Como nos gusta disfrutar de buenos festivales al lado de casa, nueva edición del Azkena Rock Festival y rumbo hacia Vitoria-Gasteiz rápidamente, las campas de Mendizorroza nos esperaban. Esta sería una edición marcada por la crisis, la organización se calzó la jornada del jueves y dio salida a un cartel a grandes rasgos sin cabezas de cartel de renombre para la jornada del sábado.

Este año ha sido difícil, las subvenciones municipales menguan y la venta de entrada no es tan fuerte como años atrás, pero por lo menos hay festival y creo que es lo importante. Al menos las dos jornadas del evento han sido fantásticas, pero como siempre, hay cosas que mejorar, por un lado el personal de las barras, insuficiente a lo largo del trascurso del festival, había que esperar muchos minutos para conseguir un litro de cerveza. ¿es necesario esa espera?, más retraso se acumulaba si en vez de pagar con las fichas del festival lo hacías con euros, en fin, un lastre que consiguió sacarnos de nuestras casillas a ciertas horas. Nos comentaron que el viernes con el tema del canjeo de pulseras también se montó una larga cola, una historia que año tras año, festival tras festival, se repite. Paciencia!!

Para nosotros el Azkena Rock Festival es un evento familiar, el recinto es acogedor y uno se siente como en casa, ver música en directo en ese tipo de instalaciones no tiene precio, más el sonido, que un año más le doy una nota de notable, desde principio a fin. A falta de grandes cabezas de cartel, nos reencontramos con otras bandas de un nivel altísimo pero que no son tan conocidas en nuestro país, gran parte de ellas manifiestan devoción en su sonido a Black Sabbath, padre de todos nosotros.

Nos metemos de lleno en el festival, aquí va nuestra opinión resumida de todo lo que acontecieron los concierto.

La jornada del viernes la abrieron puntualmente la banda de Barakaldo Quaoar, como va siendo habitual en este festival, esta noble labor la realizan las jóvenes agrupaciones que se han ganado esa oportunidad por méritos propios, y Quaoar así lo hicieron ganando la pasada edición del concurso musical Villa de Bilbao.

Su segundo disco “The River & The Soul” ha conseguido que nos fijemos plenamente en ellos, les hemos visto unas cuantas veces en directo y les consideramos una de las mejores bandas de bizkaia. Sus influencias rozan el metal alternativo de los años 90 con ese grunge mitificado de bandas como Alice in Chais o Soundgarden, unido al rock clásico revival de los 70. Son un diamante en bruto por pulir.

Aprovecharon al máximo sus pocos minutos sobre el escenario principal y encajaron tema tras tema a la perfección, algunos con un desarrollo largo como “Love the Muse” que llega a los siete minutos de duración, una melódica canción que nos recuerda en exceso a la banda de Seatle anteriormente nombrada. No se olvidaron de “Memento Mori”, tema que hacía escasos días plasmaron en un videoclip, enérgico y desorbitado, os invitamos a su visualización.

Iñigo, cantante de Quaoar, relajó la actuación con “My Anger Runs” al enfundarse su guitarra acústica, un tema íntimo y tranquilo con gran carga emocional que transmite desde los primeros segundos. En total fueron cuatro temas los que tocaron, dejando a “Go To Momo” como fin a una actuación exigente y de alta calidad musical, nos dejaron con ganas de más pero ya sabemos cómo son estas cosas, llega la hora y se acabó.

El punto de rock clásico le pusieron los segundos, los franceses The Socks que nos recordaron a los míticos Led Zeppelin en la composición. Su concierto nos enganchó de tal modo que no podíamos apartar las miradas del escenario, y bajo nuestro asombro, a posteriori comprobamos que solamente tienen editados dos Eps, se nota que despuntan y han sido capaces de ganares la entrada en el festival.

Una mezcla muy heterogénea con temas hipnóticos con una línea de bajo muy pronunciada y aguerrida. Banda joven a la que seguiremos la pista para no perder detalle de su progresión, que seguro que será ascendente.

Sin duda Sex Museum fueron una de las mejores bandas del día, sus años de experiencia y su sonido sólido cargado de raíces de hard rock, garage y rock psicodélico, son claros exponentes del mejor baluarte musical del estilo. Los hermanos Pardo, Miguel a la voz y Fernando a la guitarra, mantienen una puesta en escena repleta de gestos y complicidad, dos ingredientes que nunca fallan en sus conciertos.

