La décima edición del Resurrection Fest, antes de empezar todo el lío, tuvo su fiesta presentación el miércoles 15 de julio, que así a lo tonto, un día más de conciertos para alimentar uno de los grandes carteles de la península, en una edición ambiciosa a más no poder.
A primeras horas de la tarde se veía ambiente en las taquillas, canjeando entradas por pulseras, y la zona de acampada iba cogiendo forma, ya sea las tres zonas habilitadas como la de pago, más conocida como la Resucamp.
Hoy veríamos a seis bandas, tres nacionales y tres internacionales, ideal para abrir boca y hacernos una idea de lo que teníamos por delante en días sucesivos, los primeros en subirse al escenario fueron los gallegos Mutant Squad, trío que salió a comerse el escenario, dando lo máximo que tienen y sin descanso, dejándonos momentos de buenos recuerdos, con esos electrizantes minutos de groove metal fusionados con el sonido típico del trash metal.
Selecto repertorio donde presentaron los temas de su disco debut, que se editó gracias a la colaboración y apoyo de sus seguidores que aportaron su granito de arena en el crowfunding. Mutant Squad, que ya son habituales en el Resu estando presentes en las tres últimas ediciones, nos deleitaron con sus temas propios y varias versiones que elevaron la temperatura, y es que abrieron la jornada de la mejor forma posible.
Uno de sus temas más potentes, “Mutants Will Rise”, revolucionó al personal, nosotros nos acaloramos y ellos sudaron al máximo sobre el escenario. Sobre las covers, las más cercanas a su estilo, una de Black Sabbath y otra de Sepultura con un “Refuse Resist”.
Mutant Squad
Killus fueron los segundos, que encendieron rápidamente las hogueras y desataron sin contemplación las comparaciones con ser los hijos bastardos de Rob Zombie. Caras pintadas, gestos provocativos, música afín a los estandartes del metal industrial con esas bases grabadas, vamos, lo tenían todo para marcar su territorio y dejar su potencia valenciana en tierras gallegas.
Dos discos a sus espaldas y ya han realizado pequeñas salidas por Europa, y por aquí, han acompañado a varios artistas de talla internacional como Sister, y poco a poco, se han convertido en un referente del metal industrial del país.
Temas como “The Darkness Of The Crypt” o “Fuck,n Roll” nos pusieron las pilas, incitando al público a mover sus cabelleras sin compasión, también se atrevieron, como el anterior grupo, con una versión de Sepultura, esta vez “Territory”, generando algún que otro circle pits que se repitió constantemente durante el festival.
Killus
Segunda vez que los Bastards on Parade actuaban en el Resurrection Fest, y es que estos gallegos no paran últimamente confirmando fechas y giras por la península y por toda Europa, generando fiestas allá por donde van sin pasar desapercibidos en absoluto.
Punk folk con alguna incursión de raíces tradicionales de su tierra, explosionando con partes instrumentales de gran composición, alimentadas con ese acordeón o gaita que tanto nos gusta, sin olvidarse de la distorsión de las guitarras que ya son marca de la casa. Nos hicieron bailar y botar, y olvidar los sonidos más salvajes y aplastantes que predominan en este gran evento gracias a los platos fuertes del festival.
Y empezamos con las bandas foráneas, los primeros The Decline, joven formación australiana con sonidos hardcore melódicos, abriendo aún más el abanico de sonidos que teníamos en esta primera jornada. Melodías y riffs de tres acordes bajo una tónica lineal y clásica, una mera escusa para que los más jóvenes empezaran a surfear encima de nuestras cabezas y acabar en el foso como el que no quiere la cosa.
Actuación divertida y acelerada a partes iguales, consiguiendo que a esas horas el ambiente hirviera por completo.
Bastards on Parade
A Pro-Pain les teníamos muchas ganas, peso importante de talla internacional que se prodiga poco por los escenarios estatales, al menos nosotros hemos tenido suerte y hemos coincidido un par de veces, una muy cerquita de casa, en la Sala Tunk de Irún, pero de eso hace ya más de diez años.
Pioneros del crossover, con varios discos geniales como son el “Foul Taste Of Fredom” del 92 y “Contents Under Pressure” del año 96, contando en sus filas con Gary Meskil, cantante y bajista de gran versatilidad de voces, que participó al máximo para dar un gran espectáculo, con esos gestos de victoria y levantando los brazos constantemente. Una puesta en escena totalmente salvaje, saltos y mil saltos, movilidad infinita de sus dos guitarrista, y el gran Gary.. lo dicho anteriormente.
Su último disco de estudio data del 2013 “The Final Revolucion”, pero realmente nos ganador cuando aparecían sus grandes temas, como “Deathwish” o “Pain In For The Kill”, aclamados por completo por el respetable presente en la carpa, ubicando a la banda a la misma altura de los dioses, vitoreándoles una y otra vez cuando acabaron la actuación.
Pro-Pain
La última bala de la noche vino de la mano de Biohazard, que finiquitaron la fiesta como se merece, por todo lo alto, demostrando una vez más porque el hardcore old school de New York sigue muy vivo dentro de la música actual.
Realmente siguen viviendo de las rentas tras la salida de su antiguo cantante Evan Seinfeld, pero le ponen un par en los directos y tiran de agallas, de su rubio guitarrista, Bobby Hambel y de los increíble saltos de su compañero de las seis cuerdas, Scott Roberts.
Eso sí, conformaron un set list repleto de grandes éxitos que en su día tuvieron un peso importante en nuestras cabezas, los nostálgicos “State Of Worl Adress”, “Shades Of Grey”, “Punishment” o “Hold My Own”, dejando espacio solicitando un wall of death, donde el guitarrista se bajó el escenario para caldear aún más el ambiente.
Biohazard siempre están a la altura de lo esperado, pero lo dicho, siguen viviendo de su legado.