Con esos antecedentes y con unas ganas tremendas de Lendakaris entramos a Porta Caeli, una sala muy cuca, con unos precios en barra bastante decentes y un sonido que no tiene nada que envidiar a otros locales más grandes.
Comenzaron con "Tenemos a la pasma" seguido de "Estamos en esto por las drogas", al tiempo que un espontáneo sacaba a pasear una sospechosa bolsita blanca con un contenido que da más energía que un red-bull. Cuando llegamos a "Cómeme la franja de gaza" servidora ya estaba destilando caldito de mi cuerpo y sintiéndome como en casa, hoy paso de “Cervezas sin alcohol” que cualquiera alcanza la barra. Esquivando al flipao de antes que ya andaba "Drogopropulsado" el muy "Cabrón" y bastante “Pasau de rosca”, se nos puso en vilo el “Detector de gilipolleces” porque el tío estaba en “Modo dios” y yo, con tanto jaleo, en “Modo diosa”. De aquellas en el escenario Aitor ya se nos había tirado un par de veces por encima, levantado los gallumbos hasta el sobaco y pegándose el primer hostión de muchos que tantas marcas le van dejan en el costado, éste sí que es un “Héroe de la clase obrera”.
Las canciones pasaban, la temperatura subía, la ropa se nos pegaba a la piel y “Odio el fútbol” llegó dando tan duro como el pelotazo de un mikasa en la cabeza. Creo que voy a morir de calor. Ya sé que “Esto no es Punky” pero llevo en la riñonera el abanico. Cuando empecé a darme aire los de atrás me aplaudieron más que aterrizando en un Avión. Mientras el numerito de “Gora España” ya no indigna a ningún Ikastolero: ni rasga tela, ni prende mechero; nos pateamos el culo con el combo de “Poción Mágica” y “El anillo en el dedo gordo”, para poner los dientes largos a las chavalas de la sala a golpe de “Besos Gaztetxeros” entre maromazos. Menos mal que Joxemi es muy casto y nunca quiere participar porque sé de alguna a la que se le caería un mito.
Sin darnos cuenta llegamos a los clásicos “Oso panda”, “El problema vasco”, “Arnaldo Schwarzenegger”, “París”, “La hoz y el Martini”…
- Un momento ¿Arnaldo ya es un clásico?
- ¿No has visto como se la saben? Vino del futuro para darte por el “Centro comercial” ¡Otro clásico!
A estas alturas Borja (el pipa de la banda) ya estaba de más mala hostia que la “Húngara Chúngara” de limpiar sudor y poner toallas empapadas en la espalda de los músicos. Por favor, que alguien apague la calefacción que nos va a dar algo. El calor era insoportable pero todo sea por los Lendakaris, nos estaban poniendo un ritmo tan altísimo (¿cómo hacen estos chicos para tocar todas las canciones siempre a toda hostia?) que ya estábamos a punto de perder el corazón por la boca. “Se habla español”, “E.T.A., deja alguna discoteca” y “Veteranos de la Kale Borroka” cerraron a base de cañonazos un concierto súper divertido por el que mereció la pena pegarse un par de horas largas en autobús y por el que, seguramente, nos las volvamos a pegar. |