Para la ocasión tiraron de un repertorio clásico al que suelen recurrir cuando actúan en pequeños garitos, huele a rock & roll, así lo manifestaron y nosotros lo pudimos atestiguar en un concierto frenético y con sabor a pasado. Canciones rescatadas bajo una línea rápida y de garaje que marcaron los inicios de Sex Museum.

Animaron el ambiente con un par de guindas entremezcladas, la versión de Deep Purple  “Smoke on the Water” más el “Fight for your right” de Beastie Boys. Para finalizar, Fernando dejó unas palabras que nosotros apoyamos con los ojos cerrados: “todo esto tiene sentido”, “se nos va el rock & roll”, “el Boss más de 25 mil personas, hay que apoyar a la música en directo en los garitos”. Repetimos, el rock está cada fin de semana en los locales y salas de cada ciudad, no dejes que se muera.

Grandes expectativas habíamos depositado sobre The Sword y la verdad es que no nos defraudaron, la banda de Austin, Texas con cuatro discos editados hasta la fecha, siguen en la brecha, confirmando su nuevo aval que lleva por título “Aprocryphon”, doom metal que va más allá del stoner rock y metal alternativo. Muchas influencias, Deep Purple, Slayer, Iron Maiden...

Sacaron buena nota, tanto ellos como el público que les apoyaron fervientemente siendo las horas que eran la carpa estaba llena, muchos querían descubrir a una banda que ha dado mucho que hablar y que tiene una proyección terrible, así si se mantiene vivo el espíritu del Azkena Rock Festival.

“Cloak Of feathers” o “The Veil of the Isis” temas que ya tienen, sus correspondientes videoclip o “Dying Earth”, consiguieron desmelenarnos. Set list equilibrado dando cabida a los temas más antiguos “Arrows In The Dark” con la que comenzaron, o “Tres Brujas” de su anterior disco ”Warp Rides”.

Gran puesta en escena y sonidos hipnóticos, todo bajo el telón de su nuevo disco, por cierto, curioso fue ver durante todo el festival que muy poquitas bandas fueron las que se llevaron una lona, ya sea con el logo de la banda como con la descripción de su último disco, ¿se están perdiendo estos detalles?.

M-Clan albergaron una de las actuaciones con más concentración de público del festival, realizando un concierto basado en sus tres últimas piezas, tirando hacia una línea rockera con ciertos guiños al pasado en “Perdido en la Ciudad” rescatado de su primer disco editado en el 95 “Un buen momento”.

Los inicios de la banda están marcados por el clásico rock, luego evolucionaron progresivamente a lo comercial, eso sí, sin perder el rumbo rockero. La “nueva” etapa fue iniciada por los discos “Memorias de un Espantapájaros”, “Para no ver el final” y “Arena Movedizas”, que les ha marcado para volver a ser respetados por el público del Azkena Rock, un paso adelanto que reafirmarán el próximo año con un directo. Carlos Tarque y Ricardo Ruiperez, únicos miembros de la formación original, siguen tirando de la banda y mantienen el mismo feeling que al principio.

Temas como “Maxi Ha Vuelto a la Ciudad”, con la que comenzaron, “Para No Ver El Final”.”Roto Por Dentro”, “Ritual”, nuevo videoclip de la banda y “Pasos de Equilibrista” primer single del fantástico disco ”Memorias de un Espantapájaros” marcaron su larga trayectoria , de que al menos, siempre disfrutamos al verlos en directo. Carlos Tarque, maestro de ceremonias y gran frontman, no dudo en bajarse hacia la pasarela del foso y acercarse, aun mas, a un público agradecido. Un concierto de menos a más.

Alberta Cross apareció en la capara con menos público de lo esperado, quizás el estilo musical que practican, ya sea el folk o el blues rock, no peguen mucho en esta edición con aire rockero 100 %, muchos optaron por reponer fuerzas durante su concierto.

Las canciones pausadas y melancólicas nos invitaron a relajarnos un poco y verlos sosegados desde las últimas filas, la formación sueca afincada en New York venían a España para presentar los temas de su ultimo álbum “Songs of Patience”.

