El Iradier Arena de Vitoria-Gasteiz acogió la primera edición del Festival Gasteiz Calling, una cita que parece ser que será anual para los amantes del hardcore melódico o el punk rock de toda la vida, un old school en su estado más puro.

Como en toda primera edición hay aspectos que mejorar, lo primero el sonido que ya sabéis como suele ser en estos vetustos recintos, luego los colapsos que se produjeron con tanto entrar y salir de la gente, o más variedad en los puestos de comida, en definitiva, para ser la primera rozaron el notable porque estos aspectos tienen solución al fin y al cabo.

El público apostó por este festival urbano, situado en un sitio bastante cómodo con gran accesibilidad, con lavabos para evacuar las cervezas para dar y tomar, tanto en la pista como en las dos plantas de esta plaza de toros, y todo en una única jornada, para que más?.

Se formaron largas colas en las inmediaciones del Iradier Arena, la gente esperando impaciente para que abriesen las puertas, que lo hicieron con un cierto retardo que perjudicó directamente a la primera banda de la noche, los jóvenes barceloneses de Blowfuse.

Eran las cuatro y media de la tarde, allí estaban, descargando adrenalina en poco más de media hora. Tienen dos discos en su haber, el último “Couch”, además han traspasado fronteras y han actuado por Europa, es decir, esta gente ha jugado bien sus cartas y poco a poco se está dando a conocer, sin ir más lejos les vimos recientemente en el Tresparock.

Saltos, cachondeo y sonido californiano cantando en inglés son sus señas de identidad, desenvolviéndose sobre el escenario con desparpajo quedándoseles pequeño en ciertos momentos, es más, su cantante no dudó en tirarse al público y navegar por encima de nuestras cabezas hasta llegar a la mitad del ruedo.

Una espirar con el logo de la banda servía para adornar el fondo del escenario, indicando que estaban allí para ser la revelación del festival, con esa energía y tesón que bien han sabido plasmar en sus dos únicas referencias. En uno de los temas se acordaron de todas las bandas locales que luchar por despuntar, agradeciendo al festival que contaran con ellos.

Y con alguna cover de por medio, la banda se despedía con el tema que da vida a su último videoclip, “Radioland”.

Los segundos en salir a escena fueron Estricalla, que contaron con mejor sonido respecto a los anteriores, además contaron con mayor apoyo a pesar de que aún la gente tardaba en entrar y los que lo hacían se subían a la parte de arriba para sentarse y ver desde una alta perspectiva el montaje del festival.

Banda capitaneada por el gran Fernando (El Corazón del Sapo, Kuraia), ahora están de actualidad porque hace muy poquitas semanas editaron su nuevo Ep compuesto por cinco temas, editado en vinilo de siete pulgadas bajo el nombre de “Hutsartea”.

Nos ofrecieron una actuación frenética sin apenas descanso, nos bombardeaban con temas y más temas mientras se dejaban la piel en ello, himnos que el público se sabe de memoria, entre ellos “Venganza” y “Opus Diaboli 666”, donde tuvieron la ocasión de contar con un invitado especial, Jello Biafra, que no dudó ni un instante en subirse a escena, recordando que en uno de sus discos, “Triple Asalto Mortal”, fue uno de los colaboradores con el tema “The Real Terrorist And His 1001 Weapons Os Mass Oppression”.

Y entre tema y tema dejaron algún que otro mensaje en apoyo a los presos vascos, con el lema “Euskal Presoak Euskal Herrira”, y en otras ocasiones, “Ningún Torero Sin Cornada”, más a cuento estando en una plaza de toros.

Antes de finiquitar la actuación, una amiga de la banda colaboró con ellos dejándose el alma sobre las tablas aportando su voz...

Nunca defraudan.

The Casualties volvían a vitoria tras su paso fugar el año pasado por la Jimmy Jazz, donde actuaron también junto con Gatillazo.

Allí estaba Jorge Herrera al frente, hablando castellano sin problema, además se confesó nada más salir ser fan incondicional de Eskorbuto, un tipo que ya de primeras se bebió una lata de cerveza de medio litro, derramando la mitad por su barbilla y cuello, todo un personaje. Por delante teníamos un concierto vivo con una colección de buenos himnos para repasar los 25 años de la formación estadounidense.

Al fondo, una gran lona con la frase: “The Casualties, For The Punx”, aireando el punk más primitivo y crudo que te puedas echar a la cara, que hoy en día no abunda tanto pero está presente en formaciones clásicas como la del señor Herrera, que dijo sin problemas que el movimiento punk está cambiando, que había mucha variedad pero que se había diversificado como él, que una de sus primeras bandas marcaba el punk con disco pop y ahora, ya sabéis el resultado. Luego alabó a los Ramones indicando que son una de sus influencias más importantes.

Mientras tanto el público acogía sus canciones con los brazos en alto, ya sea con “Tomorrow Belong To Us”, Ugly Bastards” o “Chaos Punk”, dejando guiños incluso al heavy metal cuando sonaron las primeras notas del emblemático tema de Iron Maiden “Run To The Hills”. Fue tal frenético el ritmo del concierto, que se montó un wall of death, eso sí, dividiendo al público por escenas musicales, comenzando los bailes a ritmo de ranchera con “La Cucaracha”.

Concierto divertido, donde la banda sabe como conectar con el público y respetarles. Increíbles!!.

Un icono del punk como Evaristo no podía faltar en un cartel plagado de grandes nombres y grupos tan aclamados como los californianos Bad Religion y los británicos The Toy Dolls. Así pues, pasadas las siete de la tarde hizo aparición sobre el escenario el quinteto Gatillazo que arrancó su directo con "Sr. Juez" de su "Sex Pastels".

