Llegamos al esperado último día y con él, un sol radiante. Nos preparamos para cerrar la historia de esta veintiuna edición de ViñaRock, me despierta el gentío de las calles de Villarobledo, el cual multiplica su población en estos días, decido unirme a ellos y desde primera hora tomar el recinto de conciertos.
El día empezaba con unas de las bandas sensación del momento, o por lo menos del mío, ZOO tienen la fuerza de ese fuego que su tierra (Països Valencià) desprende, la conjunción de esas bases electrónicas con bajo, trombón, guitarra, unida a esas letras rebeldes hacen de esta banda algo de lo más novedoso si quieres que tus sentidos vuelen. Como volar fue ver a las 16:30 un ViñaRock atestado, no cabía nadie en el Negrita. Sonaron todos los himnos de su disco ‘’Tempestes vénen del sud’’, con el colofón de “Imperfeccions” con Toni de los Chicos del Maíz dándolo todo bajo el sol de Castilla.
A Aquella tempestad llamada ZOO había que dar le un premio, era pronto, pero ese bolo se llevó el premio “Así se empieza el último día de Viña”. Nos pasamos a ver a Los de Marras, para comprobar, que medio Viña estaba dentro del recinto, pocas veces hay tanta gente tan pronto, entre que el grupo lo merecía y que la jornada anterior, la lluvia deslució mucho el espectáculo, se notaba a la gente con muchas ganas.
Zoo
Las cosas de la vida, en este caso de la voz, hicieron que Kutxi Romero se callera del cartel, en su lugar el Kanka, coincidía con otro de los reclamos del día, A.N.I.M.A.L (Acosados Nuestros Indios Murieron Al Luchar) los argentinos, para que os hagáis una idea, vienen siendo los Sepultura de la Pampa, con un directazo como bien han demostrado en su gira por todo el estado. El concierto estuvo marcado por los problemas técnicos, hasta inclusive, cambio de bajo no previsto, facilitado por El Reno Renardo, sabiendo sobre ponerse con “Lejos de Casa” y con “Cop Killer” versionando a los Body Count, como tiempo extra por tanto problema técnico.
Pasamos al escenario Giró para llegar tarde a ver al EUKZ, si bien por que empezaran antes, o más bien por los diez minutos que concedieron a A.N.I.M.A.L por tanto problema, el caso es que los de Burriana levantaron una expectación tremenda, son carne de festi, es el típico grupo que gusta y no defrauda, con canciones como “Tú me vicias”, “Soldadito español”, “No tengo Miedo”, “Tus bragas” y un último “Yo también puedo ser malo” cerraron un concierto muy a la altura de esta jornada de ViñaRock.
El Último ke Zierre
Trigésimo cambio en los horarios, y este casi sin avisar, turno de El Canijo de Jerez por la ausencia de última hora de Chambao (Si, Chambao no tocó). Cambiando, a su vez, la hora con Mártires del Compás. Decidimos asistir a la rueda de prensa que convoca la organización, baile de agradecimientos, gran cantidad de cifras oficiales, incluido la de los asistentes, unos 200.000 (Un poco exagerado quizás), dejando patente el éxito de esta edición, aludiendo, con mucha justicia, a que el mayor éxito del festi es la masiva afluencia de los Viñarockeros.
Decidimos volver para comprobar como los gaditanos llevaron el germen de los Delincuentes hasta el último rincón de aquel Viña, con el recordatorio más que obligado a Miguel. Y allí estaban regalando bailes a miles, con la difícil papeleta (Cuando a estilo se refiere) de tocar entre el EUKZ y Lendakaris Muertos. Con temas como “Pirata del estrecho”, “El aire de la calle” y la archiconocida “La primavera trompetera”, me di cuenta, de que la gente reclama a esos Delincuentes más que nunca, empezando a ser una asignatura pendiente del Canijo de Marcos.
Según vamos escuchando el final de los de Jerez, encontramos a Aitor (Vocalista de Lendakaris Muertos), ataviado con un bastón. Con nuestros pose, con los brazos en jarra y cara de madre cuando has hecho alguna pifia, el, nos alerta de que en el concierto de Barna sufrió una lesión en la pierna, (¡Si es que no paras quieto!) Para después quitarnos la cara de preocupación, cuando nos confiesa que hoy… piensa darlo todo. Y así fue después de ese himno de la URRSS, Lendakaris Muertos, inauguraban, la recién caída, última noche del ViñaRock, con ese tipo de conciertos que dejan el listón tremendamente alto.
