hace algo más de diez años y haber tocado por última vez hace nueve más o menos, sinceramente no me acuerdo del título, aunque sí que me gustó bastante.

Por otro lado, Karne Cruda, además de saber tocar y de tener unas letras muy atractivas (cargadas de ira, inconformismo y mala hostia a partes iguales) también sabe moverse en el escenario y contagian esa rabia y esas ganas de poguear, tanto con su música como con su actitud, así que como os podéis imaginar, la sala se convirtió en un mar de gente yendo de un lado para otro mecidos por el rimo de las categóricas melodías de los cántabros. Todo esto nos pasaría factura al día siguiente al contar los moratones que teníamos por el cuerpo, ¡jejeje!.

A todo lo comentado anteriormente sobre la actuación del grupo, debemos añadirle las acertadas y divertidas palabras del señor Efrén Cordero, que bromeaba con la idea de que Kaótiko no había podido acudir aquella noche a tocar y que ellos iban a estar sustituyéndoles todo ese tiempo.

En cierto modo habría sido un tanto desconcertante, pero por otro lado Karne Cruda contó con un público muy numeroso que se empapó de su actuación. Seguro que más de un despistado les conoció aquella noche, pero ya cuentan con una fiel legión de seguidores que son conscientes de las magnas hazañas que logran en escena Karne Cruda.

Como es la palabra de moda y de las que más se repiten en este texto, una vez más, GRACIAS a Karne Cruda por estar allí.

Y si me ponía muy contenta el hecho de que yo tenía algo que ver en que estuviera Karne Cruda sobre un escenario, pues de repente ver a Kaótiko sobre las tablas, ver a toda esa gente pasándose tan bien, y a ellos tan entregados fue un auténtico subidón, era como si estuviera en medio de un sueño del que no me quería despertar jamás. Todos tenemos unos grupos favoritos, aunque como es mi caso y el de otra mucha más gente hayas escuchado cientos de bandas, es algo inevitable, y Kaótiko está entre esas formaciones que me hacen perder el sentido y la noción del tiempo y del lugar.

¿Y qué podemos comentar que sea novedoso sobre un concierto de Kaótiko?. Pues poquitas cosas, la verdad, porque con la cantidad de veces que ya les hemos visto en directo, poco o nada pueden sorprender sus buenas formas, su energía inagotable, su buen felling con el público, o que no den ni un solo espectáculo mediocre, y mucho menos malo.

Nadie se va a asustar si ahora comentamos que no nos cansamos de verles mil y una veces porque nos han malacostumbrado, nadie se va a extrañar si le contamos que resultaba difícil que alguien no te empujara, sobre todo si a esto le añadimos que precisamente ninguno de los que estaban allí paraban quietos por iniciativa propia. Aquí correspondería el aplauso merecido para el fotógrafo (el señor Jorge Palacios), que se tuvo que pelear con unas cuantas personas para poder tener unas instantáneas un poco decentes. Y nadie se va a llevar las manos a la cabeza si hacemos alusión a que Kaótiko sabe hablar sobre un escenario lo justo y necesario, y es que para eso tienen sus canciones, que ya lo dicen todo por sí solas.

Tampoco va a llamar la atención si decimos que tocaron más de una veintena de temas y que cuando acabó la fiesta y preguntaban al público si querían otra canción, éste respondía que lo que querían era que empezara el concierto otra vez.

Todas estas cosas anteriormente mencionadas, ya las conocemos, porque son las señas de identidad de unos Kaótiko, que con ese nombre llevan tocando 10 años. Pero lo que sí que merece la pena destacar es la calidad de esa nueva colección de canciones que allí nos presentaron. Sinceramente, no me había dado tiempo a escuchar el genial “E.H. Calling”, cosas de la vida, pero lo que pude ver aquella noche superó con creces cualquier expectativa. Me pareció un discazo con todas las letras, mucho más maduro, personal y reivindicativo. Un trabajo a la altura de las circunstancias y del momento que nos está tocando vivir, un álbum que se defiende sólo y que suena en directo como un auténtico pepinazo.

Y así con el primer tema de lo nuevo, con “Psycho”, abrieron su actuación los Kaótiko para nuestra fiesta 6.1. Aunque en seguida llegaron los clásicos con el mítico “Sucio criminal”. La banda tuvo el buen acierto de dar pinceladas de su más reciente propuesta entre aquellos temas más característicos, entrando poco a poco y sin llegar a empalagar ni con unos ni con los otros.

De las canciones que están recién salidas del horno en la fiesta pudimos deleitarnos con “Presa”, “Un mal sueño”, “Recarga” y “Fuera de juego”. De las míticas, pues ya os podéis imaginar el cóctel, un poquito de “Ansiedad” unida a la “Juerga”, provocando una total “Paranoia”. Tampoco pudieron faltar “En la barra del bar”, ni “Rico deprimido”, ni “Preso 2023”, ni otras muchas más, así como he dicho hasta completar más de una veintena de temas.

Al final el telón se cerró, aunque había un problema y tuvimos que llamar a Londres, la gente quería seguir de fiesta y así lo hicieron en la Sala Pamara con la pinchada de música punk de esa que tanto nos gusta.

En fin, buenas noches, buena suerte y hasta la próxima.