La banda afincada en Agurain no defraudó sobre las tablas, el sonido estuvo de su lado y el público, que para entonces llenaba la pista, vibró tanto con canciones más actuales que sonaron en la primera parte del show como con otras más veteranas. Estas últimas cayeron en el tramo final de una actuación frenética en la que pudimos disfrutar al ritmo de "Capitalismo", "Los 7 enanitos" o "Txus" de la Polla Records.

Evaristo sigue en forma, no paro quieto ni un instante, saltó, gesticuló y escupió como el solo sabe hacerlo. Deleitó a los suyos con frases incendiarias e interpretando con descaro "Delincuencia", "Bisturí", "Seguratas blindaos", "Fosa común" y "Odio a los partidos", canción está última con la que se despidieron de esta primera edición del Gasteiz Calling.

A la hora marcada salieron a escena Good Riddance. Los californianos liderados por Russ Rankin estuvieron bien arropados por unos espectadores que se lo pasaron en grande con canciones como "One for the braves", "Mother superior", "Libertine" o
"Heresy, hipocrisy and revenge".

Durante el concierto hubo buen entendimiento entre el público y está banda procedente  Santa Cruz, California que se formó en 1986. Al cuarteto el sonido tampoco le dio la espalda y pudimos disfrutar con una propuesta animada y una buena dosis de canciones melódicas y punzantes de letras cargadas de contenido político social.

El legendario Jello Biafra salía a escena ataviado con gafas de sol y una llamativa camiseta y el respetable enloquecía con su presencia sobre las tablas. El ex Dead Kennedys y su banda hicieron gala de su poderío y pronto contagiaron su rabia descargando para el deleite del personal cortes como "The brown lipstick parade", "Three strikes" o "Pets eat their master".

El vocalista y también activista político Jello Biafra aprovechó la ocasión para en un perfecto castellano cargar contra su país, criticar los recortes y la política de austeridad, y posicionarse a favor de WikiLeaks. 

En el repertorio no faltaron varios temas de Dead Kennedys. Así canciones como "Government flu", "Nazis punk fuck off" y "Holiday in Cambodia", fueron las que mayor expectación levantaron entre un público muy heterogéneo.

Durante la jornada se pudo ver a unos espectadores de edades muy diferentes. Desde adolescentes que veían a The Toy Dolls o Spermbirds por primera vez, hasta veteranos que en su día vibraron con Dead Keneddys y La Polla Records pasaron por el graderíy la pista o del Iradier Arena.

A continuación saltaron a escena Spermbirds. La veterana banda de Kaiserslautern, en Alemania se formó en 1982 y practica un hardcore punk que hizo que la potencia en el recinto ascendiese unos grados.

Los alemanes pisan muy de vez en cuando los escenarios del estado, por lo que fuimos unos cuantos los que no nos quisimos perder un espectáculo en el que pudimos escuchar "Something to prove", "Stronger", o "Try again" entre otras. Estos experimentados músicos descargaron toda su artillería y brindaron un más que apetecible acto a los presentes.   

Pasada la medianoche llegó el que a priori era el plato fuerte de la jornada. La formación estadounidense estuvo más de noventa minutos sobre el escenario y en ellos la banda liderada por el vocalista Greg Graffin interpretó alrededor de treinta temas.

Las canciones se pasaron volando y los músicos, que no necesitaron ni de saltos, ni de charlas ni de grandes poses sobre el escenario para ganarse al público, se mostraron incansables sobre el mismo.

La de Vitoria-Gasteiz fue la última de las veinticinco fechas ofrecidas en su gira europea de verano, pero el quinteto en ninguno momento dio muestras de flaqueza y tema tras tema hizo enloquecer a un público que ansiaba reencontrarse con los de California. Antes Bad Religion había seducido a italianos, finlandeses o suizos con canciones de sus discos "Suffer" (1988), "No control" (1989) y "Against the grain" (1990).

La banda que en estos momentos se encuentra dando forma a su nuevo LP, cuenta con dieciséis discos de estudio y buena parte de ellos contaron con representación en el repertorio de la actuación. "Anesthesia", "Sanity", " Infected" y " Punk Rock Song" no faltaron en un set list que los del sur de California cerraron con "American Jesus".

Llegaba el final con una de las bandas más divertidas de la escena mundial, los míticos The Toy Dolls, con más de 35 años sobre los escenarios y 14 discos de estudio editados, liderados por Olga, Duncan y Tommy Goober, siguen revoloteando como adolescentes sobre el escenario, divirtiendo y sorprendiendo al respetable en más de una ocasión.

Da igual que la banda siga recurriendo a las mismas escenas, ya sea explotando la botella de champán con su confeti en el tema “The Lambrusco Kid”, con continuos devaneos y saltos, o la improvisación hacia otros sonidos recurriendo a una notas de Sebastian Basch, da igual, siempre están al pie del cañón y nos divierten, que al fin y al cabo es lo fundamental.

Poco más de hora de actuación, con dos tandas de bises, la primera fue cuando Olga volvió en camilla tras ser herido en la guerra, mientras tocaba “Wipe Out”(The Sufaris Cover), junto a tres himnos mas, “Glenda And The Test Tube Baby”, “Lazy Sunday Afternoon” y “She Goes To Finos”, salieron ovacionados y tuvieron que volver con la última tanda compuesta por “Harry Cross”(a Tribute To Edna), donde explotaron unos cañones de confeti como traca final,

Tras 16 temas el público se fue contento, ellos se despidieron en mitad del escenario. Incombustibles!!