A las canciones de toda la vida como “Cómeme la franja de Gaza”, “Drogopropulsado” “Cabrón”, “Pasau de rosca” o el genial “Detector de gilipolleces”. Se unieron, las de su nuevo disco “Cicatriz en la Matriz”, sonando de este, el “Modo Dios”, “Modo Diosa”, “Nunca más volverás a aplaudir…”, “Húngara chunga”. La lesión de Aitor pasa a un segundo plano, sinceramente ni se notó, sobre todo cuando se lanza la publico, buscando un masajista (alguno habría). Y así acabaron los de Iruña, con la sensación que deja un grupo, que aunque hayas visto mil veces, te sorprende como la primera vez.
Lendakaris Muertos
Duelo andalusí, Mártires del Compás versus Hora Zulú, me quedo a ver a los Mártires y su flamenco Billy. Y desgraciadamente hago lo que indica su gira “Hola y adiós”, y no por ellos que son el gran referente de la new age del flamenco, sino porque siendo la hora que es y en el día tan indicado, me parece un error que tocaran a esa hora. Y así es como llego al escenario Control los granadinos Hora Zulú, me atrapan con “Tango”, “Y no protesto”, “Con mi condena” y “Tanto que perdí”, llegaba justo en el meridiano del concierto, llegando a percibir las ganas de reencuentro con su público ViñaRockero, poniendo el broche con “Andaluz de nacimiento” y “A ver si me entiendes”.
Llegaba el gran momento del festival, mejor dicho, el gran aprieto del redactor (ese soy yo). De cómo contaros que lo que hizo La Raíz, se puede resumir en una sola palabra: Asombroso, del grado de grupo de primerísimo orden. En el último segundo del día (24:00:59 h) arrancan con la canción que da nombre a su álbum, “Entre poetas y presos”. Y si ya, antes de empezar, le habíamos colgado el “Mejor grupo del ViñaRock 2016”, le podríamos dar el premio “Nacional de Poesía 2016”, porque este himno encierra una prosa que ni el mismísimo Alberti lo hubiera podido escribir así. Sonaron, de una manera más que heroica temas como “La Voz del Pueblo”, “Llueve en Semana Santa”, “Muérdeles” o “En El Lado de los Rebeldes”. Tanto eran los tintes épicos, que como redactor, no solo tenemos que mirar hacia el escenario, también debemos de mirar hacia atrás, para poder hablar con propiedad de lo vivido. Y lo vivido fue, que si ver a La Raíz es un gustazo, ver a 200.000 personas (cifras oficiales) llorar, vibrar, emocionarse, disfrutar… Es una auténtica pasada.
Descubriendo así, que la gente es ese miembro número 12 de La Raíz, ese duodécimo jugador, tan citado en el futbol, que siempre gana los partidos. Sería justo decir que este grupo lo tiene todo para triunfar, pero también hay que decir que fue el grupo más reivindicativo y con más memoria del festival, a la hora de acordarse, entre canción y canción, de aquellas causas justas de las que nacen sus canciones. Por ponerles una pega, me falto el “Noches en Babylon“, pero esto por ser papista y por qué me lo dijo mi homónimo de El País.
La Raiz
Otros que se despiden, y yo todavía no los había visto en directo (No, no soy Joaquín Luqui, por lo menos soy sincero) y vaya error el mío… La Gossa Sorda es ese grupo que en directo esgrime su cultura, su tierra.. . En definitiva su identidad, y te la hace comprender a golpe de acorde.
Da igual el idioma, ese sentimiento haciendo música es mucho más que un lenguaje. Se tocaron su último disco, (Que desde aquel día no paro de escuchar) “Aire” o “Esbarzers” además de sus temas “Raíces“con Pablo de La Raíz, “Quina calitxa“. Si es cierto que me encantaron, que me dejaron con las ganas de pedirles que se hicieran un par de giras más, sobre todo cuando suenan temas como “Camals Mullats” aquella que dice (Perdonen mi Valenciá) “T’estime, t’estimo, t’estim”, pero es verdaderamente brutal escuchar esto a coro con tantísima gente. Extraña sensación, de descubrir algo y a la vez despedirte, así es la vida, y que esta sea larga y vuelva a ver a la Gossa.
