Los encargados de comenzar la jornada del sábado fueron AcidProyect que se encontraban presentando su primer EP titulado “Where´s your God now?”.

El grupo dio las gracias por estar allí a unas horas tan intempestivas. Y es que seríamos unas treinta personas viéndoles.

La banda ourensana nos sorprendió con su rock duro en inglés y nos dejaron temas de su primer disco, así pudimos escuchar canciones como “Ouija”, “Spider´s truth”, “To win or to serve”, entre otras.

Y parece que de metal iba la tarde porque aparecieron sobe las tablas del Derramerock otros metaleros, esta vez se llamaban Praps, y contaron con algo menos de público que sus antecesores, aunque poco a poco fue llegando la gente para arropar a la banda.

Este grupo nos ofreció su hardcore y no nos dejó indiferentes, aunque tengamos otras preferencias musicales. No dejaron canciones como “Perros de guerra”, “Raza humana”, “Fama”, “Persona”, “Patrón” o “A traición”.

Y continuamos con el metal de la mano de Backflip. Los portugueses nos sorprendieron porque contaban con una vocalista femenina y nos cautivaron con su hardcore. Dieron las gracias a la organización por traerles a tocar a Ourense.

Los Backflip se mostraron contundentes sobre las tablas del escenario y nos dejaron casi una decena de canciones, destacando “Live today”, “Nova”, “Jollyride” o “Across crossed fire”, entre otras.

Backflip supo defender a capa y espada su actuación y nos dejaron a cuadros con la tremenda fuerza de su vocalista.

Esperamos tener la oportunidad de verles en alguna que otra ocasión.

Y si Attaque 77 en otros países llena estadios, en esta ocasión seríamos unas 200 personas viéndoles. Tal vez era muy pronto, pero bueno, pudimos disfrutar de la actuación sin agobios.

Los argentinos me parecieron un auténtico grupazo. Nunca había escuchado nada de ellos pero pude ver a una banda entregada sobre el escenario, a un grupo con unas canciones muy buenas y con mucha actitud, y lo que no es menos importante, con muchísima aptitud.

Nos deleitaron con sus canciones, destacando entre otras “Espíritu setentista” y “San Fermín” (tema contra las corridas de toros). También nos dejaron con “El jorobadito”.

Invitaron a una amiga a subir a escena, a Lucrecia Luque Sanz que les acompañó a la guitarra acústica en tres temas: “Sé que vos me amas”, “Hacelo por mí” y “Arranca corazones”.

Después de la genial colaboración de Lucrecia también pudimos escuchar “Espadas y serpientes”, “Donde las águilas se atreven” y para ir dando por finalizada la actuación “No me arrepiento de este amor”.

Pocas palabras dijeron los Attaque 77, nada más que le dedicaron unas palabras a Evaristo y dijeron que La Polla les marcó mucho en su juventud.

Como ya he dicho me parecieron un GRUPAZO (en mayúsculas) y me encantó haber podido disfrutar de su actuación en vivo y en directo.

Los siguientes en salir al escenario fueron los Marky Ramone´s Blitzkrieg que salieron a escena y empezaron después de que Marky se acercase al micro y dijese “Hello”.

La banda nos ofreció los grandes éxitos de Los Ramones y fue a toda la ostia sin comentar nada. Solamente iban dando cera y más cera al ritmo de las canciones más míticas.

Marky Ramone´s Blitzkrieg consiguieron montar un buen pogo y los miembros de la banda jaleaban a los pogueros para que continuasen bailando.

Fue una actuación corta pero intensa, y cuando nos quisimos dar cuenta la banda ya se estaba bajando del escenario.

Ahora le tocaba el turno a un paisano nuestro. Teníamos muchas ganas de ver a Rulo y La Contrabanda, ya que cuando este año actuaron por Cantabria no coincidimos.

Se presentaron diciendo: Desde Reinosa, Cantabria, para Galicia, Rulo y La Contrabanda.

Rulo y La Contrabanda contaron con una buena afluencia de público. Aunque Rulo se enfadó porque le tiraron varias veces con los hielos de los cachis en la cara y se quejó a la tercera vez que le tiraban el hielo, partiéndole la ceja. Aun así el artista siguió con su actuación, siguió luchando por el público que allí había y que sí quería disfrutar de la actuación del cántabro.