Los primeros cabezas de cartel que aparecieron fueron The Black Crowes, lo hicieron momentos antes del anochecer. Repetían presencia en el Azkena Rock Festival, su última visita data del 2.009.

Cerca de dos horas de actuación con repentinas subidas y bajadas de intensidad pero no de calidad instrumental, muchos cambios de ritmo que hicieron mella en nuestros cuerpos al no conseguir el feeling  necesario para determinar una gran actuación. Era la quita vez que les veíamos y con creces, esta ha sido la actuación que menos nos ha gustado. Por un lado nos agradó el lado blusero que le dieron al asunto pero por otro las improvisadas jams de sus guitarristas que lo único que hacían era alargar los temas, creo que estuvieron de más, nos dejaron un tanto fríos. Para fría la noche vitoriana.

Los 16 temas que tocaron fueron lo mejor de su repertorio que se dilata en 25 años de carrera musical. A los hermanos Robinson, Rich a la guitarra y Chris a la voz, se les veía felices en un estado “be happy” gesticulando constantemente con las manos.

Buena colección de singles pudimos oír, “Twice as Hard” de inicio, “Sting me” o “Hotel illness”, más alguna que otra versión rindiendo tributo a gran parte de sus influencias musicales, por eso apareció un “Feeling Alright” de la banda ingresa Traffic que encajaron estupendamente en el ecuador del concierto, dejando el resto para la recta final de bises.

Pero antes nos dejaron grandes temazos, “Ballad in Urgency” y “Wiser City” que fueron entrelazadas en una misma canción de 19 minutos donde la fluidez e improvisación alimento los cortes de una forma que muy pocas bandas pueden hacer sobre un escenario. “She Talks To Angels” consiguió erizarnos la piel como cada vez que le escuchamos.

Los últimos minutos fueron los más animados donde se concentraron las grandes emociones de todos los presentes, las culpables son “Soul Singing” con ciertas raices soul, “Thorn in my Pride” derrochando psicodelia y resaltando los grandes registros vocales de Chris y las dos últimas, “Jealous Again” a ritmo de hammond y “Remedy” tema fundamental en sus actuaciones que inundo  de jubilo el recinto.

Con los bises apareció una sonrisa en los labios, dos fantásticas versiones, la primera de Ottis Reeding “Hard to Handle” y la segunda “Hush” de Billy Joe Royal, clásico entre los clásicos. Buenas vibraciones que ojalá hubiésemos sentido desde el inicio de la actuación, ese es el camino, energía y guerra, a pesar de ello, se lo perdonamos.

The Smashing Pumpkins los siguientes en comparecer en el escenario grande que poco a poco fue acumulando unos minutos de retraso, una actuación que no fue gran cosa tras un empiece enérgico con uno de los temas que abren su nuevo disco “Quasar”, y “Buterfly With The Butterfly Win”, single de su doble trabajo “Mellon Collie and the Infinite Sadne”

Navegan a la deriva, su apatía y falta de comunicación cada vez son más notables, parecía que estaban ensayando y tocando para ellos mismos, ni si quiera la vestimenta del escenario pudo animar la cosa, en él había una pirámide formada por pantallas donde se mostraban imágenes psicodélicas de figuras en forma de videoclips.

Respecto a la formación, continúan siendo los mismos que nos visitaron la Sala La Riviera de Madrid en su pasada gira, la guapísima Nicole Fiorentino, el guitarrista Jeff Schoroeder, el batería Mike Byrne y su cantante, único superviviente de la formación original, Bylly Corgan, con algún kilo de mas, todo hay que decirlo.

Poco a poco se fue apagando el concierto, es más, tocaron una cover llevada a su terreno, “Space Oddity” de David Bowie, que casi ni nos enteramos de ella, antes interpretaron “Cherub Rock” y poco después “Disarm”, canciones populares que auparon a la banda en su día. No presentaban los temas, no decía nada, las revoluciones iban bajando mientras que los arreglos sintetizados aparecían con más fuerza.

En el ecuador del concierto, en medio de los 16 temas que nos dejaron, la intensidad bajo aún más con cortes relajados, “Tonite Reprise” o “Tonight Tonight”, canciones pertenecientes al “Melon Collie...”, pero ni si quiera al ser conocidas arrancó el fervor popular, la gente como si nada, y Billy Corgan y toda su banda también, apatía al máximo!!!