La cosa estaba acabando y los organizadores del ViñaRock no querían que no fuéramos a dormir, nos reservaban un plato fuerte… llega la hora de los PUTOS Narco (Eran las tres de la mañana, así que ya se pueden decir palabrotas). ¿Y qué se puede decir de los Narco que no hayamos dicha ya?! Que a estos divinos cabrones les sale todo bien aun teniendo a Dios de su contra, además de tener el record Guinness de decir “hijosdelagrandisima” en un minuto, cuentan con la gracia sevillana, unida a la rabia del jornalero, un cóctel más que idóneo para volarte la cabeza. Y así fue, desde “Satanizate” hasta el final del concierto una auténtica explosión sucumbió Villarobledo por el bombardeo masivo, de su HxC-Rap y de los hit de los de Sevilla, los de ayer, los de hoy y los de siempre.
Narco
Y si uno ya no le queda batería ni en la cámara, cuando el frio, de ese cielo raso empezaba a calar, más lejos de irme a la cama, me dispongo a ir a ver a unos locos gallegos de Barakaldo (Si gallegos? O acaso Barakaldo, no es la quinta provincia de Galicia?!?!?). Pertenecer a Insonoro.com y no haber visto a Porco Bravo, es como vivir en Vallecas y no haber ido al Hebe, no podía pasar más tiempo, allí que voy.
Camino al The cavern, recuerdo lo de ayer con Dremen, cuando le dábamos sentido a la afirmación: -“Sólo los grandes cierran las jornadas de cada festi”-, en ese momento me asalta la duda: ¿ Y cómo tiene que ser un grupo que cierra el ViñaRock? Pues solo deciros que la organización eligió más que bien, bueno quizás si cierran en el escenario principal hubiera estado de cine. Por qué Porco Bravo tiene un directo de tintes demenciales, incendiarios, lo único que no escupió fuego, fue la bengala que su vocalista Manu que intento encenderse mientras sus posaderas la sujetaban.
Con un bolo de menos a más, con botella de Whisky para las primeras filas, Manu se erige como el Iggy Pop de Euskal Herria y su banda, por consecuencia, como The Dictators… BRUTALES. Arengando al personal, con frases lapidarias como; “¿Estáis cachondos?” o “Españoles habéis matado a Dios”, unido al momento, de grapándose en el pecho (si es cierto, la sangre le delata) papeles de periódico y pegarles fuego, para luego surfear (con tabla incluida) por encima del abarrotadísimo gentío que poblaba el The Caver…puufff … Esto es un frotman y lo demás son aprendices de Julio Iglesias.
Porco Bravo estuvieron magníficos, por arder ardieron con el último acorde hasta las guitarras y el bajo, adosadas a sendas bengalas. Con un descaro de nivel dios, les tenía que otorgar un premio, haya va… “Grupo más irreverente del ViñaRock 2016” siendo lo más loco, hoy por hoy, que te puedes encontrar encima de un escenario. Nos vamos perplejos al grito de “GRoooo” (Grito de guerra de estos fieras), estando más espabilados de lo que nos habíamos levantado, un cierre así hay que asimilarlo e ir haciendo balance. El cual iniciamos con la absoluta necesidad del relevo generacional, que empiece por el ViñaRock, facilitaría mucho a los demás festivales pequeños.
Porco Bravo
He visto el escenario “pequeño” The Cavern, a bandas demenciales, con talento aplastante y a la altura para el relevo, un hueco en el grande es absolutamente justo. Una mención especial, al puesto de firmas, de los compañeros de Rock Estatal, una gran iniciativa, que sirve de nexo de unión del público con sus artistas favoritos, destacando el trato con los compañeros. Este ViñaRock ha contado con una organización bastante bien constituida, con la necesidad de mejora, con más puntos de agua potable y más baños, en zona de acampada sobre todo.
La absoluta necesidad de encontrar el botón para apagar las máquinas de humo, en algunos conciertos estuvieron encendidas TODO el concierto, dificultando la labor de los compañeros fotógrafos (Currazo el vuestro), y que estas cosas están tan pasadas de moda, que si no las ponéis, nadie os las echará en falta.
Y lo que he podido ver día tras día, que el mayor éxito, no son los grupos, ojo gran reclamo. Pero el éxito de este festival, es que se consolida como mayor punto de reunión del estado, donde amigos, familiares, conocidos, gentes de IV columna… Año tras año, sitúan estos cuatro días en su calendario, marcándolos a fuego, para reencontrarse.
Recordad “La cuestión no es cuantos años de vida te quita un ViñaRock. La cuestión es si merecería la pena vivirlos sin venir” Así que todo poderoso ViñaRock, cuidad a los Viñarockeros y el ViñaRock cumplirá 121 años más.