Empezó su actuación con “No sé” y así nos ofreció su repertorio, que se nos hizo bastante corto, pero eso sí fue una actuación muy intensa. Además nos dejó con casi una quincena de canciones, entre las que se encontraron “El prota”, “Mi cenicienta”, “Buscando el mar”, “Al infinito”, “Fauna rara”… todo ello para acabar con “La cabecita loca” con la colaboración especial de un crío de unos 4 años para dejarnos un momento inolvidable.

De La Fuga un leve recuerdo tuvo lugar aquella noche, y es que Rulo ya tiene muchos temas como para tener la obligación de rescatar otros del olvido. Pero a pesar de ello aquella noche pudimos escuchar “Majareta” y “P´aquí p´allá”.

En resumidas cuentas vimos una actuación bastante buena de Rulo y La Contrabanda, aunque nos quedamos con ganas de más, y eso siempre es una buena señal.

Luego le llegó el turno al que yo llamaría el grupo del festival, nada más y nada menos que a La Pegatina. Si bien es verdad que todos los grupos que vimos en el Derrame estaban muy a la altura de las circunstancias, también hay que reconocer el mérito a quien lo tiene y para mí La Pegatina fue la banda que mejor puso los puntos sobre las ies, La Pegatina fueron los que hicieron bailar a todo el público. La actuación fue una auténtica fiesta con mayúsculas.

Y fue sin duda alguna el concierto que más rápido se me pasó y en el que mejor me lo pasé. Un auténtico grupazo, una banda que cuando estaban acabando no te importaría ni lo más mínimo que volviesen a dar el concierto entero otra vez.

Tras lanzar serpentinas sobre los presentes salieron todos los componentes de La Pegatina, con una energía inagotable y nos dejaron temas como “El revolsiu” (que formará parte de su nuevo disco), “Mari Carmen”, “Lloverá y yo veré”, “A moriña”, “Que bonito es el amor”, “Olivia” y “Lacon con grelos”, entre otras.

Como ya he comentado la fiesta fue en mayúsculas, que querían que bailásemos de lado a lado, pues bailábamos de lado a lado. Vamos, que nos tenían metidos en el bolsillo desde el primer momento de la actuación.

Desde estas líneas solo puedo dar las gracias a La Pegatina por hacérnoslo pasar tan bien. Les deseamos la mayor de la suertes posibles, aunque avalados por su música van a tener el camino muy fácil.

Y para acabar una estupenda actuación de nuevo se despidieron al igual que habían comenzado, tirando serpentinas. Esperamos con ansia la nueva oportunidad de ver a esta gran banda en directo. ¡¡Hasta luego La Pegatina!!.

Y ya para ir rematando la faena le tocaba el turno a los míticos Celtas Cortos. Nosotros hicimos unas fotos y aprovechamos su actuación para cenar que ya nos iba devorando el monstruo del hambre. Aunque mientras estábamos cenando no pudimos menos que escuchar grandes clásicos como “Tranquilo majete”, “20 de abril” o “No nos podrán parar”, tema con el que acabaron.

El último grupo al que vimos en el Derramerock fue a Gatillazo. La banda ofreció un auténtico conciertazo, que tuvimos el lujazo de vivir sobre las tablas del escenario (aunque no se nos viera, ahí estábamos).

Durante más de una hora y media los Gatillazo ofrecieron tralla y más tralla, sin apenas tiempo para comentarios y sin más fuerza (que ya es muchísima) que la de las canciones de Evaristo.
El público enloquecía al ritmo de las canciones que marcaban los Gatillazo, pogueaba, bailaba y coreaba las canciones a pleno pulmón.

Aquella noche pudimos escuchar entre otras “Mucha muerte”, “La última patada”, “Lucky man for you”, “Nº1 en USA”, “No love”, “Es el odio”, “Siglo XXI”, “Deja de fumar”, “Johnny”… y para rematar la faena “Odio a los partidos”.

Desde estas líneas, como siempre, quiero alabar la gran labor que hacen los músicos de Gatillazo. Parece que me pagan por ello, nada más lejos de la realidad, ojalá fuera así. Pero realmente admiro la capacidad de los componentes de Gatillazo para seguirle, bueno más bien para marcarle, el ritmo al señor Evaristo.

Y aquí acaba el periplo del equipo de www.insonoro.com por Ourense. Una pena no haber visto el sábado a Habeas Corpus, pero no dábamos más de sí. Nos lo pasamos tan bien que igual el año que viene nos planteamos volver, quién sabe, la vida da muchas vueltas.