Pregunta, ¿cómo es posible que una banda que nos ha dejado tantos hits comerciales pueda encerrarse en una psicodelia alternativa tan “extraña”?, muchos arreglos, matices y efectos electrónicos, artificial... Una carrera que se va apagando poco a poco y se aleja del público alternativo que tanto les apoyó.

Algo mejoró al final con “Ava Adore” y “Zero”, esta última fue bien recibida y sin duda la que más aplausos generó, pero ni con esas consiguieron finiquitar su participación en el festival a lo grande, acabaron con “Stand Inside your love” de su disco “Machina – The Machines of God” y “United States” de diez minutos de duración que ya conocíamos de su álbum “Zeitgeist”, este último, con banderas americanas en las pantallas que antes nombramos.

Está claro, a los Smashing Pumpkins, o los quieres, o los odias.

The Sheepdogs tenían la difícil papeleta de agradar al respetable después de tocar los dos cabeza de cartel del día, formación americana proveniente de Canadá con los sonidos más clásicos y personales del rock, blues, soul y country. Por lo menos nos levantaron las ganas que quedarnos en el recinto y con ellos volvimos a mover los pies, cosa que ayudaba, el frío se iba apoderando de nuestros cuerpos.

Banda que ha firmado ya cuatro discos desde su debut en el 2.007 “Trying to Grow”, “The Sheepdogs´Big Stand” en el 2.008, “Learn & Burn” en el 2.010 y su más reciente trabajo “The Sheepdogs” 2.012.

Canciones con grandes reminiscencias a clásicos de la talla de Creedence Clearwater Revival, Neil Young e incluso Allmans Brothers, que conectaron con el público rápidamente. Ewan Currie a la voz y guitarra, Leot Hanson a la otra guitarra, Ryan Gullen al bajo y San Corbett a la batería realmente nos gustaron, además comentar que en su tierra han ganado varios premios entre ellos el Juna, uno de los más importantes del país, a parte fueron los invitados de la gira americana de John Fogerty.

“Feeling Gods”, “The Way It Is” ambos singles de su nuevo disco, o “I Don't Know”con esos aires country, reforzada con coros en su estribillo, consiguen transmitir a la perfección, la personalidad absoluta como banda. Unos temas que ya en sus discos conseguían despuntar, en directo rozaron el sobresaliente.

Una banda a tenerles muy en cuenta de cara a una gira por salas.

Lo decimos y lo gritamos con los ojos cerrados, Horisont fueron los grandes triunfadores de la jornada y para un servidor también los salvadores iniciales del Azkena Rock Festival, llegaron al nivel de los grandes cabezas de cartel y les superaron con creces. Estos suecos son los herederos del sonido puro de Black Sabbath con un eterno revival setentero de stoner y heavy metal que nos mantuvo vivos siendo la hora que era.

Tan grande es su personalidad que los fervientes seguidores de Graveyard, Witchcraft o Burning Saviors se puede fijar en ellos como una banda de culto. Si su primer disco “Tva Sidor Av Horisonten” despuntó y consiguió dignas alabanzas provenientes de la prensa especializada, su continuación “Second Assault” les sigue haciendo justicia. Sobre esta banda todo son buenas palabras, os invitamos a seguirles.

Un señor concierto que catalogamos de “number one”, no sólo en el Azkena Rock sino de lo que llevamos de año. Actitud y entrega abismal, de inicio, “Visa Vegent” de su debut discográfico, mientras en nuestra mente podíamos oir la voz de Ozzy, vamos, que son los hijos bastardos de los conocidos británicos.

Progresivamente iban cargando en nuestra debilidad más absoluta, “On the Run” más enérgica o “Crusaders of Death” pausada y densa, fueron temas de su nuevo disco que pronto serán himnos claros hipnóticos que enganchan a la primera.

Tanto monta monta tanto su primer como segundo disco, equilibrando la balanza completamente. Se despidieron con el tema que da nombre al segundo “Second Assault”, así cerraron su comparecencia, explayando una melodía muy cercana a Queens of the Stone Age.

Final de jornada por todo lo alto, nosotros regresamos a casa con una sonrisa en la boca al contemplar que las bandas nuevas sin apenas norte, pegan fuerte, el relevo generacional perfecto que todos esperamos.

Grandes Horisont!!!.